Columna Política

lunes, 6 de septiembre de 2010 00:00
lunes, 6 de septiembre de 2010 00:00

Los adeptos al ex gobernador Ramón Saadi, como todos los peronistas, siguen de cerca los pormenores de la interna que ha sido convocada para el 31 de octubre y están a la espera para actuar en consecuencia, de recibir señales concretas de su conductor. Se trata de uno de los sectores importantes del Partido, como que en las últimas elecciones realizadas en Catamarca, en octubre de 2009, cosechó la nada despreciable suma de 27.000 votos. Si bien fueron 23.000 menos que los que logró el dúo Lucía Corpacci-Dalmacio Mera, nadie duda que tiene inmejorable chances de disputar palmo a palmo una contienda doméstica como ésta. Y allí está el dilema que debe resolver el ex gobernador: ¿participa o no? ¿volverá a ser candidato a gobernador del PJ o directamente jugará con su propia agrupación, el MAP, por afuera del partido? Todavía no hay respuestas precisas, pero de lo que los catamarqueños deben estar seguros es que Saadi va a seguir haciendo política y va a tomar parte de las elecciones de marzo y octubre del 2011.


Lo aseverado en el bloque anterior está directamente relacionado con su supervivencia política y con el destino de sus principales espadas, los diputados Carlos Rosales, Julio Cabur y Gustavo Saadi, entre otros. Por otro lado, aparte de la excelente performance electoral del 2009, Ramón viene de realizar, en los últimos 60 días, actos importantes en Recreo, Chumbicha y el Club Estudiantes de la Tablada. Allí hubo una recreación de la militancia y emergió como cabeza visible de la Capital el médico Joao Andrada, quien es sindicado en los mentideros políticos como potencial candidato (¿intendente? ¿senador?) del principal distrito de la provincia.


Que Saadi vaya a la interna, sea cuál sea el escenario, sería un gran atractivo, y ni qué hablar si reedita el viejo duelo de comienzos del siglo con Luis Barrionuevo, otro cabezón del peronismo que, al menos por ahora, vuela bajo. También podría anudar alguna alianza, pero resulta difícil visualizar con quién, ya que todos están interesados en encabezar la fórmula, o asegurar reelecciones para sus adeptos. Son los casos de la renovación y el mismo sadismo, además del barrionuevismo que nunca termina de zafar de los procesos reeleccionarios.

Comentarios