Francia paralizada por protestas masivas

Otra medida polémica del gobierno de Sarkozy.
martes, 7 de septiembre de 2010 00:00
martes, 7 de septiembre de 2010 00:00

Los sindicatos de Francia esperan que más de dos millones de personas salgan este martes a la calle para rechazar de nuevo la reforma del sistema de jubilación impulsada por el presidente Nicolas Sarkozy, que prevé aumentar de 60 a 62 años la edad mínima legal para dejar de trabajar.

La jornada de protesta incluye una huelga en sectores públicos clave, como los transportes, las televisiones y radios, los hospitales o la compañía de correos, pero también en el sector privado, en bancos o en grandes empresas como la petrolera Total.

El cese de actividades perturbaba fuertemente el servicio ferroviario -con un 42% de huelguistas según la dirección-, aéreo -con un 25% de vuelos anulados- y urbano, como los subterráneos parisinos, que circulaban con menor frecuencia y estaba repletos en las horas punta.

El 73% de los franceses se declararon a favor de la jornada de protestas, pero para algunos, no parecía tan sencillo a la hora de desplazarse. "Estoy harta de estos haraganes", se quejó Virginie, estudiante de 25 años, interrogada en una estación de trenes parisina. Otros, como Pauline, una empleada de 44 años, dijo "comprender las razones de la huelga" aunque tuvo que esperar 40 minutos para tomar el tren de cercanías.

Días después del inicio del ciclo lectivo, los docentes también adherían a la huelga, muchos de ellos desde el lunes, en protesta contra el recorte de decenas de miles de puestos de trabajo. En las escuelas primarias la tasa de huelguistas era superior al 30%, según entidades gremiales.

"Ya vemos que los trabajadores se están movilizado", afirmó a la radio privada RTL el secretario general del segundo sindicato francés, la CFDT, Francois Chereque. Unas 200 manifestaciones están previstas en diversas ciudades francesas. Francia, con más de 15 millones de jubilados, es uno de los países europeos donde la edad mínima para tener derecho a jubilarse es más baja, aunque eso sí, habiendo trabajado 40 años.

El Gobierno conservador de Sarkozy, para quien esta reforma es una "prioridad absoluta" de los 18 meses de mandato que le quedan, cuenta con que su aprobación parlamentaria sea a fines de octubre. Ello pondrá fin a una conquista social emblemática en Francia desde 1983, durante la presidencia del socialista Francois Mitterrand.

Con una popularidad en torno al 30%, la más baja desde que llegó a la presidencia, en 2007, Sarkozy enfrenta además críticas por su política migratoria y de seguridad: prevé retirar la ciudadanía a los naturalizados de origen extranjero que atenten contra un policía o gendarme y expulsar a los extranjeros en situación irregular, incluidos ciudadanos de la Unión Europea (UE).
 

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