Esta mañana José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch, calificó por Radio 10 de "excelente" la suspención de la lapidación a Ashtiani y destacó que fue muy importante el repudio mundial ya que "obligó" al régimen iraní a rever la sentencia.
 

Ashtiani, madre de familia de 43 años, fue condenada en 2006 por mantener una "relación ilícita" con dos hombres después de la muerte de su marido y poco después condenada por adulterio y sentenciada a muerte por lapidación.

La mujer guarda prisión desde entonces en una cárcel de Tabriz, al norte de Irán, pero el caso tomó notoriedad internacional a principios de agosto, cuando quien fue su abogado, Mohammed Mostafei, abandonó el país tras ser perseguido por la Policía.

El hijo de la acusada, Saijad Mohammadi Ashtiani, había indicado ayer que su madre podía ser lapidada el próximo viernes, en ocasión del final del Ramadán.
 

Repudio mundial

En Francia, cientos de personas se concentraron en la explanada del Trocadero, frente a la torre Eiffel, hace poco más de una semana para reclamar el fin de la amenaza.

En Italia, una bandera con la imagen de Ashtiani ondea desde entre los ministerios de Igualdad y el de Asuntos Exteriores, como parte de una campaña para reiterar la oposición a su ejecución.

España y Argentina también expresó su preocupación y coincidieron en pedir que la mujer no sea ejecutada.

El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, ofreció que su país puede recibir a la acusada, extremo que Irán no aceptó.