¡Con mi cuerpo y con mi sangre defenderé a Mubarak!", gritan algunos de los paridarios del régimen de Hosni Mubarak que irrumpieron en la plaza Tahrir de El Cairo y se enfrentan a los golpes y pedrazos con los manifestantes de la oposición que allí protestan. La zona, epicentro de la revuelta popular de Egipto, está viviendo una gran violencia. Los enfrentamientos desbordaron la plaza y se dan ahora en las calles aledañas.También se escucharon disparos entre la muchedumbre.

La figura de la oposición Mohamed el Baradei declaró que "Lo que ocurre ahora es un crimen contra Egipto". Acusan a Mubarak de querer "provocar miedo" en la población y de haber utilizado grupos de choque para terminar con las protestas pacíficas. Denunciaron la presencia de policías en civil entre los pro-Mubarak, algo que negaron las autoridades. Hay saqueos y el Ejército lanzó gases lacrimógenos e interpusó camiones para tratar de separar a los oponentes. Dentro de la plaza Tahrir se mantienen miles de opositores que hacen guardia allí desde el pasado viernes, tres días después de que comenzaran las protestas contra el régimen y que prometieron quedarse hasta que se vaya Mubarak.

Otros grupos partidarios de Mubarak fueron vistos en distintos lugares de la capital, incluyendo los alrededores de la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, en una avenida paralela al Nilo, y el barrio de Mohandisin. Los choques ocurren mientras numerosos egipcios siguen accediendo a la plaza Tahrir para sumarse a las manifestaciones de protesta contra el régimen y que la oposición llamo a otra marcha masiva para el viernes. "Que Mubarak se vaya ahora. Queremos el cambio antes de septiembre", dijo Abdul Tahad, uno de los manifestantes, cuando accedía a la plaza Tahrir para sumarse a las protestas. Tahad aludía al anuncio de Mubarak, anoche, en el que indicó que no buscaría su reelección presidencial en los comicios de septiembre próximo, después de tres décadas en el poder. Anoche, en una plaza de la ciudad de Alejandría, a orillas del Mediterráneo, partidarios y contrarios de Mubarak se enfrentaron a golpes y la refriega sólo terminó cuando los dos sectores fueron separados por el Ejército.