Comentario Político

jueves, 14 de abril de 2011 00:00
jueves, 14 de abril de 2011 00:00

Aunque el gobernador cumpla actos demagógicos que pretendan alisar sus arrugadas charreteras; aunque desde distintos sectores del radicalismo se aspire a una despedida de nombramientos fáciles; aunque se articulen mil mecanismos para conservar esa poderosa herramienta electoral que fue el Frente Cívico, la realidad va a transitar por senderos distintos hasta el mismísimo 10 de diciembre. Y esa realidad va a ser mucho más dura con el radicalismo que con el futuro gobierno. Ahora mismo lo es. ¿O alguien puede aseverar que la paz y la concordia reinan en los territorios oficialistas? ¿O alguien dijo en más de treinta días que Brizuela del Moral no tiene nada que ver con la derrota? ¿O alguien puede suponer que el partido radical es un lecho de rosas donde hay una conducción indiscutible y una tropa perfectamente disciplinada? ¿O alguien piensa que todavía existe el Frente Cívico de las jornadas memorables del año 1991? Nada queda de todo aquello, solamente el dolor de ya no ser.
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Hasta la realización de una Convención de la UCR, hoy por hoy, resulta un hecho de difícil concreción. Una sola chispa en cualquier foro de debate, por pequeño que sea, puede generar un incendio de proporciones extraordinarias. Es que en los últimos tiempos las cosas no se hicieron bien y el sector brizuelista resolvió cuestiones que son vox populix; necesitaban de mayores consensos para aguantar la eventualidad de la derrota que finalmente se concretó. Si se ganaban las elecciones, como ocurrió tantas veces, las diferencias o los problemas personales eran superadas por el triunfo mismo y por la aplanadora que sintetiza un Estado avalado por el voto ciudadano.
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Pero como la vida sigue, la UCR deberá reunirse y buscar la mejor forma de evitar las fricciones. Para empezar, hay que pensar en la interna nacional, obligatoria y simultánea, del mes de agosto, donde posiblemente compitan Alfonsín y Sanz. Después sigue la elección de octubre, cuando hay que renovar la banca del diputado nacional Paroli. Varios renovadores piensan en dotar de fueros a Brizuela del Moral, pero hay solitarios ganadores como Yayo Agüero y Coco Quintar, especialmente este último, que piensan que sería antiético que el Gobernador vaya por este cargo después de haber perdido la rereelección. Como puede apreciarse, los problemas son más que palpables. Después viene lo peor. La entrega del poder y el llano en profunda lontananza.
 

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