Si bien la elección de diputados nacionales por Catamarca será a fines de octubre, los nombres de los candidatos deben estar mucho antes. De acuerdo con la nueva ley electoral, que hará su debut absoluto en 2011, quien pretenda estar en la grilla final deberá pasar antes por la interna abierta, obligatoria y simultánea del domingo 14 de agosto, que convoca a la totalidad de los partidos políticos de los 24 distritos electorales. Para esta instancia, vale aclararlo, los postulantes deben registrarse con una anticipación de 50 días, es decir el 25 de junio, con lo cual llegamos a la conclusión de que los catamarqueños tienen que determinar candidatos en exactamente 60 días. Y antes deben formalizar las alianzas. Por ello, más que para analizar “la tragedia de marzo”, los radicales han citado a su Convención Provincial para el 20 de mayo. Allí, “les guste o no les guste”, como acostumbra a consensuar el ingeniero Brizuela del Moral, se tratará o comenzará a discutirse el tema candidaturas.
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Aunque parezca mentira, el sector que llevó al Frente Cívico a la perdición, pretende quedarse con la candidatura a diputado nacional y ya no tiene pruritos en señalar que el elegido será el actual gobernador. La situación no debe extrañar a nadie por la misma historia de Brizuela del Moral: cuando fue rector de la Universidad no quería largar por nada del mundo; en los tiempos de intendente no le importó quebrantar la Carta Orgánica para quedarse, finalmente avalado por la Justicia, con un tercer mandato. Y ahora, como gobernador, no le preguntó a nadie para apostar a la “re-reelección” que mandó al tacho al conjunto del Frente Cívico.
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Sin embargo, para esta oportunidad, le costará “más de un dolor de cabeza” apoderarse de la candidatura nacional que le otorgaría fueros a partir del 10 de diciembre. Son varios los que le recriminarán que las únicas derrotas del FCS -2005 y 2011- fueron bajo su conducción y que, para los que les gusta mentar las estadísticas, tiene el triste récord de ser el único gobernador en ejercicio de la historia que resignó el poder. Ninguna línea interna que no sea la propia, al menos por ahora, lo apoya. Lo menos que dicen es “que deje siquiera una vez el lugar a otro correligionario”.