El pase a retiro de los 25 comisarios de la Policía Federal se fundamentó en que tenían causas judiciales abiertas al igual que sumarios administrativos por faltas menores, según informa hoy el diario La Nación.

Además, al revisar los legajos de los oficiales en cuestión, los funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación concluyeron que no tenían una "conducta acorde" a la información que figuraba en sus declaraciones juradas.

Así, notaron que algunos de los comisarios desplazados tenían autos o propiedades que no habían sido declaradas y cuyo origen no pudieron justificar, por lo que fueron pasados a retiro.

Adicionalmente, hubo casos de oficiales que no cumplieron los objetivos dispuestos por Garré.

En tanto, desde el Ministerio de Seguridad afirmaron que el pase a retiro fue una consecuencia de la revisión de legajos, que se lleva a cabo cuando los oficiales jefes (comisarios) están habilitados para ascender a oficiales superiores (comisarios inspectores), al tiempo que explicaron que ninguno de los 25 oficiales en cuestión estaba acusado de algún delito grave.

"Estos comisarios no cumplían con requisitos mínimos exigidos para ocupar una jerarquía más, ya que no tenían lugar dentro de la institución. Se trató de una medida que forma parte del movimiento anual habitual de la fuerza de seguridad. Todos los años se tratan los ascensos y aquellos oficiales que no reúnen las cualidad necesarias son pasados a retiro", sostuvo un funcionario de esa cartera.