El Partido Solidario de Catamarca sostiene plenamente, en este 2 de abril, el derecho argentino por recuperar la plena soberanía sobre las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, con el convencimiento de que únicamente en democracia y en paz podrán volver a ser parte de nuestro territorio nacional.
El reciente y vergonzoso referéndum realizado por los isleños solamente sirvió para confirmar el total aislamiento de la postura de Gran Bretaña con relación a su pretendida soberanía sobre el archipiélago, cuando en realidad se trata de un vetusto enclave colonial.
Este 2 de abril se presenta de manera diferente y con un contexto mucho más propicio para encarar un proceso de diálogo, que es el planteo central de la diplomacia argentina.
La asunción de Francisco como nuevo Papa y el oportuno pedido de intermediación del Santo Padre solicitado por la presidenta Cristina Kirchner, abren las puertas para un diálogo digno y sincero sobre este tema prioritario no solamente para la Argentina sino para América Latina.
Así quedó demostrado en la reciente reunión llevada a cabo por la Cancillería de países hermanos Latinoamérica y el Caribe en Nueva York, donde quedó confirmado que la causa de Malvinas ya es una causa de la "Patria Grande", como soñaron San Martín y Bolívar.
Creemos que el Papa Francisco, no solamente por ser argentino, sino por buscar un mundo más justo, está en condiciones de abrir este diálogo que nosotros creemos absolutamente necesario y oportuno.
Al respecto, debemos recordar la vigencia de la resolución 2065 de las Naciones Unidas, porque constituye una decisión de la Asamblea General de esa organización, que el 16 de diciembre de 1965 votó, por 94 votos a favor, ninguno en contra y 14 abstenciones, el reconocimiento de la existencia de una disputa entre los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre la soberanía de las islas.
La resolución invitaba a ambos a proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comité Especial encargado de examinar la aplicación de la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales a fin de encontrar soluciones pacíficas a los problemas existentes.
En ese marco, es que buscamos como argentinos la plena unidad del pueblo en este reclamo justo, convencidos que las armas jurídicas están de nuestro lado.
Las condiciones del diálogo se dan en el marco de dos países democráticos, con mandato de resoluciones internacionales legales y legítimas. No es entendible, por lo tanto, que las actitudes, gestos y acciones concretas de Gran Bretaña sigan respondiendo a la lógica bélica de los tiempos de la Guerra, como si no diferenciara a un gobierno democrático, como el actual, de otro que no lo era.
Quizás esta estrategia responda al hecho de que conocen que en el diálogo seguramente se desnudará lo caprichoso de su idea colonialista.
La apertura del diálogo será la mejor forma de honrar la memoria de los caídos en la Guerra de Malvinas, a quien por su valor debemos perseverar en un camino democrático y pacífico detrás de nuestra justa reivindicación de soberanía.