Luego de la crítica del letrado

Pelea en el Colegio de Abogados: Crook le respondió a Díaz Martínez

miércoles, 1 de mayo de 2013 00:00
miércoles, 1 de mayo de 2013 00:00

El presidente del Colegio de Abogados, Rolando Crook, salió con una irónica respuesta a los dichos del miembro del Consejo de la Magistratura local por el Colegio, Rafael Díaz Martínez, quien lo cuestionó duramente.
En ese sentido, Crook señaló que “el Dr. Rafael Díaz Martínez junior, posiblemente inspirado en el asombro que le causó mi declaración pública, posiblemente por algún infantil deseo de aparecer en los diarios reivindicando vanguardias más fundadas en pulsiones juveniles e interesadas que en madura convicción, se ha permitido la más extrema dureza hacia mi persona por la sencilla razón de que, según su interpretación, yo debería pensar de otra manera”.
“No creo, conociendo al colega, que tengamos pensamientos tan diferentes, sin embargo, si acaso eso fuera exacto, no estaría mal que lo dijera, empero sin la extrema y casi ofensiva dureza a mi persona, ya no a mis ideas”, dijo el letrado, al tiempo que agregó que “la primera estocada descalificarte que recibo es más propia de un exabrupto originado por esa costumbre de leer ligera y mediocremente las cosas”.
Asimismo, Crook cuestionó que Díaz Martínez le endilgue la “representación institucional desde donde sostiene que vertí mis opiniones. Si hubiera leído un poco más lento mi reportaje, hubiera descubierto que exactamente lo primero que aclaro es que hablo en nombre propio”.
“No encuentro serios motivos para polemizar y simplemente deseo terminar esta sincera aclaración señalando que la real lealtad a un proyecto o modelo político, no crece con el comportamiento canino del conjunto de feligreses que lo integran, sino con la lealtad y valentía de aquellos que se atreven a la oportuna crítica o propuesta de enmienda al compañero”, sostuvo el presidente del Colegio de Abogados, y añadió luego que “nadie puede ejercer en soledad la conducción del poder sin el riesgo de enceguecerse monárquicamente y acabar bien confundido por la debilidad de aquellos que sólo saben vivar el canto y la esperanza”.
 

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