El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) viene llevando adelante un fuerte trabajo para regularizar la situación de muchos barrios de la provincia que no tienen escrituras. Según pudo conocer El Esquiú.com, muchos de los barrios que existen en la provincia tienen problemas con sus papeles.
En este sentido, el administrador del IPV, Dante López Rodríguez, señaló que “al momento de asumir esta nueva gestión nos encontramos con que la mayoría de los barrios tenían algún tipo de problemas con las escrituras. Hay un déficit muy grande en este sentido y de a poco lo vamos solucionando”.
“Así por ejemplo hay un barrio que los terrenos pertenecían a una empresa que ahora no existe”, señaló el funcionario, al tiempo que agregó que el organismo que conduce “debió realizar todo un trabajo con abogados, escribanos para ir solucionando el problema”.
López Rodríguez señaló además que el IPV tiene toda un área dedicada exclusivamente a tratar estos problemas.
El funcionario señaló que para evitar esta situación en la construcción de futuros barrios, desde esta nueva gestión “se adoptó otra metodología que consiste en no pagarle a la empresa que ganó la licitación para la construcción de un barrio hasta tanto no termine de presentar todos los papeles que tienen que ver con las escrituras”.
“De esta forma, nos garantizamos de no tener ningún inconveniente en el futuro con la titularidad de los terrenos”, aseveró el funcionario.

El caso de las 920

Entre los barrios que se encuentran en una situación irregular, el administrador del IPV mencionó al barrio de las 920 viviendas en la Capital provincial. López Rodríguez aseguró que este barrio “que ya tiene más de 20 años, no tiene las escrituras”.
“Así hemos puesto a trabajar a todo el personal de la parte legal del instituto para solucionar este problema y en los próximos días vamos a tener en regla el 33% de las escrituras”, sostuvo el funcionario al tiempo que acotó que “creemos que ha fin de año vamos a terminar de solucionar, con el 100% de los títulos de los terrenos saneados”. El administrador del IPV detalló que en el organismo “prácticamente no había papeles en torno al barrio”.
En esa línea, dijo que esto “ocasionó un fuerte perjuicio a la provincia y a la gente que habita en el barrio”. “Los vecinos del barrio no pagaban porque no tenían las escrituras de los terrenos. Consideraban que no valía la pena pagar sin tener la certeza de que la casa era de ellos y que no iba a venir otra persona que diga que es el dueño de los terrenos y los saque del lugar”, mencionó el funcionario, agregando que “la anterior gestión hizo poco y nada para solucionar este conflicto”.
Con la solución de este problema, el funcionario señaló que se va a producir un beneficio para los vecinos del barrio y el IPV, porque “con la certeza de que la casa es de ellos, de que tiene las escrituras del terreno, van a empezar a pagar”.