Estados Unidos reclama a Rusia que entregue a Snowden

El caso de Edward Snowden y el misterio sobre su paradero impactaron de lleno en la relación de EEUU con Rusia y China.
lunes, 24 de junio de 2013 00:00
lunes, 24 de junio de 2013 00:00

La localización del norteamericano Snowden, a quien Estados Unidos quiere juzgar por haber revelado cómo espía Washington a millones de personas de todo el mundo, se desconoce desde que el ex empleado de la CIA llegara ayer a Moscú pero no abordara un avión hacia Cuba en el que tenía un asiento reservado.

Snowden, de 30 años, llegó a Moscú tras haber burlado un pedido de extradición de Estados Unidos y abandonado Hong Kong, adonde había escapado a su vez desde Hawaii luego de revelar un espionaje electrónico masivo estadounidense y británico, en entrevistas con los diarios inglés The Guardian y The Washington Post.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien también es buscado por Estados Unidos por revelar información confidencial y que está dando apoyo logístico a Snowden, dijo que no podía suministrar muchos detalles sobre él, pero agregó que estaba "sano y salvo" y que su destino es llegar a Ecuador por una vía segura.

En una conferencia telefónica con periodistas, el australiano Assange, quien está asilado desde hace más de un año en la embajada ecuatoriana en Londres, dijo que el extécnico de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense busca también opciones de asilo en Islandia y otros países.

Ecuador, por su parte, anunció hoy que decidirá "con absoluta soberanía" sobre la petición de asilo de Snowden, horas después de confirmar la solicitud, informó la agencia de noticias EFE.

"Tengan la seguridad de que analizaremos muy responsablemente el caso Snowden y tomaremos con absoluta soberanía la decisión que creamos más adecuada", escribió hoy el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en su cuenta de Twitter.

En Washington, en breves palabras sobre el caso, el presidente Barack Obama afirmó desde la Casa Blanca que su gobierno está "siguiendo los canales legales apropiados" y cooperando con otros países "para asegurarnos de que la ley se cumple".
Snowden es acusado en Estados Unidos de tres cargos de espionaje y robo de propiedad.

Aunque no se sabe dónde está, dado que hoy se dijo que había viajado de Moscú a Cuba pero luego se confirmó que no había subido al avión, la Casa Blanca consideró que sigue en la capital rusa, por lo que pidió a ese país que le expulse a Estados Unidos.

"Esperamos que Rusia revise todas las opciones disponibles para expulsar a Snowden", dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.

El secretario de Estado, John Kerry, recordó desde Nueva Delhi que "la reciprocidad en la ley es una parte importante de las relaciones", al indicar que Estados Unidos extraditó a siete prisioneros a Rusia los dos últimos años.

Las autoridades rusas anunciaron que estudian la petición de Washington, según reveló una fuente anónima a la agencia rusa Interfax.

El caso ya tensó las relaciones de Estados Unidos con China y, según Carney, el rechazo de la solicitud de captura y entrega del exanalista tendrá un "impacto negativo incuestionable" en las relaciones bilaterales.

Estados Unidos, dijo Carney, no cree que Snowden pudiera abandonar Hong Kong en un avión con destino a Moscú por un fallo formal en la petición de extradición, por lo que haber alegado eso es una "elección deliberada" para dejarle escapar.
La Casa Blanca agregó que el fallo "desafortunado" que permitió a Snowden salir de Hong Kong sin que fuera detenido es "un revés" en los esfuerzos entre Washington y Pekín por "crear confianza mutua".

El Departamento de Estado confirmó que mantiene contactos con Ecuador y otros países implicados, y aunque dijo que no le consta que haya comunicación directa también con La Habana, señaló que hay modos de establecer contacto con el gobierno cubano.

El 9 de junio, Snowden reveló al diario The Guardian y al estadounidense The Washington Post que NSA y el FBI tienen acceso a millones de registros telefónicos amparados en la Ley Patriota, aprobada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Posteriormente, los periódicos revelaron un programa secreto conocido como PRISM, que permite a la NSA ingresar directamente en los servidores de nueve de las mayores empresas de Internet estadounidenses, como Google, Facebook, Microsoft o Apple, para espiar contactos en el extranjero de sospechosos de "terrorismo".

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