OPINIÓN

Debemos clarificar la información y el discurso minero

miércoles, 24 de julio de 2013 00:00
miércoles, 24 de julio de 2013 00:00

Ante las recientes opiniones apocalípticas y en algunos casos inexactas que vemos reflejadas en algunos medios de comunicación respecto a la situación actual del sector minero, considero que los distintos actores involucrados con la actividad tenemos la responsabilidad de clarificar la información y el discurso, con la finalidad de analizar objetivamente las causas que pueden estar afectando su desarrollo y de esta manera tener un diagnóstico correcto que nos permita apuntalar al sector productivo “más joven” y uno de los más dinámicos de la economía argentina, si lo medimos y comparamos en términos de inversión y generación de divisas.

Teniendo en cuenta los proyectos mineros concretados en los últimos años, las inversiones en ejecución (u$s 12.700 millones) y las proyectadas para los próximos años (u$s 3.700 millones), lo realizado por el sector es realmente destacable y el mismo seguirá evolucionando a pesar de los problemas coyunturales que se puedan presentar. Propongo entonces, clarificar y depurar cierta información periodística y analizar con objetividad y rigor técnico las causas que podrían estar afectando la actividad minera, con la finalidad de tener un diagnóstico correcto que nos permita minimizar los posibles efectos negativos.

Analicemos en primer lugar ciertas informaciones de medios periodísticos y publicaciones especializadas que tratan de vincular la situación por la que atraviesan algunos proyectos mineros importantes, con un clima poco propicio para las inversiones en nuestro país. Con respecto al proyecto binacional de oro Pascua-Lama con una inversión de u$s 8500 millones que sufriría una demora de 2 años en su puesta en marcha, nada tiene que ver la situación local ya que Lama, ubicado del lado argentino, sigue su desarrollo normal y se sabe que el problema surgió en Pascua, del lado chileno. Recordemos que ya se invirtieron u$s 4000 millones y que, más allá de la actual baja del precio del oro, este proyecto es uno de los más grandes del mundo en construcción que tiene además, los costos de producción más bajos por onza de oro. Se hace alusión también a la paralización del proyecto Potasio Río Colorado de la empresa brasilera Vale, que luego de conocida la amplia información difundida, queda claro que el principal problema que tuvo el proyecto responde a la situación de la empresa propietaria como consecuencia de la baja del precio del hierro, la aplicación de una multa multimillonaria por parte del organismo de recaudación brasilero -por el déficit operativo- y a decisiones estratégicas de la empresa. Seguramente este proyecto, en el que ya se invirtieron U$S 2.000 millones, será continuado por otros inversores asociados a Vale. En relación al proyecto de oro Famatina en la provincia de La Rioja, a cargo de la empresa canadiense Osisko, que también se lo asoció con problemas en el país, debemos destacar que el mismo nunca inició sus actividades exploratorias porque la provincia dejó sin efecto el contrato al no poder revertir la oposición de los sectores antimineros alentados por disputas políticas locales.

Se informa además que la actividad exploratoria disminuyó un 75% en los últimos 2 años (2011-2012), dato que se contradice con la cantidad de metros perforados, que llegó a 1.250.000 en el año 2012, transformándose en récord histórico. Se dice también que la economía argentina está perdiendo competitividad y que no es un país atractivo para la inversión minera porque de acuerdo con el ranking elaborado por la consultora norteamericana Behre Dolbear, Argentina pasó del puesto 14° al 15° entre las principales plazas mineras del mundo. ¿Podemos considerar esta situación como un indicador serio e inferir que nuestro país está dejando de ser atractivo?, qué dirán los chilenos entonces, que con más de 100 años de tradición minera y con una economía supuestamente estable, el último ranking elaborado por el instituto Fraser de Canadá presentado en marzo de este año en el evento minero más importante del mundo, como es el PDAC, ubica a Chile en el puesto 23° entre las jurisdicciones más atractivas para la actividad minera, cuando hasta el año 2011 se mantuvo dentro de los 10 primeros puestos.

Pasemos ahora a analizar las principales causas que estarían influyendo en el comportamiento del sector minero. Considero que el factor externo estaría explicando el actual amesetamiento o enfriamiento que empieza a observarse en la actividad -aunque habría que seguir de cerca su evolución para ver si estamos en presencia de un nuevo ciclo recesivo en el sector-, que se traduce básicamente en la caída de los precios de los principales metales como el oro, plata, cobre, zinc, hierro. La evolución del precio del oro depende básicamente de la “estabilidad” de los principales mercados del mundo y del comportamiento del dólar. El resto de los metales dependen básicamente de la demanda mundial en la que China juega un papel relevante. Esta situación dificulta la obtención de financiamiento para exploración por parte de las empresas junior, principalmente de Canadá y Australia.

En caso de entrar en un nuevo ciclo recesivo para el sector, no deberíamos dramatizar porque no sería la primera vez que nos encontraríamos en esta situación, ya que estaríamos en presencia de por lo menos el tercer ciclo recesivo de los últimos 20 años, contabilizando desde el inicio de la gran minería en el país que se dio a partir de la legislación del año 1993. Por otra parte, el largo plazo es una de las características distintivas del sector y por lo tanto debemos razonar y actuar en ese sentido, teniendo en cuenta que estamos en una actividad de riesgo dada las características de la exploración minera, con plazos extensos de maduración de los proyectos y de lenta recuperación de la inversión. Estimo que la actividad minera seguirá evolucionando dado que China, con 1.360 millones de habitantes continuará creciendo no a tasas del 10% promedio anual como en los últimos 30 años pero sí a tasas del 7% u 8% anual. Pensemos también en India, que con 1.100 millones de habitantes crece al 7% promedio anual desde hace más de 20 años y debemos prepararnos para el despertar del continente africano.

Respecto al aumento de los costos internos, considero que es preocupante ya que la baja del precio de los metales puede dejar en el camino a algunos proyectos marginales, aunque no debemos perder de vista la situación regional, ya que el aumento de los costos se está dando también en países como Chile y Perú; con el agravante de que el país trasandino presenta además serios problemas estructurales de abastecimiento de agua y energía para los proyectos, y en el caso de Perú se anexan serias dificultades con los pueblos originarios que reclaman para sí las tierras donde se localizan importantes yacimientos mineros.

En relación a las variables internas que podrían estar afectando el desarrollo del sector, considero que debemos hacer hincapié en mantener una legislación minera que sea competitiva con respecto a los otros países de la región y en este sentido ¿por qué no pensar que en el marco del Mercosur podamos tener una legislación homogénea para los países mineros de la región? Y, en la situación de algunas provincias que con sus legislaciones antimineras afectan la actividad no sólo de esas jurisdicciones sino la del país en general, ya que el inversor extranjero muchas veces no entiende nuestro comportamiento federal. No desconozco las dificultades que puedan ocasionar medidas como las retenciones, la remisión de utilidades y el control de cambio, pero considero que alguna de ellas son transitorias y por lo tanto se van solucionando, y otras responden a medidas de política económica que el sector minero debe allanarse como cualquier otro de la economía argentina.

Pensemos entonces cómo podemos destrabar la ley que durante la gobernación de Cobos detuvo la actividad minera en una provincia con excelentes recursos como es Mendoza, o en la provincia de Chubut, que tiene paralizado uno de los proyectos de plata más grandes del mundo como es Navidad, o en las recientes medidas aplicadas por el gobierno de Santa Cruz que para paliar su déficit fiscal echa mano a las empresas mineras aplicando un nuevo impuesto que grava el recurso minero. O en la provincia de la Rioja, donde la politiquería y la ignorancia pararon un gran proyecto minero como Famatina.

Por lo tanto, creo que debemos enfocarnos principalmente en estos problemas, donde las organizaciones empresariales y gremiales del sector, sumadas a las fuerzas vivas y organizaciones sociales provinciales que reclaman más empleo y la OFEMI (organismo que aglutina a 10 provincias mineras), deben jugar un rol más activo en la búsqueda de soluciones y apuntalar de esa manera el desarrollo del sector minero argentino.

 

Luis Manuel Álvarez
Economista
Presidente Cámara Minera Catamarca

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