La organización argentina del G20 ultimaba ayer los detalles en el predio de 25.000 metros cuadrados en Costa Salguero que recibirá, entre viernes y sábado, a los principales mandatarios del mundo para participar de la cumbre de líderes del bloque.
Obreros, pintores y técnicos se desplazaban de un lado a otro del complejo para concluir a tiempo los preparativos, según pudo constatar Télam en una recorrida por el lugar, junto con otros medios, acompañados por el coordinador general de la Unidad G20, Hernán Lombardi, a cargo del “mayor desafío de organización” que tuvo la Argentina en su historia.
El predio está dividido en tres sectores diferenciados con colores: zona amarilla, azul y roja, que tendrán diferentes niveles de acceso para la prensa, las delegaciones y los mandatarios.
Para acceder a cada una de esas zonas habrá pines de los tres colores y “golden pass” (pases de oro) para acceder sin restricciones.
En la denominada zona amarilla o mixta se dispusieron tres salas para ruedas de prensa con capacidad para 300, 190 y 90 personas; además de salas de entrevistas de distinto tipo, algunas con formato de living para la televisión.
En la zona azul, se dispusieron 17 salas para encuentros bilaterales que tendrán los mandatarios, algunas de ellas con traducción simultánea. Hay una sala especialmente armada para las reuniones bilaterales que mantendrá el presidente Mauricio Macri.
Por último, se encuentra la zona roja a donde podrá acceder cada líder junto con ocho funcionarios de su delegación. Dentro de esta zona, se encuentra el ingreso por avenida Costanera donde los Presidentes serán recibidos por Macri a partir de las 9.15 del viernes.
Tras los saludos protocolares, los mandatarios pasarán al denominado “salón de retiro” donde dialogarán a solas -sin sus comitivas- durante una hora y media, sentados en 22 sillones negros dispuestos en forma rectangular con mesas pequeñas y micrófonos.
Luego del retiro, los 20 líderes más los representantes de los 18 organismos invitados al encuentro se tomarán la tradicional foto de familia, en un lugar ya dispuesto en el interior del predio, donde esta tarde se amontonaban los mástiles a los que luego se les colocará la bandera de cada país participante.
A continuación, los participantes de la cumbre pasarán al gran salón del plenario, donde los 38 líderes se sentarán en círculo. Presidiendo la mesa estará el presidente Macri, quien será el encargado de dar la palabra a sus pares durante la hora y media que dure la sesión.
Detrás de Macri, se ubicarán ocho funcionarios argentinos, en tanto que a sus costados se ubicarán los presidentes que integran la troika: la canciller de Alemania, Angela Merkel -que presidió el G20 el año pasado- y Shinzo Abe, el primer ministro de Japón, quien presidirá el bloque el año próximo.
Tanto Alemania como Japón podrán tener sentados atrás, a modo de “sombras”, a cuatro funcionarios de sus comitivas, mientras que el resto de los países miembros del bloque tendrá tres.
Mientras se desarrolle la sesión plenaria, los líderes almorzarán en ese mismo lugar.
Según confiaron desde la organización, algunas delegaciones solicitaron observar el proceso de cocción de los alimentos que ingerirán durante la cumbre, mientras que otras solicitaron ingresar médicos a la zona roja para que se encuentren a una distancia de 20 metros del mandatario de su país.