33 de mano

miércoles, 26 de diciembre de 2018 00:00
miércoles, 26 de diciembre de 2018 00:00

Tan pequeño en su formato y tan enorme en su contenido: “El valor de las pequeñas cosas”. El librito cabe en una mano desde sus páginas brotan reflexiones y enseñanzas tan necesarias, especialmente en estos tiempos donde la crisis nos castiga de manera impiadosa y en los cuales se impone deponer de algunas actitudes negativas para intentar tener gestos que dignifiquen la vida. “No es lo mismo que vivir, honrar la vida”, escribió con sabiduría Eladia Blázquez. En las páginas 12 y 13 nos detenemos y leemos:
  
- Aprende a escuchar la voz de las cosas, de los acontecimientos. Verás como todo habla, todo se comunica contigo.
  
- Con cada falta de delicadeza, hiero un poco a aquellos que me quieren.
  
- Con cada desatención no soy ni educado ni cristiano.
  
- Con cada mirada de desprecio, alguien resulta golpeado.
  
- Con cada gesto de impaciencia doy una bofetada invisible a los que viven a mi lado. Con cada perdón que niego, va un pedazo de mi egoísmo.
  
- Con cada perdón que niego, va un pedazo de mi egoísmo.
  
- Con cada resentimiento que esbozo, revelo algo de mi amor propio herido.
  
- Con cada palabra áspera que digo, pierdo unos puntos para el cielo soñado.
  
- Con cada limosna que niego, alejo más triste a un pobre hermano.
  
- Con cada juicio malicioso, aflora mi lado mezquino.
  
- Con cada oración que no hago, pierdo un mundo de gracias.
  
- Con cada burla que hago, peco contra el silencio.
  
- Con cada llanto que enjugo, hago más feliz a un hermano.
  
- Con cada acto de fe, canto un himno a la vida.
  
- Con cada sonrisa que desparramo, planto una esperanza.
  
- Con cada espina que arranco, alguien besará mi mano.
  
- Con cada espina que clavo, lastimo el corazón de un semejante.

 //////////

 Cada uno de los pensamientos tiene su razón de ser. Hay términos como herir, desatención, desprecio, impaciencia, egoísmo, aspereza y mezquindad, entre otros. Y no son precisamente estas las herramientas con las cuales vamos a formar un ejército capaz de ayudar a sortear el temporal. Urge recuperar la presencia de tantas virtudes ausentes: amor, solidaridad, amistad, comprensión, tolerancia, respeto y, por sobre todas las cosas, una mirada piadosa y generosa al hermano que nos está pidiendo una mano. Ese que está sufriendo en la Argentina de hoy. Nos animamos a pedirlo desde este espacio porque conocemos en gran parte al ser catamarqueño. Y nos honra poder gritar a los cuatro vientos lo que escuchamos de la boca que quienes nos visitan: “son buena gente los catamarqueños”. Gente churita, hablando entre nosotros. Rompamos los prejuicios de que todos aquellos que andan pidiendo “alguito” para llevar a la mesa de su casa son unos vagos. Nos miremos con desprecio a los chicos que nos dan una estampita de la Virgen del Valle esperando a cambio una ayuda. Un pequeño gesto de nuestra parte puede significar un pedazo de pan para ese niño castigado por la pobreza. “Merecer la vida es erguirse vertical, más allá del mal, de las caídas”, cuenta Eladia en otra parte. No miremos sin ver a los que necesitan una palmada de aliento para salir adelante. No demoremos un “¿cómo estás?” al familiar, amigo, vecino o compañero de trabajo que atraviesa momentos difíciles de salud. Un gesto de interés de nuestra parte y sinceros deseos de recuperación pueden hacer el efecto de los remedios más caros. La estamos pasando mal y no es cuestión de perder tiempo en posturas cerradas y fanáticas. En actitudes caprichosas y mezquinas. ¿De qué valió pelearse por un partido de fútbol? De nada. Ya pasó. En la práctica un equipo ganó y el otro perdió. En el contexto general, perdimos todos. Hay cosas mucho más importantes en la vida: el otro, por ejemplo. Especialmente ese que necesita que le pongamos el hombro porque corre el riesgo de caerse y no levantarse más. Tenemos las herramientas. Entonces, mano a la obra. Eladia no escribió al azar “Eso de durar y transcurrir, no nos da derecho a presumir: porque no es lo mismo que vivir, honrar la vida”. Hasta el 2019. Y que sea un año bueno.

20%
Satisfacción
40%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
20%
Incertidumbre
20%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias