La encuesta de intención de voto, publicada ayer por El Esquiú, dejó certezas y dudas. Como quiera que sea, obviamente, no es más que la fotografía del escenario político de fines del presente año y deja las primeras conclusiones con vista a lo que se viene, el electoral 2019. El trabajo realizado en la semana del 19 de diciembre por el Instituto de Opinión Pública y Proyectos Sociales (IOPPS) que conduce el consultor Antonio De Tommaso –ya hizo y acertó encuestas anteriores sobre Catamarca-, determina en primera instancia que la gobernadora Corpacci mantiene altos niveles de aceptación y, de ir por la reelección, ganaría en marzo por cifras mucho más amplias que las logradas en 2011 y 2015, cuando dejó en el camino a Eduardo Brizuela del Moral. Ese sería el dato de mayor consistencia y no cambiaría demasiado si se vota dentro de 60 ó 90 días. Si la elección provincial fuera en octubre, en coincidencia con las nacionales, nadie puede asegurar nada, toda vez que en un país como Argentina 10 meses es una eternidad. Hoy o en marzo, en definitiva, gana Corpacci. En octubre la apuesta puede ser otra.

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Una segunda conclusión tiene que ver con Raúl Jalil. Los números de la encuesta, dentro del espinel interpartidos, lo ubican como la única alternativa a Lucía Corpacci y lo afirman dentro del peronismo, donde ejerce la vicejefatura. Esto significa que si la actual gobernadora declinaría una tercera postulación, en el tiempo inmediato el actual intendente de la Capital sería la principal carta de triunfo, superando por diferencias importantes a contrincantes opositores como Brizuela del Moral, Rubén Manzi, Dalmacio Mera, Luis Barrionuevo o Flavio Fama. Si bien no se explican los motivos de la aceptación que detentan hoy Corpacci y Jalil, queda claro que, ambos, construyeron su imagen en base a trabajo y gestión, aparte de transmitir permanente respeto por la oposición. “En nuestro gobierno no hubo persecuciones. No hemos echado ni a peronistas ni a radicales”, dijo la semana pasada Jalil. ¿Alguien, decentemente, puede poner en duda esta expresión? Creemos que no.

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La sucesión de Raúl Jalil (no tiene reelección) en la intendencia capitalina también se refleja en la encuesta, al menos en la confirmación de los nombres. Por ejemplo, dentro del espectro peronista, aparecen posicionados Fernando Jalil, el diputado nacional Gustavo Saadi, los secretarios Fidel Sáenz, Maxi Brumec y Hernán Martel, a los que podrían agregarse otros. De allí saldría el elegido y si las elecciones son en octubre, se descuenta una primaria cargada de expectativas. Por el lado de la oposición, para este puesto, clave en el armado del poder, resaltan los nombres de Manzi y Fama, aunque hasta ahora no se ha nombrado al postulante radical que, con números en la mano, puede decir que tiene capital propio. Nos referimos al médico Roberto Gómez que, en 2017, recogió más de 27.000 adhesiones en la primaria que sostuvo con Brizuela del Moral. Dudamos que con esos guarismos se quede al margen y, por el contrario, en cercanía suya, hablan que podría aspirar a los máximos cargos, esto es, gobernador, intendente capitalino o diputado nacional. ¿Será?

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Para terminar con el análisis de la encuesta del Instituto de Opinión Pública y Proyectos Sociales (IOPPS), hay otro dato que se expone nítidamente. Tiene que ver con el presidente Macri. Su imagen negativa en la provincia alcanza niveles que hablan de una caída abrupta con respecto a 2015, donde si bien es cierto que perdió con Scioli, no lo es menos que logró un porcentaje decoroso. Si las consultas reflejan la nueva realidad, a los aliados del Jefe de Estado en la provincia, de ninguna forma, les convendría continuar en la búsqueda de fotos que los asocien con la Casa Rosada. Ponemos un ejemplo: en la semana, en los dos diarios locales, se publicó a un sonriente Rubén Manzi con el Jefe de Gabinete, Marcos Peña. ¿Le sirve esta postal al principal candidato de la oposición lugareña? Nos imaginamos tendrá su propia respuesta.

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El anuncio del diputado Lobo Vergara, dado durante la convención radical del pasado viernes, se confirmó en el día siguiente al festejo navideño. La UCR, el PRO, la Coalición Cívica, Movilización y otros aliados presentaron ante la Corte de Justicia una Acción Declarativa de Certeza para impedir que la gobernadora Corpacci convoque a elecciones en marzo próximo y, al mismo tiempo, estamparon una cautelar para que se declare la nulidad e inconstitucionalidad de la ley que, por única vez, suspendió las PASO para el supuesto que se habilite a votar en el turno de marzo. Al mismo tiempo, pidieron la inhibición de dos de los jueces del supremo tribunal. Se trata de Miguel Figueroa Vicario y Vilma Molina. A esta última por ser la hermana de Isauro Molina, uno de los diputados que votó a favor de la suspensión de las PASO. Suspicacias al margen, la oposición pretende que se designe subrogantes (metier complicado al filo de la feria judicial) o que resuelva la vieja Corte de tres miembros, que integraban José Cáceres, Amelia Sesto de Leiva y Raúl Cippitelli.

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Hablando de la Corte de Catamarca. La oposición, obstinada en la defensa de la dupla Cáceres-Sesto de Leiva, sobre la que pesa un pedido de juicio político, trata de negociar lo que sea a cambio que la iniciativa vaya al archivo. Ya lo hizo en momento de discutir la ley de suspensión de las PASO y ayer al tratarse el pago de la energía a CAMMESA con bonos que la Nación entregó a la provincia por la firma del consenso fiscal. Como no logró el objetivo, impidió la aprobación de la transacción que aliviará el flujo de fondos del erario y llevó al oficialismo a programar una sesión especial que, a partir de las 8 de la mañana, se llevará a cabo hoy para finiquitar el trámite. Por si fuera poco jugar contra los intereses de la provincia, la incomprensible rebeldía opositora llevó a anunciar que, una vez más, concurrirán a la Justicia para impugnar cualquier acuerdo que alivie a EC SAPEM. Esto impulsó a un diputado oficialista a señalar, irónicamente, que lo que pretenden es sesionar en la Sala A de la Corte o en el mismo despacho de “Pepe” Cáceres.

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El peronismo de Andalgalá ha intensificado el trabajo proselitista en busca de la soñada unidad. Con ese objetivo, y con la presencia de diferentes líneas, se realizó un congreso en Las Estancias, donde hizo las veces de anfitrión Cristian Gutiérrez, el intendente del lugar e hijo del caudillo de la zona fallecido el año anterior, Octavio Gutiérrez. Todos se prometieron observar conducta partidaria, en orden a consensuar los precandidatos a intendente y senador departamental. De fondo, en el debate, hubo coincidencia general que el 2019 puede ser el año para terminar con la hegemonía radical y el reinado de Alejandro Páez, quien está impedido legalmente de ir por la reelección. De hecho, la encuesta de De Tommaso, indica claramente que en Andalgalá puede cambiar el color político, lo mismo que en Fray Mamerto Esquiú.

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Adriana Díaz, líder nacional del Partido Intransigente, lleva un año como diputada provincial y, sin temor a equívocos, puede decirse que fue una de las legisladoras que tuvo mayor actividad, no solo en el plano legislativo, sino también en las arenas partidarias. Los resultados se reflejan en el informe de gestión que, ante los medios periodísticos, acaba de presentar. Logró la aprobación de tres proyectos de Ley, lo que no es poca cosa. Se trata de la adhesión a la Ley Nacional de Educación Sexual Integral; la de Prevención y Protección Integral contra el abuso y maltrato a los adultos mayores y la que establece el 18 de marzo como día provincial de los derechos de las personas trans. Acompañó, asimismo, la paridad de género y presentó, en total, 40 proyectos de distinta naturaleza, la mayoría de ellos relacionados con los derechos humanos. Otra acción de Díaz fue la representación de Catamarca en la audiencia pública de ENARGAS y fue la primera legisladora catamarqueña en apoyar la Interrupción Voluntaria del Embarazo. En calidad de integrante de la COPPAL (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe), dijo presente como veedora de las elecciones en Honduras y Paraguay. Como puede apreciarse, Adriana no fue una legisladora más. Su labor tuvo la dinámica de una dirigente con peso e ideas propias a favor de sus convicciones. Independiente de sus posiciones políticas, una labor digna de méritos.

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RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes” de la fecha con el repaso de acontecimientos de hace 25 años atrás. En diciembre de 1993, en lo que pudo ser el primer conato político dentro del Frente Cívico que acababa de formarse, el exdiputado intransigente, Pablo Sánchez, denunciaba al exministro de Educación, Luis Varela Dalla Lasta, de persecución ideológica y de no cumplir con los preceptos fundamentales del sector creado al calor de las marchas del silencio. El conflicto surgió a raíz que la docente Berta Cosmi, jefa de preceptores del Colegio Nacional, había sido separada del cargo con suspensión del cobro de su sueldo. La respuesta del extinto ministro se tradujo en una frase que se hizo famosa en aquellos tiempos. “Sánchez es un aprendiz de tartufo que, antes que nada, debería leer el Estatuto del Docente”. La palabra tartufo, que se la emplea poco, quiere decir “hipócrita y falso”, con lo cual no fue precisamente una caricia para Sánchez que, sin embargo, logró que a Cosmi le devolvieran el cargo y le pagaran el sueldo.

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En materia económica, a fines de 1993, digamos que había buenas noticias. La inflación que daba a conocer el INDEC alcanzaba el 0.1% y lograba el sexto mes en fila con resultado inferior al 1%. Por cierto, el dato llenaba de alborozo al exministro Domingo Cavallo, padre de la convertibilidad, que anunciaba que después de 1995 seguiría siendo el jefe de la economía.