Preocupación por la quita al transporte y la tarifa social de energía
Guerrero cuestionó el “vedetismo político” y pidió transparencia en los subsidios
La diputada oficialista desparó contra legisladores “que viajaron a Buenos Aires para tomarse una foto con funcionarios”.Candente cierre de sesión se dio ayer en Diputados. Sucede que se invirtió el orden del día, con lo cual el último punto a tratar fue “comunicaciones”. Fue allí cuando se planteó el trabajo de una de las comisiones, seguido de un improductivo debate en que la frase que resonó fue “vedetismo político y síndrome de fin de mandato”.
La estéril discusión inició cuando Paola Bazán (Vamos Juntos-Cambiemos) afirmó que “de forma arbitraria se baja el trabajo de la comisión de Cultura y Educación”, denunciando que se le impidió “firmar el libro de asistencia” por cuanto “solo lo puede abrir el presidente o secretario de la comisión”. “No se puede negar el derecho de dejar asentando que se asiste a la comisión”, remarcó.
Isauro Molina (FJPV) tomó el guante, puesto que preside dicha comisión. Explicó que en dos ocasiones no hubo quórum, por ende se levantó la comisión. Mencionó que en una estuvo Alejandra Pons (FCS-Cambiemos) poniéndola de testigo. Incluso dijo que en la semana del 29 hubo una reunión por la ley ESI en la que “Bazán no apareció” y a los pocos días “sugirió atender al grupo Somos Más: tampoco asistió”.
La diputada sostuvo que era una mentira y remarcó que “dejar registro en el libro es para mostrar este tipo de mentiras”.
Haciendo hincapié en el reglamento interno, Augusto Barros (FJPV) reseñó que todo se trata “de la conformación del quórum”. Para demostrar su punto, pidió el registro de la sesión del 1 de agosto y dijo: “Cuando no hay quórum, no se firma el libro”.
Así, Barros evaluó que Bazán tenía un planteo, “que quiere dar a conocer su presencia en la comisión”. De fondo, la diputada contestó “por supuesto, no pueden esconder el libro”.
Maximiliano Rivera (FJPV) trató de poner paños fríos sugiriendo: “Que una pequeña desavenencia no sea la vara con la que se mida el trabajo de la comisión”.
A su turno, Verónica Rodríguez Calascibetta (FCS-Cambiemos) remarcó que “no se puede esconder el libro” y refutó la mirada de Barros: “No es la misma situación para la sesión que para la comisión”. Expuso que si un diputado no concurre tres veces, se le debe descontar, pero “¿cómo se va a determinar la falta si el libro no está disponible?”. “Necesitamos transparentar la asistencia de todas las comisiones”, arrojó.
Cecilia Guerrero (FJPV) fue la última oradora. Reconoció que “estos debates son inoficiosos, absurdos” y disparó sobre la transparencia: “Habría que transparentar otras cuestiones, como los fondos que cada diputado tiene y utiliza en subsidios o la situación de los legisladores que viajan a Buenos Aires a sacarse fotos con funcionarios nacionales, por qué medios se fueron y si se solventaron con fondos públicos”.
“Este no puede ser el lugar para hacer vedetismo político por parte de aquellos que parece que empiezan a sufrir el síndrome del fin del mandato”, concluyó Guerrero.