Apuntes del Secretario

jueves, 31 de enero de 2019 00:00
jueves, 31 de enero de 2019 00:00

Conforme lo predijo El Esquiú, las elecciones provinciales se desarrollarán en Catamarca el domingo 27 de octubre. La gobernadora de la provincia, doctora Lucía Corpacci, mantuvo hasta último momento la posibilidad de desdoblar los comicios locales de los nacionales y convocarlos para marzo, pero por atendibles razones económicas y consejos de sus principales asesores políticos, optó por repetir lo hecho en los años anteriores (2013, 2015 y 2017). El plazo para firmar el decreto venció a la medianoche del 30 de enero, pero desde los días previos se sabía que la decisión estaba tomada. De hecho, este secretario incluyó en sus “Apuntes” del pasado martes la afirmación que las elecciones se harían en forma conjunta con las nacionales en octubre, votándose previamente –el 11 de agosto- las primarias, con cierre de las listas de precandidatos el 22 de junio. De esta manera, se acabaron las especulaciones y todos los partidos políticos de Catamarca tendrán tiempo de sobra para armar sus estrategias electorales. Lo que no terminaron fueron las críticas, algunas injustas como las expresadas por el inefable diputado radical Luis Lobo Vergara.

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Para el expresidente del comité provincial de la UCR, los plazos de convocatoria se vencieron hace tiempo y hubo “manipulación de las reglas de juego del proceso de competencia electoral”. Sobre el primer punto, Lobo Vergara alude que, teniendo en cuenta la ley de PASO, la convocatoria debió realizarse a fines de octubre, pero omite aceptar que la Legislatura provincial, de la cual forma parte, sancionó una ley que suspendía “por única vez” esas primarias, por lo cual el plazo se corrió hasta el 30 de enero. Y sobre la manipulación, lo repetimos una vez más, hay que tener autoridad para criticar. El Frente Cívico, cuando era gobierno, hizo uso y abuso de las absurdas clausulas constitucionales y llamaba a elecciones cuando le convenía y, si era posible, cuando al peronismo no le quedaba tiempo para armar listas a través de una interna partidaria. Lo más grave de esta cuestión fue cuando, en 2014, la gobernadora ofreció reformar la Constitución, un plan que incluía establecer certezas electorales, y los radicales se opusieron. En aquel entonces, Lobo Vergara era presidente de la UCR y jefe del bloque partidario en la Cámara de Diputados. Por lo tanto, le caben las mayores responsabilidades. Quejarse ahora es esfuerzo completamente estéril.

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También la Justicia mereció la reprobación del diputado Lobo Vergara, uno de los radicales que busca la reelección. Para él, se tendría que haber expedido sobre la eventual inconstitucionalidad de la ley que aprobó en noviembre pasado la mayoría peronista y suspendió las PASO. Como se sabe, la Corte de Catamarca anunció que trataría el tema si es que la gobernadora, al final de esta historia, convocaba para marzo. Como no lo hizo, deviene absurdo analizar un instrumento legal que no podrá ser usado. Se trata de algo parecido a lo que ocurrió con la presentación de la alianza Cambiemos contra la convocatoria del plebiscito riojano para consultar al pueblo si aceptaba la re-reelección del gobernador Sergio Casas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación indicó, en su momento, que se expediría si es que Casas queda finalmente habilitado, lo que todavía es materia de discusión.

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Independiente de la cuestión económica, atendible por la dura realidad de los tiempos, otro punto de análisis para no adelantar las elecciones tuvo que ver con un nefasto antecedente. Fue lo que ocurrió en 2011, cuando Lucía Corpacci venció desde el campo opositor a Eduardo Brizuela del Moral y, éste, ya sin poder real, debió soportar una transición de nueve meses. Esa situación llevó al exgobernador a cometer en errores de gravedad institucional, como entregar viviendas sin terminar o pasar a planta permanente más de 5.000 empleados, lo que complicó el arranque de Corpacci. Varios de los exfuncionarios, paralelamente, no entregaron documentación y bienes del Estado a sus sucesores. Todo fue muy lamentable y está bueno que no se repita nunca más. Si en octubre próximo gana un opositor, la transición será de 40 días, tiempo escaso como para andar pensando en trapisondas.

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Está prácticamente confirmado que el espacio político “Argentina Federal”, de profundo sesgo antikirchnerista, será la tercera opción en las presidenciales de octubre. También se descuenta que discutirán –seguramente en las PASO del 11 de agosto- la candidatura principal el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el exintendente de Tigre, Sergio Tomás Massa. Esta situación, obviamente, determina que ese día también se vote en Catamarca por uno u otro. Se descuenta que el voto a favor de Massa lo alentará y defenderá el barrionuevismo (no por casualidad Graciela Camaño en la jefa política del masismo), con lo cual la duda se traslada al sector de Urtubey. Y aquí no cabe pensar en otra figura que no sea Dalmacio Mera, el defensor acérrimo de la guardia salteña y primo hermano del precandidato presidencial. El debería ejecutar el armado electoral y elegir el precandidato a gobernador, si no es él mismo. En cualquier caso, será la mejor oportunidad para conocer su poder electoral y cuánto influye el senador nacional dentro del peronismo lugareño. Cuando ganó la banca, integró la boleta que llevaba a Corpacci como gobernadora y a Jalil como intendente. Es decir, tomó los votos del conjunto del peronismo. En esta ocasión, sea contra Corpacci o Jalil, iría por cuerda aparte.

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El único enfrentamiento definido entre intendentes, al menos hasta ahora, es el de Fray Mamerto Esquiú. A 140 días de la presentación de las listas, ya se sabe que Guillermo Ferreyra irá por la reelección y su contrincante será Humberto Valdez, el actual diputado y hombre fuerte del departamento chacarero. Ya por estos días ha comenzado la lucha retórica. El exintendente por tres períodos indicó que el actual incumplió sus promesas de campaña, aunque no aclaró cuál fue su propia producción. Ferreyra le replicó y dijo que el postulante radical “forma parte del pasado”. En la presente semana se agregó un nuevo ingrediente: Valdez aseguró que está trabajando con dirigentes peronistas y éstos afirmaron que formarán la “para peronista” del Frente Cívico en el departamento. Esa sí que nos parece una idea vieja, que se gastó en la década del 90 cuando los radicales eran gobierno y tenían figuras de predicamento como Juan Carlos Balverdi, Raúl Blas Bosch o Miguel Marcolli, por nombrar solo algunas. Los de Fray Mamerto, por lo que se sabe, fueron funcionarios de Ferreyra que éste relevó, por lo que sus discursos pueden nacer del resentimiento, algo que la gente sabe percibir.

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Parece una burla. A fines de la década del 90, a instancias del gobernante Frente Cívico, la Legislatura provincial dispuso el otorgamiento de pensiones –también lo hizo con artesanos mayores de 60 años- a tres destacados deportistas de nuestro medio. El beneficio era para el exfutbolista Manuel “El Yareta” Salcedo; el notable basquetbolista José “Cholo” Robledo (para muchos, el mejor de todos los tiempos) y el multifacético Orlando “Niní” Vega (brilló tanto en el fútbol como en el básquetbol y el vóleibol). Cuando han pasado prácticamente 20 años llegamos a la conclusión que se trató de una falsedad que ofende la dignidad humana. Ninguno de los tres cobró un  céntimo y dos de ellos, Salcedo y Robledo, fallecieron hace varios años. El único sobreviviente del engaño es Orlando Vega que, habiendo pasado los 75 años, todavía espera una respuesta a la expectativa que crearon los propios legisladores de Catamarca. En esa dirección, las actuales autoridades de la Cámara y los legisladores radicales especialmente, podrían instar a que se cumpla la palabra empeñada. En este caso no se trata de una palabra cualquiera. Es la del Estado provincial. ¡Una vergüenza!

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RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes” de la fecha con la memoración de acontecimientos del pasado. Tras largas negociaciones y viajes permanentes de exfuncionarios –Hernán Colombo, Jorge Greco, etc- a la Capital Federal, el 20 de enero de 1994 Catamarca firmaba el Pacto Fiscal con el gobierno de Carlos Saúl Menem. El acto fue ejecutado por el exgobernador Arnoldo Aníbal Castillo y se cumplió en la residencia oficial de Chapadmalal. El instrumento legal se dio en llamar “Pacto para el Empleo, la Producción y el  Crecimiento” y contenía una serie de exigencias pergeñadas por el exministro de aquel tiempo, Domingo Felipe Cavallo, un funcionario como poderes extraordinarias al que se lo identificaba y se lo identifica como el padre de la convertibilidad, aquel sistema que establecía el valor del peso igual a un dólar, con lo cual se pudo contener la inflación por un tiempo, pero terminó con las puebladas de diciembre de 2001, cuando hubo cerca de 30 muertos en la Capital Federal. Este Pacto Fiscal que firmó Castillo trajo algunos alivios económicos para la provincia, como por ejemplo los envíos regulares de dinero para el pago de los sueldos en término. En contraposición, originó serios perjuicios, como ser la transferencia de la caja de jubilaciones a la Nación y ajustes generalizados en medio de la ola de despidos que existía a comienzos de 1994.
 

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Comentarios

31/1/2019 | 01:21
#149006
......y Lucía firmó el Pacto Fiscal con Macri, saquen ustedes sus propias conclusiones. ¡Que sigan los sueños!!

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