Con 30.000 votos a favor como margen obtenido en las PASO, Gustavo Saadi era el candidato que más ponía en juego en el debate de candidatos a intendente de la Capital, y al cabo de dos horas en las que nadie deslumbró especialmente, bien puede haber sido el que se retiró más satisfecho al culminar el encuentro en el complejo Urbano Girardi.

No hubo chicanas, agresiones, ironías ni ataques en los cinco segmentos de exposiciones. Limitadísimos en el tiempo, todos se concentraron en dar a conocer la mayor cantidad de propuestas posibles.

El sistema del micrófono que se cortaba automáticamente al cumplirse el tiempo, como alguna vez se hizo en la entrega de los premios Oscar, marcó algunas interrupciones abruptas, pero casi todos pudieron expresar sus mensajes sin mayores inconvenientes.

Simón Hernández optó por leer, mecánica que luego también adoptó Maximiliano Mascheroni, más relajado cuando leía que cuando tuvo que hablar de memoria.

Saadi y Fama fueron los más solventes al expresarse, serenos, con discursos claros y sin tropiezos de dicción.
A Estela Moreno la traicionaron los nervios en algún momento, pero con el correr del debate se fue soltando y pudo exponer sus ideas.

No hubo papelones ni escándalos y el debate cumplió su propósito de ofrecer a los vecinos una oportunidad de escuchar las propuestas.

Allí, salvo algún detalle puntual, todos vislumbraron el mismo horizonte de necesidades y acciones necesarias. Hubo notables coincidencias en las principales áreas, lo que expresa que son evidentes los aspectos que deben mejorarse en la mayor urbe de la provincia.

Con un tono casi monocorde, una conducción muy profesional de Mario Carreño y Mariana Ventrice, el debate no tuvo ganadores ni perdedores contundentes y las simpatías personales definirán el resto.

Por lo pronto, la paridad sirve al candidato del Frente de Todos, que puso sobre la mesa una importante ventaja y se retiró tal como había llegado. No es poca cosa, ya que los opositores tenían la oportunidad de modificar el panorama, y queda la sensación de que no la aprovecharon.