El ministro de Salud, Ginés González García, cumplió rápidamente con la promesa de reponer el nuevo “Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo”, que había sido derogado por el ex presidente Mauricio Macri.

“No creo que sea fácil ni que el protocolo en sí mismo cambie la historia, pero nosotros estamos dispuestos a cambiar la historia mucho más allá del protocolo”, proyectó Ginés a dos días de asumir en el rejerarquizado ministerio. El sanitarista señaló que la guía —que tuvo pocas modificaciones respecto de la presentada por el exsecretario de Salud Adolfo Rubinstein— sistematiza los procedimientos médicos para que la ley se cumpla “de igual manera en cualquier parte del país”, aunque reconoció que “dependerá de la adhesión de cada provincia” y criticó a aquellas que han hecho de su rechazo un “combate contra el protocolo”, por lo cual se comprometió personalmente a seguir su aplicación. 

“La sociedad va cambiando y eso nos fortalece”, valoró el ministro en relación a la lucha del movimiento feminista, pero puso su anhelo en que el protocolo sea un “respaldo para los profesionales que estén cumpliendo con la ley”. En la conferencia realizada en Casa Rosada el funcionario subrayó que la “objeción de conciencia” es un acto individual que no se puede aplicar a las instituciones.

“La objeción de conciencia no puede ser una coartada para el incumplimiento de la ley en el caso de una institución”, sentenció el ministro.

Ginés indicó que el protocolo -que incorpora las modificaciones hechas al Código Civil y Comercial en 2015 y actualiza los parámetros de la intervención establecidos por la OMS- posiblemente deba ser actualizado en los próximos dos años.