Opinión de Germán Vittore

“Guerra distributiva” Progresividad vs. Regresividad

domingo, 22 de diciembre de 2019 00:26
domingo, 22 de diciembre de 2019 00:26

Un gravamen o impuesto es “progresivo” cuando recae con mayor fuerza sobre los sectores de mayores ingresos y es “regresivo” cuando afecta en mayor proporción a los sectores de menores ingresos (sólo para dar algún ejemplo podemos encuadrar en los primeros a los impuestos a los bienes personales, ganancias, autos de alta gama, etc., y a los derechos de exportación; y en los segundos, el más notorio sin dudas, al Impuesto al Valor Agregado -I.V.A.-, que tributa por igual desde el más pobre al más rico).


Por ende, se podría decir que un Estado es “progresivo” cuando toma medidas en mayor proporción orientadas a beneficiar a los más vulnerables de nuestra sociedad; y a la inversa, es “regresivo” cuando las toma en beneficio de los más poderosos.
La orientación que tome un gobierno en este sentido determinará qué distribución del ingreso nacional realizará.
Un claro ejemplo de “regresividad” son sin duda alguna todas las medidas de política económica y la Reforma Tributaria y Previsional que implementó el gobierno de Cambiemos durante sus cuatro años de gestión y uno de “progresividad” sería la nueva ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que impulsó el nuevo gobierno de los Fernández. Veamos.

Bajo el “Régimen Cambiemita” se:

z desreguló (todo) el mercado cambiario y financiero, nuestro comercio exterior, etc., etc., etc.;
z devaluó nuestra moneda (¡un 540 %!);
z eliminaron y disminuyeron derechos a las exportaciones y subsidios universales;
z implementó una Reforma Tributaria que redujo los impuestos a los bienes personales, ganancias, autos de alta gama, etc. y una Reforma Previsional que hizo perder más del 20 % de poder adquisitivo a todos los beneficiarios de la seguridad social;
z ataron a precios internacionales nuestros recursos naturales y alimentos;
z elevó la tasa de interés a la estratosfera;
z tomó una deuda externa descomunal hasta con el F.M.I. y a 100 años;
z quebró financieramente a nuestro Estado (“default”);
z ajustó para destinar ingresos fiscales al pago de los exorbitantes intereses (de deuda y timba);
z aplicaron inconmensurables “tarifazos” en los servicios públicos;
z etc., etc., etc.


Todas medidas que pagaron de su bolsillo todos los argentinos de a pie y que fueron a parar a las arcas de unos pocos poderes concentrados (que ya he enumerado mil veces en estas columnas y que ya todos deberían conocer a la perfección), provocando una desmesurada “estanflación” (recesión con inflación), un “industricidio” histórico y el incremento descontrolado y obsceno de la desocupación, del hambre y la pobreza.
¡Una gran redistribución “regresiva” del ingreso nacional!

En sólo 10 días bajo el “Régimen Albertista” pasamos:

z del verso de la “Pobreza Cero” a un “Plan integral contra el hambre” concreto (¡ya se está entregando la “Tarjeta Alimentaria” -de $ 4 mil por mes para madres con un hijo y de $ 6 mil para las que posean más de uno- que permitirá comprar alimentos a cerca de 4 millones de beneficiarios!);


z de la nefasta Reforma Previsional PRO mencionada a una actualización trimestral para recuperar los haberes jubilatorios y a un “bono” para los jubilados y pensionados que cobran la mínima de $ 10.000 en dos cuotas -diciembre y enero- garantizando además a todos que cobrarán como mínimo $ 19.608 en dichos meses (¡además se entregará también un bono de $ 4.000 en idénticas cuotas a todos los titulares de la AUH, la asignación por embarazo, por zona diferencial y por hijo con discapacidad!);
z de aumentos descontrolados de las tarifas a un congelamiento de las mismas por 6 meses; 


z a re-implementar y actualizar los derechos de exportación (el trigo y el maíz pasarán a tener retenciones del 12 % y la soja pasará del 25 % actual al 30/33 %) y el Impuesto a los bienes personales (elevando la alícuota y el alcance que poseía al 2015), sobre los autos de alta gama, etc.; 


z a promover un impuesto del 30 % -sobre el tipo de cambio oficial- por gastos con tarjeta de crédito (no débito) de cualquier bien o servicio cuyo proveedor sea del exterior (“dólar turista”) y por compra de divisas para atesoramiento (“dólar ahorro” -que hoy con el “Cepo PRO” es de u$s 200 por mes por compra electrónica y de u$s 100 por “ventanilla”-), lo recaudado por este gravamen (que se estima será de $ 95 mil millones) tendrá afectación específica (donde el 70 % será destinado a financiar la seguridad social -ej. Plan contra el hambre- y el 30 % para la vivienda solidaria -obra pública de mano de obra intensiva-);
z etc., etc., etc.


Todas medidas que frenan la caída de nuestra economía (limitando los abusos y privilegios de unos pocos), que cobran impuestos a los que más tienen, que ponen “plata en el bolsillo de la gente” y que auxilian en la emergencia a los flagelados y empobrecidos por el saliente gobierno neoliberal PRO.


¡Una gran redistribución “progresiva” del ingreso nacional!
Pasamos de la “tierra arrasada Cambiemita” (que pocos disfrutaron y que todos conocen y sufren); a la “tierra de la esperanza Albertista”.

Sanar, recomponer y crecer, ¡sin déficit, ni emisión!

Para salir de la postergación en la que se encuentra nuestro país y poder crecer, nuestro flamante ministro de Economía Martín Guzmán dijo: “No podemos permitir que el déficit crezca, no tenemos cómo financiarlo y no vamos a recurrir a la emisión monetaria. Sería desestabilizante”. ¿Entonces cómo hará para financiar todas las medidas anunciadas? No pagando la confiscatoria deuda ni sus descomunales intereses por varios años (renegociándola con firmeza) y obteniendo ingresos fiscales de manera progresiva. Queda más que claro, ¿no?


Asimilado todo lo expuesto, nos preguntemos: ¿algún argentino que “sin tener más tierra que la de los canteros del patio” (al decir de Jauretche) puede no estar de acuerdo con lo que se está realizando?

“Guerra distributiva”

Pero la resistencia de los poderes económicos y financieros beneficiados estos últimos cuatro años y de las altas clases sociales afectadas no se dejó esperar, acompañados del poder político y mediático que los representa, ¡ya están en pie de guerra!
El mal llamado “campo” amenazó (¡se declaró en estado de alerta y movilización!), el bloque de la “oposición constructiva” de Cambiemos no dio quórum en ninguna de las dos cámaras para el tratamiento de la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva (que se aprobó de todas maneras) y los grandes medios obsecuentes y monopólicos de comunicación (encabezados por Clarín y La Nación más todos sus satélites) no dejaron de “fogonear” y crear un clima de malestar social (aún tienen el poder para hacerlo -mientras se destruyó literalmente al país todo fueron excusas, peros, por un mejor futuro y el clima fue “amigable”; hoy, ni bien asumido el nuevo gobierno, ya se respira hostilidad y mal humor-).


La “guerra distributiva” será feroz, el poder de los poderosos de siempre es inconmensurable y tiene aún una capacidad de daño y de coaptación social tremendo. El nuevo gobierno progresista de los Fernández sólo posee la fortaleza y la convicción de sus colaboradores y el apoyo de una mayoría importante del gran pueblo argentino, el cual deberá estar propenso y atento para apoyarlo y sostenerlo cuando sea necesario, ante los cruentos embates que recibirá durante todo su mandato.
Esto recién empieza, está en juego nuestro futuro y el “fuego hostil” ya es intenso.
Nos encontramos el próximo domingo para despedir el año. Les deseo una Feliz Navidad a todos.

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Comentarios

22/12/2019 | 16:03
#149006
Típica nota partidaria sonsa
22/12/2019 | 09:14
#149005
Dejemos de pensar tanto en como distribuir la pobreza y empesemos a producir porque sino nos comen los piojos
22/12/2019 | 09:00
#149004
La misma perorata de siempre. Ya hemos pasado por todo tipo de gobiernos (Peronistas, radicales y alianzas) Todos un desastre y dejando al pais en ruinas. No cabe dudas que acá el problema no pasa por ser de derecha izquierda o centro ya hemos probado todas estas políticas económicas salvadoras . Aca la única política necesaria es generar las condiciones para poner el pais a producir,