Apuntes del Secretario

jueves, 26 de diciembre de 2019 00:29
jueves, 26 de diciembre de 2019 00:29

Lo que ocurrió en Mendoza con el proyecto que habilita la explotación minera es de una gravedad inusitada. Allí, con la venia del flamante gobernador Rodolfo Suárez –reemplazó el 10 de diciembre a Alfredo Cornejo, titular del comité nacional de la UCR-, peronistas y radicales procedieron a dictar una ley que no tiene parangón con ninguna otra parecida a lo largo de la historia argentina. El instrumento legal, que despertó las iras de los ambientalistas, habilita a utilizar químicos de alto poder contaminante, como el cianuro y el mercurio, para megaemprendimientos de oro, plata y cobre. Pero, además, permite que las empresas multinacionales del sector no presenten la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), requisito fundamental para ejecutar cualquier movimiento de tierra que pueda alterar el medio ambiente. Ni hablar de la minería, donde la DIA es más o menos como la portación del documento de identidad de cada ciudadano.

La medida, inconsulta y sujeta invariablemente a revisiones, solo se justifica por la situación de quebranto que, después de largos años de ajuste y recesión que han desembocado en la baja obligada de la recaudación, sufren la gran mayoría de las provincias argentinas. Sin embargo, ni siquiera esos padecimientos pueden llevar a extremos tan peligrosos como los que han propuesto los políticos mendocinos. Por ello, el Gobierno Nacional, a través del ministro del Ambiente, Juan Cabandié, salió a desligarse de los cuestionamientos. Señaló, sin atenuantes de ninguna naturaleza, que se trata de un “problema provincial” que no cuenta con el aval de la Casa Rosada. Queda claro que la política de alentar la minería que pregonó en campaña Alberto Fernández –al igual que antes lo hizo Macri- no fue bien entendida por lares mendocinos. El Jefe de Estado indicó que la actividad es fundamental para generar divisas, como lo hace Chile al otro lado de la Cordillera de Los Andes, pero aclaró hasta el cansancio que deben existir las condiciones previas relacionadas con la preservación del ambiente.

Con respecto al tema, provincias como Jujuy, San Juan, Santa Cruz o Catamarca han avanzado en la organización de la actividad minera como los países de avanzada. De hecho, por ejemplo, nuestra provincia es señalada en los foros mundiales como un atractivo para las inversiones y ello se debe a la organización legal que se ha consolidado en los últimos 20 años. No solamente está la experiencia de Bajo La Alumbrera, que no produjo contaminación, sino que se avanzó en las medidas de control que permiten extender la frontera minera hasta cercanías del macizo andino, donde varias empresas cumplen tareas de exploración del litio, un material estratégico que están reclamando los países más desarrollados del orbe. Hoy en día, hasta existen reglamentaciones exigentes para el uso de las ganancias mineras, las que nunca más podrán ser dilapidadas por irresponsables intendentes o gobernantes de toda laya que no comprendan que los recursos naturales no son renovables y, por lo tanto, sus ganancias deben ser empleadas en proyectos de desarrollo genuino.

Sobre el filo de la navidad, reapareció en la escena política el líder de la oposición política local, el senador nacional Oscar Castillo. Sin hacer ni la más mínima autocrítica sobre el proceso que condujo y llevó a la UCR a soportar la peor caída de la historia en octubre pasado, habló sobre lo que puede venir. En esa dirección, indicó para la nueva etapa: “Espero que cada uno tengamos el rol que tenemos que tener, es decir, me parece que hay que construir desde el lugar adonde estamos buscando comunes denominadores, abriendo paso a nueva gente, nuevas generaciones, me parece que ese es el camino” (sic). Sus palabras, como ocurre siempre, plantean un escenario casi abstracto y, de hecho, se reserva “un rol”, pero no dice cuál será. No indica, por ejemplo, si dará elecciones internas libres, sin trampas y con veedores judiciales, no como la compulsa trucha de 2018. No habla, asimismo, de una Junta Electoral plural. Es más. No alude a la convención de fin de año que mandó a convocar para suspenderla inmediatamente y llevarla al próximo año, seguramente cuando se venzan los tiempos para convocar a la interna de autoridades partidarias. En definitiva, los abordajes que esperan los afiliados no aparecen en el discurso incoherente, errante y, aparentemente, sin destino del mandamás radical.

Hay otros agregados imperdibles, tratándose de Castillo. Añade: “Cada uno de nosotros debemos entender -suponemos que, sin nombrarlo, se refiere a Brizuela del Moral- que tenemos ciclos. Creo, en mi caso, que debo opinar. Son ciclos de cambio. Casualmente hay que abrir el juego para que sean otros los protagonistas” (sic). A propósito de esto, no sabemos exactamente cuáles son los “ciclos de cambio”, como sí sabemos que recientemente tuvo la oportunidad de poner un secretario en el armado del comité nacional y nombró a su propia hija, María Lila. ¿Será este el cambio radical que nos propone el eterno senador? Ya lo veremos, pero queda claro que ni piensa retirarse, así vengan vientos terriblemente adversos a su figura, como los de octubre pasado. Brizuela del Moral, en cambio, fue mucho más explícito en su momento y cumplió. A pesar de tener la mejor intención de voto dentro del radicalismo, afirmó que no iba a ser candidato en 2019 y no lo fue. Conclusión: Castillo y Brizuela no son iguales. Tienen diferencias.

El diputado Alejandro Páez, que ya está de vacaciones como tal -la referencia vale para todos que asumieron hace pocos días y no van a hacer nada hasta el 1 de mayo de 2020-, terminó aceptando que dejó el municipio de Andalgalá en condiciones desastrosas. Ahora bien, como la gran mayoría de los radicales, no tiene autocrítica. No reconoce errores, malgastos, nombramientos electorales, aislamiento con relación a los gobiernos provincial y nacional, etc. Por el contrario, le endilga las culpas a la situación financiera que se instaló en el país en los últimos años. O sea en el gobierno de Mauricio Macri. Lo raro del caso de Páez, y varios otros, es que el exjefe de Estado fue el más votado entre todos los candidatos de “Juntos por el Cambio” dentro de la provincia de Catamarca. ¿Quién tiene los pecados capitales entonces? Por los resultados obtenidos, los comprovincianos de la oposición parecen entender que Macri es mejor que la dirigencia local y todos “los Páez” que se presentaron a la elección.

Llegando al decimoquinto asalto de la pelea SOEM-gobierno municipal, cual si fuera una contienda boxística, deberíamos decir que ha rebajado considerablemente el ataque gremial y sus posibilidades de influir en el jurado son escasas. No solamente hay que considerar que desde la autoridad laboral se ha ordenado el cese de la drástica medida -comenzó al minuto cero de la gestión Saadi-, sino que también la asistencia a las movilizaciones se ha reducido, al punto de enfrentar a manifestantes contra no manifestantes que, equivocadamente, creen que sus reclamos por trabajos formales, en lugar de los precarizados, pueden tener éxito. Si eso ocurriera -los no planta permanente son más de 4.000- el Municipio quebraría y ni siquiera podría pagar el sueldo a los más de 3.000 asalariados formales. Por otro lado, el mismo Walter Arévalo -jefe del gremio-, independiente de ratificar la continuidad del paro, aflojó algo al peticionar a Inspección Laboral que se convoque al diálogo. Eso parece más razonable para recuperar el poder que había logrado cuando levantó las banderas contra el plus médico y que hoy parece resignar ante sus propios afiliados.

RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, en el último bloque de los “Apuntes” incluimos los sucesos del pasado.
El Club de Leones de Catamarca, a fines de 1994, distinguía con la entrega de diplomas a los mejores compañeros capitalinos de 7mo. Grado. Lo hacía en la sala “Ezequiel Soria” del Cine Teatro Catamarca. Entre las autoridades que asistieron al acto figuraban la directora de Cultura de la época, Graciela Mentasti; la interventora del Consejo General de Educación, licenciada María Pasión Rodríguez de Grass; supervisores, directivos de distintos establecimientos, alumnos distinguidos y padres. El discurso central estaba a cargo del león Arturo Nieva. Explicaba la finalidad de las distinciones y los motivos que originaban la iniciativa, partiendo del lema que los identificaba: “Nosotros servimos”. Esto es, priorizar la amistad entre los hombres y los pueblos como un aspecto fundamental de su filosofía. 

La entrega de los premios estaba a cargo de los leones García Paz y Ricardo Diego María Moreno, además de Francisco Ocampo, Mercedes de Aguaysol y Ángel Carpio. La nómina parcial de alumnos distinguidos por sus compañeros fue la siguiente. ESCUELA BELGRANO: Pablo Antonio Suárez, Raúl Osvaldo Cabrera, Raúl Ariel Calvimonte y Juan Emilio Carrizo. ESCUELA RIVADAVIA: Matías Gabriel Lobo, José Luis Romero y Cristina Guanco. ESCUELA SARMIENTO: Ruth  del Valle Brandán, Gretel Arminda Lencina y Verónica Gómez. ESCUELA ALBERDI: José Augusto Lazarte y Nelson Gerardo Arancibia. ESCUELA MARIANO MORENO: Víctor Martín Córdoba, Nelson Reinaldo Vergara y Pablo Vera. ESCUELA 15 “Nuestra Señora del Valle”: Constanza Soledad Tapia y Viviana María Aredes. ESCUELA NORMAL “Clara J. Armstrong”: Agustina Mercedes Díaz y Nelly del Valle Díaz. ESCUELA NORMAL “Fray Mamerto Esquiú”: María Eugenia Vega, César Daniel Albarracín, Ana Laura Mazzuchelli y Diego Raúl Pintos. ESCUELA “Clorinda Orellana Herrera”: Pablo Daniel Gómez, Diego Alfredo Roldán, Diego Armando Navarro y Carlos Atilio Bogio. ESCUELA “San Vicente de Paul”: Ana Carolina Maldonado. En la edición del domingo 29 completaremos la lista de premiados de aquella vez.

El Esquiú.com
 

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Comentarios

26/12/2019 | 12:23
#149006
Que le quede perfectamente claro al redactor de Apuntes: la minería legal no usa mercurio y el cianuro se utililza en circuito cerrado, no se tira corrientes de agua superficial o subterránea. También el redactor debe saber que el cianuro también se utiliza para clarificar los vinos y nadie dice nada de eso...