Una singular expectativa se generó en la provincia a partir de la posibilidad de que el Papa Francisco visite Catamarca el año que viene. Todo nació por un mensaje del periodista Tito Garabal, quien en la televisión nacional directamente anunció la llegada del Pontífice al país como un hecho confirmado, y expresó que casi con seguridad uno de los lugares agendados para su itinerario será Catamarca, por celebrarse en 2020 el 400° aniversario de la Virgen del Valle. El segmento en el cual sostiene esa posibilidad se viralizó rápidamente por WhatsApp, y despertó incluso euforia en parte de la feligresía católica. Ciertamente la llegada de Jorge Bergoglio a Catamarca sería un acontecimiento histórico, extraordinario y maravilloso, por su propia investidura, por la impronta católica del pueblo catamarqueño y la presencia de la Morena del Valle; sin olvidar que un viaje de esa magnitud podría coincidir con una eventual beatificación de Fray Mamerto Esquiú. Pero frente a esta información deben señalarse dos aspectos. En primer lugar, aunque Francisco no haya regresado al país desde que asumió como jefe de la Iglesia Católica a nivel mundial, que en algún momento decida hacerlo y que visite Catamarca no es descabellado. Además de Esquiú y la Virgen del Valle, cuya preponderancia es nacional, esta provincia será sede en 2020 del Congreso Mariano Nacional. Lograr que el Papa participe es una posibilidad real, y podría ocurrir.
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Dicho esto, debe agregarse que hasta hoy no existe absolutamente ningún trámite, ni gestión, ni información oficial que pueda interpretarse como un avance hacia la concreción del viaje. Además de su representación religiosa, el Papa es un jefe de Estado, y lleva una agenda pública resuelta con mucha anticipación. En esa agenda no se incluye de momento ningún viaje a la Argentina. Los próximos viajes anunciados a la fecha son a Bulgaria, Marruecos, Emiratos Árabes y Panamá: nada más. ¿Puede un Papa decidir un viaje imprevistamente? Sí, pero es muy poco probable. En las últimas décadas sólo se registró un caso de un viaje papal fuera de agenda, y fue justamente hacia Argentina, pero en circunstancias dolorosas. Lo hizo Juan Pablo II en 1982, porque en su itinerario oficial tenía un viaje a Inglaterra, y como se había desatado la Guerra de Malvinas, el Papa añadió a último momento a nuestro país para no dar lugar a que se interpretara su arribo a suelo inglés como una toma de postura ante el conflicto bélico. Que Francisco haga algo parecido es al menos improbable. Queda un margen abierto por su condición de argentino, porque su familia está aquí, y bien podría querer regresar por alguna circunstancia.  ¿Será invitado? Sí: todos los Obispos de Argentina -incluyendo a Luis Urbanc-, harán una visita ad limina que los llevará a Roma entre el 28 de abril y 18 de mayo próximos. Estas visitas que reunen a los episcopados con El Vaticano se hacen periódicamente, y la próxima será la primera con el Papa Francisco. Allí le pedirán que venga al país, y se habrá dado el primer paso para un futuro arribo a Catamarca. Si surge alguna novedad cierta, será después de esas fechas.
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La noticia política de la semana fue el anuncio de Luis Barrionuevo, quien desde Buenos Aires aseguró que volverá a competir por la Gobernación en las elecciones de octubre. El gastronómico anticipó en su momento que acompañaría a Raúl Jalil, y adujo que como el intendente capitalino no se decide, optó por participar él mismo como oponente de Lucía Corpacci, si es que ella busca la reelección hasta 2023. Pero todos los anuncios del histórico sindicalista pasaron a segundo plano, porque en el medio de sus declaraciones tiró una “bomba”, al asegurar que se había reunido con Maximiliano Brumec, y que el funcionario sería su candidato a intendente en Capital. El cambio de filas del actual secretario de Estado de Deportes y Recreación cayó como un balde de agua fría en el oficialismo catamarqueño, impacto que ni siquiera se atenuó cuando el propio Brumec desmintió el anuncio.
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El funcionario de Lucía reconoció que se reunió con Barrionuevo para buscar apoyos a su proyecto, pero aclaró que él pertenece al corpacismo y competirá sólo bajo el ala de la mandataria. La aclaración fue inútil para contener la marea, y el malestar en Casa de Gobierno todavía repercute. Viejos rencores salieron a la luz, y se pusieron sobre la mesa antecedentes de Brumec que nunca agradaron al núcleo duro del peronismo, como su experiencia en el Frente Cívico y Social y hasta su acercamiento con el sindicalista Walter Arévalo, gestos mal recibidos en despachos oficiales. El tenor de su diálogo con Luis Barrionuevo tiene dos versiones, y no se descarta que pueda ser una picardía de Luis, al otorgarle a la charla una entidad mayor a la que pudo tener. Pero a esta altura no interesa, ya que el sólo hecho de que Maxi se haya encontrado con el gastronómico le valió un rechazo contundente. Si el episodio tendrá consecuencias o no, es algo que se sabrá en el transcurso de la semana. Por lo pronto hay quienes piden su renuncia y quienes prefieren pasar por alto lo que se consideró un gesto desleal. Definirá Lucía, pero cualquiera sea el rumbo de los acontecimientos, todo indica que  la imagen de Brumec quedará bastante debilitada en la tropa de la Gobernadora después del fatídico café con el gremialista.
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Sorprendió en lares recreínos la escasa convocatoria del precandidato presidencial Juan Manuel Urtubey, quien desembarcó de la mano del senador nacional Dalmacio Mera, y tuvo como anfritrión al exintendente Daniel Polti. Con un discurso conocido, que pasa por consolidar una tercera fuerza ajena al encarnizado choque entre macristas y kirchneristas, el gobernador salteño buscó adhesiones entre los lapaceños, en una noche opaca por el nulo entusiasmo y movilización de la militancia. Con un intendente radical y un gobierno peronista, el flamante sector tendrá mucho trabajo por delante si quiere llegar a construir allí un espacio propio, y ni hablar de proyectarse más. Quedó como anécdota el buen semblante y la amabilidad de Urtubey, quien con mucho carisma saludó a todos los asistentes uno por uno antes de ubicarse en la mesa que se había dispuesto. Cálido gesto del mandatario, pero que también refleja la poca gente que lo fue a ver.
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El clima preelectoral, aunque los aspirantes a la gobernación y a la intendencia capitalina acaparen las marquesinas, se vive también con mucha fuerza en el interior provincial. En varios distritos comenzó a trabajarse políticamente, y por todas partes se multiplican los nombres de posibles candidatos, la mayoría conocidos y algunos qe pueden emerger como sorpresas. Uno de los lugares donde hay varias incógnitas es en la ciudad de Belén, distrito difícil para cualquiera, que estuvo en manos del peronista “Nono” Ávila durante el primer mandato corpacista, pero luego fue recuperado por Daniel “Telchi” Ríos, un intendente radical que supo capitalizar las divisiones del peronismo en la campaña de 2015 para volver al sillón que ya había ocupado. En ese 2015, cuando el Frente Cívico y Social sufría una segunda derrota consecutiva a nivel provincial, “Telchi” se posicionó triunfal y logró una consideración especial en el ámbito de los boinablancas. Con ese empuje y entusiasmo propio de la victoria, hasta se anticipó a lanzarse para la gobernación en 2019. Fue el primero en hacerlo en Catamarca y hasta encontró varios dirigentes que se mostraron dispuestos a acompañarlo.
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Las preocupaciones de gestión, la dificultosa marcha del rumbo nacional y los vaivenes internos, fueron alejando a Ríos de su precandidatura, y hoy está enfocado en retener la comuna que es cabecera de la Cuna del Poncho. Con su discurso llano, y cada vez más distante del proyecto macrista (palabras más, palabras menos, dijo en los últimos días que el proyecto de Cambiemos era indefendible por el inclumplimiento de promesas), hoy está bien posicionado en las mediciones. La gran incógnita pasa por saber quién lo enfrentará del lado del peronismo, y es aquí donde podría aparecer un “tapado”.
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A quien muchos comienzan a impulsar como candidato a intendente es una persona que no tuvo hasta aquí participación en política, aunque sí hubo antecedentes en su familia. Se trata del comerciante César Omar Sánchez, de filiación peronista, que mantiene un perfil bajo y por sus características podría ser prenda de unidad entre distintas vertientes del PJ. Sánchez tiene una interesante carrera como dirigente deportivo, asumió hace algunos años en la Liga Belenista de Fútbol y logró ordenarla institucionalmente, a punto tal que se lo nominó como candidato a “Dirigente del Año” en la provincia. No se sabe si ya le hicieron una propuesta formal, pero es posible que Sánchez sea tentado para dar el salto a la arena política y termine por convertirse en el rival de “Telchi” en la puja por la intendencia.
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RECUERDOS. Como lo hacemos todos los domingos, martes y jueves, insertamos en los últimos bloques la memoración de acontecimientos del pasado cercano. En marzo de 1994, Fabricaciones Militares resuelve retirarse del proyecto de litio del Salar del Hombre Muerte, en el límite de Catamarca con Salta. Toda la explotación queda a cargo de las empresas norteamericanas Lithiums Corporation y Minera del Altiplano. Durante este año, la explotación favoreció en un ciento por ciento a la provincia de Salta, que ponía los empleados, las oficinas de funcionamiento y recibía las regalías. Después de muchos años, en la actual administración, nuestra provincia logró ventajas por la utilización del agua que emplean las empresas. De esta forma se hicieron caminos, escuela y obras menores en Antofagasta de la Sierra.
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También en marzo, hace 25 años, juraba como Secretario de Obras Públicas Alejandro Joaquín Narváez. La dependencia, en aquel tiempo, dependía del ministerio de Hacienda y Finanzas que conducía Hernán Colombo, hoy funcionario en Planificación de la doctora Lucía Corpacci.