El incremento en los alquileres y la angustiante suba de tarifas, sumado a la caída del consumo, tiene su impacto en el rubro kiosquero: en los últimos tres años cerraron 28 mil locales en las principales ciudades del país y de continuar los aumentos energéticos podrían bajar sus persianas otros 10 mil en los próximos meses.

El golpe también lo sienten los distribuidores de golosinas, que además acusan fuerte baja en la rentabilidad producto de comisiones bancarias a los depósitos en efectivo.

Adrián Palacios, titular de la Unión Kiosqueros de la República Argentina dijo que “la situación es muy crítica. En 2015 teníamos 120 mil kioscos registrados como monotributistas y Responsables Inscriptos. En los últimos años hubo una caída constante en el consumo interno, que sumado a los fuertes tarifazos de luz y gas y al aumento de los alquileres, derivó en que 28 mil kiosqueros tuvieran que cerrar sus persianas”.

La crisis ocurre en todo el país, contó Palacios. La mayor parte de los comercios que debieron cerrar estaban ubicados en las principales avenidas de todas las provincias. Esto hizo que surgieran nuevos “kioscos ventana” en casas particulares en los barrios, con productos de segundas y terceras marcas.

“Si este año las empresas distribuidoras de gas quieren aplicar un nuevo aumento del 35% se agudizará la crisis” remarcó y cerró advirtiendo que “si siguen con los incrementos van a desaparecer 10 mil kioscos más en los próximos meses”.