Apuntes del Secretario

domingo, 14 de abril de 2019 00:00
domingo, 14 de abril de 2019 00:00

Si uno habla con los empresarios de Catamarca y les pregunta por el momento que les toca vivir, seguramente la respuesta será una mezcla de bronca e impotencia. Puede hacerlo con un vendedor de ropa, un farmacéutico, un gastronómico o una concesionaria de autos. Todos han bajado abruptamente las ventas y en muchos casos, como sería el caso de los autos, los registros de comercialización en esta Capital son prácticamente nulos. La recesión, que se hacía sentir con fuerza en los grandes centros urbanos, se instaló en la provincia y preanuncia problemas complementarios prácticamente inevitables, a la cabeza de los cuales figuran los despidos, las suspensiones o las tareas a medio turno. “Este mes, con lo justo, pudimos pagar los sueldos. En el próximo no sé qué haremos”, nos comentaba uno de estos empresarios desencantados con el gobierno nacional que, ¡vaya pues!, no descartaba hasta la posibilidad de una rebelión fiscal. Grave, demasiado grave.

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El reflejo de la dramática situación que se vive en la provincia estuvo marcado por la protesta airada contra las tarifas de energía. Montos de 4, 5 ó 6 mil pesos en los hogares o de 15, 16 ó 17 en los comercios, despertaron al catamarqueño de andar cansino y alejado de los vaivenes de la política. Protestaron y piensan seguir haciéndolo, no sólo por boletas que desequilibran el presupuesto familiar, sino porque en muchos casos se llega a situaciones límites. O no alcanza el dinero o hay que optar entre pagar el servicio o comer. Que hayamos llegado a este punto es, asimismo, otra señal de que vienen tiempo de turbulencia social en la Argentina. Rápida de reflejos y conocedora de los niveles de pobreza y los bajos ingresos provinciales, la gobernadora no perdió el tiempo en anunciar algunos paliativos que alcanzan al conjunto de la sociedad. Destinará cerca de 400 millones a subsidiar el pago de la energía y como las aritméticas son demasiado crueles, habrá que modificar determinados presupuestos. El más mirado durante la coyuntura sería la obra pública.

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Por cierto, al momento de anunciar las medidas, Lucía Corpacci tuvo recuerdos nada placenteros para el gobierno nacional, responsable directo de los enojos que recorren el país por la quita de subsidios y la virtual dolarización de las tarifas. Lo hizo casi en paralelo cuando el Jefe de Gabinete de ministros, Marcos Peña, mentía en el Congreso de la Nación que en Catamarca se inauguraron en tres años nada menos que 159 obras. Un burlote que no tolera ningún análisis serio, toda vez que la totalidad de las obras que se hicieron en Catamarca vienen de la gestión anterior y, en este tiempo, apenas fueron completadas en mínimos porcentajes. Emprendimientos puramente PRO, como si puede haber en la Capital Federal, Buenos Aires y Córdoba, en Catamarca no hay ninguno. Sin embargo, hay dirigentes como Agustina Walter que salieron levantar como estandarte “las obras de Peña” y recibieron un cachetazo demoledor en las redes sociales. Mucho habría ganado de no repetir las mentiras que salen de boca de los funcionarios nacionales. En este sentido, también es bueno aclarar que los dineros que administra la Nación nacen de impuestos y exportaciones y, en este sentido, es muy importante lo que aportó Catamarca por las remesas mineras de los últimos 20 años. Por lo tanto, “las ayuditas” habría que considerarlas como una contraprestación. ¿O la Nación no recauda nada gracias a Catamarca?

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Días pasados, en tren de comparar, hacíamos referencia a los números de Bolivia, una República mirada con desprecio y aires de superioridad por la mayoría de los argentinos. Decíamos que el crecimiento económico de los despectivamente llamados “bolitas” era del 5%; que la inflación anual del 2% doblaba a la argentina de un solo mes; que la desocupación prácticamente no existe y que los servicios públicos son considerados derechos humanos. Por ejemplo, el agua potable es ciento por ciento gratuita. Aparte de expulsar de territorio boliviano a la embajada de los EE.UU. y multinacionales como la Coca Cola o Mc Donald, a fines de 2018 se pagó doble aguinaldo a todos los trabajadores registrados. ¿Qué tal el país de Evo Morales? Nada que ver con Argentina porque la injerencia del Estado es muy fuerte y, sin entrar en estúpidas consideraciones ideológicas, les va muy bien. 

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La mesa chica del gobierno, que por supuesto encabeza Lucía Corpacci, mantiene la incertidumbre en relación a la principal candidatura provincial. Mientras un sector muy importante pide la continuidad de la mandataria, hay otro donde se incluye la propia interesada, que optaría por ceder el lugar a Raúl Jalil, el eficiente intendente de la Capital. Independiente de las posiciones en juego, todos estarían de acuerdo en que el objetivo fundamental será mantener al peronismo en la Casa de Gobierno, tal como lo expresó el gastronómico Luis Barrionuevo en uno de sus últimos y rasantes pasajes por la provincia que lo vio nacer. Para que ello ocurra, es posible que los resultados de encuesta, a su debido tiempo, definan el intríngulis. Si los números permiten mantener el poder, podría ser cualquier de los dos, pero la encargada de armar la estructura electoral será, sin dudas, Lucía Corpacci. En esa dirección se tejen las más variadas versiones, aunque nada, ni siquiera una concejalía, está definida.

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Cuando faltan escasamente dos semanas y fracción para el 1 de mayo, como pocas veces antes, se estima que será una fecha clave en el marco político. Ese día, la gobernadora abrirá el período de sesiones ordinarias y podría dar a conocer algunos indicios de lo que será el futuro de Catamarca, incluyendo a su propia persona. También podría valorar la marcha de la administración, que la reconocemos ordenada pero dramática, como así también a eventuales proyectos para remitir a la Legislatura. Uno de ellos podría insistir sobre la necesidad de la reforma de la Constitución, la que fue rechazada por los legisladores radicales a finales de 2016 y truncó la posibilidad de actualizarla, además de quitar los privilegios de la política que tanto irritan a los ciudadanos.

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“No veo ningún limitante que pueda tener Flavio para gobernar la provincia”. La frase pertenece al senador nacional Dalmacio Mera y no fue lanzada ingenuamente. Apunta, claramente, a cuestiones políticas que deben definirse en los tiempos por venir y que, posiblemente, estén orientadas a que el actual rector de la Universidad de Catamarca pudiere ser el gran candidato de Alternativa Federal en la provincia. Mera es sincero y hace política. Por eso acepta que Fama salió de las vertientes radicales y es quien tiene que decidir los rumbos a tomar en el mundillo de la política. Si lo hace para la alternativa peronista mucho mejor, y sería un buen regalo para su jefe y primo hermano gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien se apresta a disputar una primaria, posiblemente con Sergio Massa, por la candidatura presidencial. En este orden de días, hace meses, en esta misma columna, afirmamos que el armado catamarqueño iba a correr por cuenta de Dalmacio y es lo que está haciendo. Claro que para convencer a Fama deberían pasar muchas cosas. Entre otras, convencerlo del meneado proyecto superador.

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En lo que si nos equivocamos aquella vez es que intuíamos que, en Catamarca, el candidato a gobernador de Alternativa Federal iba a ser el propio Mera. También agregamos que sería una muy buena oportunidad para saber su verdadera capacidad electoral porque hasta ahora fue avalado por la potencia kirchnerista de años atrás o por la fuerza electoral de Lucía Corpacci, a la que siempre secundó. Aunque todavía no está dicha la última palabra, el senador elegido por los catamarqueños ha salido a pescar posibles candidatos en las aguas del kirchnerismo o en el mar de fondo radical, y tampoco se descarta que pueda tentar a algún independiente de oropeles empresariales o cosa parecida. Pero no nos adelantemos. Esperemos la respuesta de Flavio Fama a lo que, con lindas palabras, fue un ofrecimiento directo. ¿O acaso el mencionado ofrecimiento fue para el conjunto del resquebrajado Frente Cívico?

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RECUERDOS. Como todos domingos, martes y jueves, cerramos los “Apuntes del Secretario” con el repaso de acontecimientos del pasado. El 11 de abril de 1994, en la sala “General San Martín” de la Corte de Justicia de Catamarca, prestaban juramento de ley dos secretarios. Se trataba de Carlos René Avellaneda, en el Juzgado Civil y Comercial de 2da. Nominación, y Jorge Ricardo Palacios, en el Juzgado de Instrucción N° 1.

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También en aquel tiempo surgía a la palestra el nombre de Flavio Fama, quien años más tarde se convertiría –hasta nuestros días- en el rector de Universidad Nacional de Catamarca. El entonces subsecretario de Recursos Humanos de la provincia, Eduardo “Lalo” Bustamante, lo ponía en funciones como director de Informática y Organización. En el mismo acto, Ricardo Osvaldo Córdoba juraba como director de Recursos humanos. Este antecedente, obviamente, fue la primera relación formal de FAMA con el Frente Cívico y Social que gobernaba en la década del 90.
 

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