Tal como lo adelantamos en nuestra edición del pasado martes, el matarife chacarero Ramón R. Vega, con el patrocinio de los abogados Mauricio Daniel Toloza y Oscar Eduardo Romero, presentó una grave denuncia contra el fiscal penal Víctor Figueroa y, consecuentemente, solicitó su destitución por mal desempeño en sus funciones, abuso de autoridad, amenazas y coacciones, violación de domicilio, allanamiento ilegal y desconocimiento del derecho.

Los hechos

Conforme a la presentación ante los miembros del Jury de Enjuiciamiento, Ramón Vega relata que es matarife con matrícula nacional y faenaba en el viejo matadero, anexo al puente del Río del Valle a la altura de Sumalao. Los animales los traía de Córdoba y los vendía en su carnicería.

Al ser pocos los matarifes matriculados, Vega indica que entregó autorización para faenar a algunos de ellos, a quienes les cobraba el pago del tributo para hacerlo efectivo ante la AFIP.

Sin embargo, tiempo más tarde, enfermó y debió ser sometido a una operación de corazón a cielo abierto en la Fundación Favaloro, lo que le demandó seis meses de convalecencia. En ese tiempo, según el escrito, “sujetos inescrupulosos, con la complicidad del Matadero Municipal, perpetraron la estafa”. “Entregaban guías a mi nombre, faenaban y se permitía sacar la carne a otras personas que no estaban autorizadas por mí, tales los casos de Ripoll, Nito Barros, Emanuel Nicola y Moreyra, entre otros”. También la acusación alcanza a Natilla.

De esta forma, en una cantidad cercana a los 1800 animales faenados, la AFIP le cobra el tributo a Vega y no a quienes verdaderamente, con la aparente permisividad municipal, habrían retirado la carne. De hecho, el damnificado dice haber entrado en una situación de quebranto económico por la estafa que se materializó mientras se encontraba enfermo y varios carniceros faenaron en su nombre.

Procesamiento y cambio de actitud

La probable estafa contra Vega, cabe destacarlo, cayó en manos del fiscal Víctor Figueroa, quien tuvo una conducta por lo menos dudosa, según lo certifican los abogados defensores en la reciente presentación. Es que el funcionario judicial procesó al director del Matadero Municipal –Hugo Javier López- por falsificación de instrumento público, pero más tarde dijo que no había delito y archivó la causa.

Para quien se siente perjudicado, claramente, se trató de una maniobra de connivencia entre el fiscal y la Municipalidad de la Capital, la que nunca le dio una explicación valedera de los hechos.

Por otra parte, Figueroa le habría dicho a Vega que no era competente porque el delito denunciado, por intervenir el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Agraria), debía sustanciarse en la Justicia Federal.