Sin lugar a dudas en este Día del Trabajador hay poco para festejar. No sólo porque desde la asunción de Mauricio Macri como presidente se perdieron 90 puestos de trabajo cada 24 horas, sino porque a esta terrible situación se le debe sumar la inflación más alta registrada desde el año 1991 con  una pérdida del poder adquisitivo de más del 15 por ciento y un índice de pobreza del 32 por ciento, con el agravante de que casi la mitad de los niños menores de 14 no tienen sus necesidades básicas satisfechas.

Con este panorama, no hay mucho que interpretar tampoco. Todos somos testigos de nuestros adultos mayores haciendo cola por un poco de pan gratis o los hemos escuchado decir que debieron dejar una de las comidas del día porque no pueden hacer frente a los tarifazos y las constantes subas de la comida, transporte. También, cómo niños y sus padres duermen en la calle y buscan sus alimentos en la basura.

Argentina finaliza el año como el segundo país de Latinoamérica con mayor inflación y cuarto en el mundo. En un contexto que la deja al borde del colapso económico, con políticas cambiarias que se modifican de un mes a otro favoreciendo la fuga de capitales y el empobrecimiento progresivo.

El pueblo trabajador no ha sido beneficiario de ninguna medida de este gobierno de rapiña. La escalada del dólar y las consecuentes subas de precios diarios las generan los grandes empresarios esos, que como Macri, no saben lo que es  tomar leche rebajada con agua.

Los esfuerzos que realiza el gobierno de Lucía Corpacci, han permitido que Catamarca se vea un poco alejada de este panorama nacional, en donde, por ejemplo Córdoba paga el boleto mínimo de colectivo $25 o provincias donde los estudiantes no tienen boleto gratuito. También el sostenimiento de otras tarifas sociales, y de continuidad de obras, como la de escuelas, caminos y puentes, viviendas, hospitales, que pudieron concluirse y dieron trabajo a muchos catamarqueños. La Provincia, además, contuvo a toda la planta de trabajadores públicos y no produjo despidos como en otras.

Observar el esfuerzo y el rumbo provincial, nos permite el aire necesario para saber que existe una salida y en octubre tenemos la oportunidad de lograrla. No queremos más revolución de la alegría para unos pocos, es por eso que volvemos a apelar a la Unidad en un gran frente amplio que permita a los argentinos recuperar el estado de pueblo que Cambiemos nos hizo perder.

Diputada Provincial Adriana Díaz – Presidenta del Partido Intransigente.