Apuntes del Secretario

martes, 9 de abril de 2019 00:41
martes, 9 de abril de 2019 00:41

Una nutrida concurrencia de usuarios se convocó ayer en plaza “25 de Mayo” y reclamó por el aumento desmesurado de las tarifas eléctricas. Las boletas que distribuyó EC Sapem a fines de marzo, como se sabe, llegaron con incrementos que provocaron espanto en los comercios y en las casas de familia, lo que fue el motor de esta primera convocatoria, la que bien podría repetirse porque hay gente que directamente no le alcanza para pagar o, en el caso de los comercios, porque los montos estipulados llegan a superar el margen de ganancias, lo que supone cierre y pérdida de nuevos puestos de trabajo. La consigna de protestar sin aludir a las pertenencias políticas, como lo prueban las fotos, se cumplió a medias. Varias voces evitaron individualizar las culpas, pero hubo varias pancartas contra la figura de Mauricio Macri, sin dudas el gran impulsor de haber quitado los subsidios de otras épocas y dolarizado el costo de la energía. Todos los esfuerzos por evitar la politización, al ritmo de las posiciones que sostienen oficialismo y oposición en la provincia, no alcanzaron. Los flechazos de bronca e indignación se dirigieron tanto a la Casa de Gobierno como a la Casa Rosada.

La tensión por las tarifas seguirá en el tapete por un buen tiempo y, por lo que vemos, no se avizoran soluciones mágicas. Es que, como dice Raúl Jalil, los montos son la consecuencia de problemas mayores que existen en la Argentina, como la terrible recesión que castiga al comercio y a la industria, o la inflación imparable que destruye los salarios, castigados a su vez por paritarias tramposas que aumentan las legiones de pobres e indigentes. Este panorama, lamentablemente, tiende a agravarse porque el Gobierno nacional sigue pensando en quitarle poder a los salarios y para ello, maquiavélicamente, la inflación es uno de los mejores prospectos. Lo que no se comprende en la resistencia del Gobierno nacional ante la realidad que recorre el país y que, en continuado, es la cantinela de lamentos de la gente. Por si fuera poco, siguiendo con la energía, hacia mitad de año están contemplados nuevos incrementos. ¡Habrá que ver los porcentajes de personas que pueden pagarlos!

No vamos a defender a EC Sapem, pero sí recordar los motivos de su creación. En 2011, al completarse la administración de la energía por parte de la familia Taselli, nadie en sano juicio se animaba a defender el caos que reinaba en la provincia por los cortes, las fluctuaciones y la falta de capacidad operativa para atender la demanda. Si dos tercios de la población tenían energía, a uno seguro le faltaba. Ni hablar del sector industrial, víctima de la falta de mantenimiento e inversiones de personajes que, sin escrúpulos, llegaron a Catamarca a buscar ventajas económicas ante la mirada cómplice de sus mandantes. Frente a este cuadro de decadencia y con la ayuda de la Nación, se creó la empresa energética y comenzó a ordenarse lo que era anarquía en estado puro. Hoy en día, pasando por encima la locura de las tarifas, los catamarqueños tienen un servicio medianamente aceptable y previsible, a pesar de lo cual hay voces opositoras que parecen olvidar el pasado y, lo que es peor, tienen conciencia plena –no podemos pensar en otra cosa- que juegan en contra de los más altos intereses de la provincia.

Durante años, desde su banca en la Legislatura, la diputada Colombo se convirtió en virtual defensora de los intereses de Cammesa, la mayorista que provee el fluido a la provincia y cuyas autoridades tienen aceitadas relaciones con el poder en la Argentina. Siempre reclamó, a viva voz, que la provincia debía pagar en tiempo y forma, a los efectos de tener deuda o evitar su crecimiento. ¿Por qué tanto interés en que se le pague a Cammesa, la principal ejecutora del aumento descomunal de las tarifas? No vamos a alentar la morosidad, pero sí comprender como legítimo que las autoridades políticas elijan los plazos para pagar. Al fin y al cabo, la mayoría de las provincias le deben a la proveedora y esta conoce, de antemano, las reglas de juego del negocio. Por estos días, otro que parece adscripto a los intereses nacionales es el diputado Luis Lobo Vergara. Frente a las angustias de la gente, ataca a las autoridades provinciales al decir “bajo el pretexto de culpar a la nación, hacen caja y plazos fijos”. Dos cosas: 1.- No es ningún pretexto culpar a la Nación, responsable directa de la crisis que azota a la Argentina. 2.- Colocar el dinero en plazo fijo, si es negocio, hay que hacerlo como se lo hace en todas las provincias para poder enfrentar los vendavales que castigan a la economía. ¿O para Lobo Vergara es prioridad uno pagarle a Cammesa a costa de demorar el pago de sueldos a los empleados públicos o atender otras necesidades referidas a la salud, la educación y la seguridad? En todo caso, comprenderíamos que reclame Cammesa, pero no legisladores que fueron cómplices de las privatizaciones de los años 90, aquel desastre cuyos efectos todavía se hacen sentir.

Como lo habíamos adelantado, las elecciones provinciales de Río Negro y las primarias de Chubut, ganaron los análisis políticos de domingo y lunes. Una de las conclusiones que los grandes medios trataron de tapar es la caída estrepitosa de Cambiemos que, como había ocurrido el 17 de marzo en Neuquén, terminó en un cómodo tercer puesto. Al pamperonismo, en el cual se incluye el kirchnerismo, le fue un poco mejor, pero no le alcanzó ni siquiera para festejar. En Río Negro, se pensaba que podía disputarle palmo a palmo posiciones al gobierno provincial, pero terminó perdiendo por unos 17 puntos porcentuales. En Chubut, mientras tanto, hubo PASO que preanuncian que el actual gobernador, de buena relación con Sergio Massa, podría retener el trono, aunque el kirchnerismo no se da por vencido. El que ya sabe que no tiene chances de ninguna naturaleza es Cambiemos, que se está acostumbrando a festejar los reveses del kirchnerismo antes que los logros propios. Pero, claro, sigue confiando en el voto de los grandes centros urbanos, donde pareciere va a tener mejor suerte que en las provincias chicas.

Los hermosos afiches blanquicelestes que preanuncian las candidaturas de Roberto Lavagna y Luis Barrionuevo, a presidente y gobernador, respectivamente, ya tienen consecuencias a nivel país, aunque por ahora solamente ocupen las paredes de Catamarca. Por ejemplo, según lo apuntan medios nacionales, el socialismo de Santa Fe ya anunció que desecha la posibilidad de acompañar a Lavagna si quien lo va a secundar en la campaña es Luis Barrionuevo. En realidad, el exministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchnner todavía no ha oficializado su candidatura, por lo que la jugada de Barrionuevo no lleva otra intención que llevarse el mérito de haber sido el primero en apoyarlo. No es ese, sin embargo, el problema mayor. Su imagen en la Argentina en general tiene la marca que afecta a todos los sindicalistas y, al pegarse a los políticos, no ayuda demasiado. Quien mejor lo sabe es Sergio Massa, que nunca aceptó que detrás suyo estaba el gastronómico y jamás, ni en chiste, permitió una foto que lo alineara con él. Es más. Siempre se encargó de aclarar que su relación era con la esposa, Graciela Camaño. Más allá de estas consideraciones, los afiches que Barrionuevo hace confeccionar en Buenos Aires, reiteran su intención poco creíble de ser gobernador. Descontamos que, para que ello ocurra, tendrá que disputar una primaria con el representante orgánico del peronismo, que no es precisamente él.

RECUERDOS. Como todos los martes, jueves y domingo, cerramos los “Apuntes del Secretario” con el repaso de acontecimientos de hace 25 años.
Un 7 de abril de 1994, la Iglesia de Catamarca recibía alborozada una noticia proveniente de El Vaticano. El rector del Seminario Diocesano, Mario Cargnello, era ungido obispo y designado para conducir a los católicos de Orán, en el norte de la provincia de Salta. Reemplazaba en tan alto cargo a otro catamarqueño, monseñor Gerardo Sueldo, que tiempo atrás había sido designado obispo adjutor de la provincia de Santiago del Estero. Las primeras palabras de Cargnello, hoy arzobispo de Salta, fueron las siguientes: “No me imaginé que la gente iba a responder de esta manera, que mis amigos se manifestaran con tanta transparencia y fuerza en la alegría que les podía significar esta designación que Dios me da”. La ordenación como obispo se iba a producir el 24 de junio de aquel año en la Catedral Basílica. Cabe acotar que este sacerdote se desempeñó en varias iglesias locales y en la sede del obispado, por cuyas tareas fue testigo del famoso Caso Morales. Después cumplió una actuación trascendente, lo que lo llevó a ser el actual jefe de la Iglesia de una provincia tan importante como Salta.

También en 1994, dentro de los límites de nuestra provincia, se producía otro anuncio trascendental. Surgía de boca del exintendente de Andalgalá, Amadeo Olivera, y estaba referido a los inicios de los trabajos de la ruta provincial 46 que une las cabeceras departamentales de Belén y Andalgalá. Se trataba de un nuevo chasco. Por años no se hizo nada y la ruta siguió, por largos años, siendo un paso de animales vacunos y equinos. Nada más. Recién durante el presente gobierno, por iniciativa de Corpacci, se pudo concretar una obra que está pronta a inaugurarse y por la cual ya transitan vehículos de todo porte. Fue un emprendimiento posible por un crédito del Banco Mundial y que, a valores actuales, supera los 2.000 millones de pesos. La única duda para el corte de cintas gira alrededor del presidente Macri. ¿Acompañará a Lucía en el Oeste catamarqueño y compartirá el rédito político?

El Esquiú.com
 

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Comentarios

9/4/2019 | 08:22
#149006
Cuenten de la reunion de Lucia con la diputada juana fernandez y el dr Gómez, que se hizo la semana pasada. Juana Fernandez esposa de Genaro Collantes, que en su momento fue financiado por Ramon Saadi para la interna de la UCR, ahora hace lo mismo con el empresario de la salud Dr Gomez!!!
9/4/2019 | 07:49
#149005
Los Taselli llegaron a catamarca de la mano de Castillo y el operador en la legislatura para la privatizacion fueron Balverdi y Pablo Sanchez, ahora opositor a las privatizaciones, ayer privatizador el marido de la revolucionaria diputada Adriana Díaz. En sintesis una familia acomodaticia eterna.