Manzi consideró discriminatorio la prohibición de tener tatuajes para ser policía
El legislador presentará un proyecto en repudio de la resolución de la Jefatura de la Policía de la Provincia que impide a los aspirantes a efectivos de la fuerza a ingresar con tatuajes.El diputado provincial Rubén Manzi (Frente Cívico y Social-Cambiemos) anticipó que presentará un proyecto de declaración en repudio de la resolución de la Jefatura de la Policía de la Provincia que impide a los aspirantes a efectivos de la fuerza a ingresar a la misma si tienen algún tipo de tatuaje en su cuerpo. Asimismo, consideró que "tanto esta prohibición, como la de impedir el ascenso por la misma razón, resulta una discriminación anacrónica e injustificada.
Tras la polémica resolución 04/19 de la Jefatura de Policía y las declaraciones del Jefe de Policía, el comisario Orlando Quevedo, el legislador señaló que “si bien el funcionario policial detalló que a los aspirantes a policía se les informa oportunamente cuando ingresan a la Escuela de Policía sobre la prohibición existente de que los uniformados tengan tatuajes en su piel, no da explicaciones claras sobre cuál es la limitación para el ejercicio de la actividad policial el tener o no tatuajes en la piel”.
En ese sentido, indicó que “se trata de una discriminación lisa y llana. Una discriminación que ha quedado en las normas quien sabe de qué tiempo, y que hasta podría ser violatoria de normas nacionales. Una discriminación como muchas otras que persisten en la sociedad y que es a través de las instituciones que se debe propulsar su erradicación”, recriminó Manzi.
Además, consideró que “así como hace no muchas décadas estaba naturalizado burlarse abiertamente de la condición o elección sexual de una persona no sólo en el ámbito privado, sino en los medios de difusión, lo cual acentuaba la discriminación, la segregación, el maltrato, la descalificación, el prejuicio; y hoy esa misma situación es rechazada por una porción de la sociedad cada vez más mayoritaria; la Policía de la Provincia está generando una estigmatización de las personas que lucen tatuajes en su piel”.
Y detalló: “Al poner de un lado de la norma a quienes tienen y a quienes no -y entre estos últimos a quienes tienen posibilidad de ocultarlos- están generando un prejuicio negativo a una elección íntima de cualquier persona con su cuerpo, que no genera ningún tipo de daño a terceros, objetivamente”. Aunque hizo la salvedad de que sí podría tenerse en el contenido de los tatuajes, que por ejemplo no representen ofensas a etnias, religiones (como pueden ser los símbolos del nazismo, por ejemplo) u otras formas de discriminación, que alienten la violencia, entre otras.
Si bien el legislador señaló que hay un argumento de que el policía podría ser identificado por tener un tatuaje visible, y ello podría perjudicarlo en el ejercicio de sus funciones, consideró que es “bastante débil ese argumento, y más parece una excusa para justificar una discriminación”. Y en tal sentido, señaló que no hay una prohibición para una persona que tenga otro tipo de señas particulares, naturales o no; sino que la prohibición recae específicamente en los tatuajes.
“Las condiciones para el ingreso a la policía deberían estar limitadas por la formación en respeto a las normas, a los Derechos Humanos, a la no discriminación, a las libertades individuales, al servicio público como entrega y no como privilegio. Luego deberían evaluarse las condiciones de aptitud física. Pero insisto. Colocar del lado de los “aptos” a quienes no tengan tatuajes, es generar una discriminación anacrónica, por más naturalizado que esté en la sociedad la idea de que quien exhiba un tatuaje pertenece a un sector marginal”, concluyó.