Desde la bancada periodística

En medio de la campaña, la reforma

sábado, 25 de mayo de 2019 06:00
sábado, 25 de mayo de 2019 06:00

La campaña proselitista para las PASO, ahora que fueron convocadas, digamos que está en marcha, aunque todavía no haya ni siquiera precandidatos firmes. Tampoco oficializados. Eso ocurrirá el 22 de junio, cuando los animadores de la puja electoral sean anotados en la Justicia Federal.


Sin embargo, ya se respira política en todas y cada una de las acciones que llevan adelante funcionarios, dirigentes y operadores de los bandos dispuestos a pelear por el poder provincial.
Envueltos en esta atmósfera, que irá in crescendo,  los movimientos locales guardan un secreto. Como nunca antes, directamente, (los movimientos) tienen que ver con las novedades que llegan de Buenos Aires, donde se cocinan decisiones que seguramente van influir sobre los gustos y paladares lugareños.


Así las cosas, conviene arrancar esta columna con hechos concretos. Uno ya lo apuntamos. Habrá primarias abiertas y obligatorias (PASO) el 11 de agosto, algo que estuvo en duda hasta hace horas. De allí saldrán los candidatos -o sea los vencedores- para la batalla del 27 de octubre.
Otra situación que atravesará la campaña será la reforma de la Constitución, la que fue sugerida por Lucía Corpacci durante su discurso del 1 de mayo y la materializaron estos días los diputados del Frente para la Victoria.

Discutir el futuro
La arremetida oficialista en torno a la madre de las leyes, cuyo destino final es incierto –su aprobación depende los legisladores-, puede convertirse en la materia de mayor trascendencia de toda la campaña.
Si se aprueba la necesidad de la reforma, tantas veces prometida y otras tantas incumplidas, junto a las candidaturas provinciales, se votarían 57 convencionales titulares y 22 suplentes entre los partidos políticos o las alianzas que participen de la elección del 27 de octubre.
Los elegidos por el pueblo en la fecha indicada trabajarán, posiblemente adhonores, durante el verano de 2020 a fin de actualizar la Constitución que rige los destinos de los catamarqueños desde 1988, es decir 31 años atrás.


De concretarse, no será una discusión banal ni habrá sometimiento por parte del partido del gobierno. Es que cuando se elijan los convencionales, paralelamente, se nombrará al nuevo gobernador o gobernadora de la provincia. Ergo: nadie, al momento del voto, sabrá con antelación el nombre del mandatario que asumirá el 10 de diciembre.
Dejando de lado las cuestiones formales y asumiendo que se estudiará la reforma en 2020, resulta una obviedad que la asamblea constituyente habrá de discutir, de cara al pueblo y a los medios de comunicación que también son la voz del pueblo, el futuro de los catamarqueños.


Modernizar el Poder Judicial, asegurar concursos públicos para el nombramiento de jueces en coordinación con el Consejo de la Magistratura; definir el sistema de reelecciones en todos los niveles; terminar con las vacaciones interminables de los legisladores; reglamentar el uso del dinero público y fijar nuevos mecanismos administrativos; dotar de poder efectivo a los organismos de control; fijar certezas electorales y pulverizar los manejos discrecionales; echar las bases para ordenar educación y la cultura; consagrar principios insoslayables para la carrera administrativa; avanzar en la actualización tecnológica y en la preservación del medio ambiente o reactualizar las reglas de juego de la actividad minera, entre tantas otras cuestiones que tienen que ver con el Estado, hacen a las normas necesarias para gobernar mejor y para que la oposición política, cualquiera sea, lleve a cabo un control que termine con picardías y con desvíos administrativos que se convierten en corrupción, un flagelo argentino que ojalá sea erradicado de Catamarca.


Por múltiples razones, la reforma de la Constitución tiene que ser ahora. Regresar a las chicanas y a las acusaciones cruzadas no sirve. Hasta el más ingenuo sabe que, con una Constitución acomodada a la realidad del mundo actual, se puede pensar en el progreso. Mantener interpretaciones tramposas o sellar los privilegios de unos respecto a otros, se sabe, contribuyen a grandes desigualdades y a las formas discrecionales de gobernar, muchas de las cuales están consagradas en un texto obsoleto y mal nacido.

Discursos tramposos
Lo dijimos antes. El fuego cruzado en torno a la reforma viene atrasando y va a seguir. 
Desde las veredas oficialistas, con insistencia, le recuerdan a los radicales poner palos en la rueda. Hay razones ociosas de repetir, pero es estéril seguir machacándolas. 
Desde el otro lado y apuntando a la Casa de Gobierno, las explicaciones no convencen. 
En este sentido, es bueno analizar lo que dijo esta semana el diputado Víctor Luna en referencia a la reforma. Para él “los privilegios nacieron de la Constitución que hicieron los que hoy gobiernan Catamarca”.


Es cierto que el autor de aquella nefasta enmienda fue otro gobierno peronista, pero con actores distintos. Los del pasado, políticamente, ya no existen más. Los del presente, en 1988, ni siquiera militaban en la política, tal los casos de Lucía Corpacci, Raúl Jalil o Gustavo Saadi, por nombrar solo a los responsables directos de la actualidad.


Si se establecieron privilegios, tal como lo dice Luna, el radicalismo que siempre integró los pudo cambiar en 20 años de gobierno y no lo hizo. Y cuando le ofrecen hacerlo salen con lo del año electoral o este nuevo que refiere el mismo legislador, que no entiende cómo se pueden mezclar elecciones distintas. ¿Y qué significa que el 27 de octubre se vote a presidente, a gobernador, a legisladores y concejales con una misma boleta? ¿No son acaso elecciones distintas? ¿En que puede perjudicar que se coloque una categoría más, como la de convencionales constituyentes?
El final de la explicación de Víctor Luna, si no fuera que la perjudicada es Catamarca y sus ciudadanos, sería apoteótico. Dice textualmente “nos quieren hacer pagar el costo político si nos oponemos”. ¿Cómo no pagarlo si todas las instituciones de Catamarca, hasta ellos mismos, han dicho que resulta necesario e imprescindible reformar la Constitución? Que no le quepan dudas a Luna: si se mantienen en la intransigencia van a pagar un costo. El peor de todos, el histórico.

Escenario diferente
Hasta ahora, aun sin precandidatos oficializados ni alianzas inscriptas en la Justicia, la campaña política se iba a asentar sobre ejes harto conocidos por la gente.
El gobierno destacando los logros de la gobernadora Lucía Corpacci, que no fueron pocos, y los de Raúl Jalil en la ciudad. Con el mismo énfasis, resaltando la paz social y la ausencia de persecuciones, acciones intangibles que cobran valor en comparación a las épocas de discordias permanentes.


La oposición, sin recuerdos testimoniales del pasado, resaltando corruptelas que nunca fueron probadas y que, en algunos casos, se vuelven contra ella. O hablando de los servicios públicos, aunque se trate del Talón de Aquiles de gestiones que antecedieron a la actual.
En fin. Las trenzadas semanales de la Cámara de Diputados, que ya cansan, se replicarán en campaña hasta extenderla a los planos nacionales para comparar el pasado kirchnerista con el presente macrismo.
¿Qué mejor, entonces, que cotejar en campaña el modelo que, sin dudas, se tiene que dar con la reforma de la Constitución? Le serviría a todos y, en modo especial, a la oposición tan temerosa de enfrentarse con la realidad y pensar en el futuro.
Lucia Corpacci, como inspiradora de la iniciativa puede conseguir otro logro. ¿Por qué, en el caso de la oposición, no compartirlo con ella a través de la acción y el decoro? ¿O los estrategas del no seguirán pensando mantenerse en sus trece? 

El Esquiú 
 

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Comentarios

26/5/2019 | 18:56
#149006
Diario ultraoficialista, totalmente pago y vendido. Son una chapuza, un jarabe de pico, sin sentido, para nada profesionales ni objetivos. Dan vergüenza todos estos medios vendidos al gobierno que fortalecen el feudalismo que nos llevara al infierno en la tierra.
25/5/2019 | 18:02
#149005
Me tiene harto este diario ultraoficialista con cero autocrítica hablando mal de la reforma peronista del 88. Viven escupiendo para arriba, ustedes son lo único nefasto que no reconoce ni una sola cosa buena a esa reforma en su afán de defender al gobierno actual. Se defienden tirándole mierda a sus propios compañeros y pretenden renegar de su pasado. Como si no le deberían tanto a esos actores del “pasado”...
25/5/2019 | 08:52
#149004
AL POLÍTICO MÁS ATORRANTE LE DARÍA VERGÜENZA DEDICARSE A REFORMAR LA CONSTITUCIÓN EN ÉPOCA TRANSICIÓN DE MANDATOS. SON DEMASIADOS CARADURAS.

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