Es sencillamente inconcebible. Resulta casi imposible, para una persona en su sano juicio, comprender cómo puede alguna clase de bestia encontrar un estímulo sexual en imágenes de bebés de seis meses.
Es incalculable, además, el daño que puede ocasionarse a los niños que son víctimas de repugnantes pervertidos, abusadores y violadores, muchas veces camuflados en sus círculos de confianza, aprovechándose de la natural indefensión de los chicos.
Es indignante que en torno a tan inhumanas conductas se desarrolle un comercio, alimentado por quienes producen, distribuyen y consumen pornografía infantil.
Se trata de una parte de nuestra realidad, posiblemente la más oscura, que habitualmente negamos casi como un mecanismo de defensa.
Muchas personas son incapaces incluso de leer las informaciones vinculadas con esta clase de delitos. Porque se torna difícil hasta aceptar que en nuestro tiempo y espacio convivimos con seres tan crueles como para hacer daño a los más pequeños, y encontrar placer en ello.
Por estas razones, causó enorme conmoción en todo el país, la detención de un médico del Hospital Garrahan, al descubrirse que integraba una red internacional dedicada a estas actividades.

Luz de infancia
La detención se concretó en el marco del tercer megaoperativo conocido como Luz de Infancia, que se despliega simultáneamente en varios países y que también generó detenciones en Catamarca.
En enero de 2017 tuvo lugar la primera Operación “Luz de Infancia I”, por la que se obtuvo como resultado el total de ciento ocho (108) detenidos por cometer delitos relacionados con la pedofilia en el mundo virtual. 
La investigación implicó el análisis de nueve mil ochocientos sesenta y ocho (9.868) archivos, provenientes de doscientos cinco (205) objetivos investigados.
La segunda Operación “Luz de Infancia II”, comenzó en febrero de 2018 e involucró a 26 Estados. 
Este procedimiento se construyó con el análisis de 1.088.628 fotos y videos, dejando como resultado, a doscientos dos (202) individuos presos por enlazarse con material de abuso sexual infantil a través Internet. 
Las Operaciones fueron posibles gracias a una herramienta de investigaciones tecnológicas, creada por agentes de los Estados Unidos. 
La plataforma en cuestión permite analizar a usuarios participantes en las redes P2P / Peer To Peer y realizar un seguimiento de sus actividades. En ambos casos los investigadores trabajaron en conjunto con  funcionarios públicos de Brasil, algunos de ellos provenían de distintas Secretarias de Seguridad del país así también como de las Instituciones Policiales Civiles.

Ultimo operativo
Esta semana se hizo otro operativo, con 41 allanamientos realizados en distintas ciudades del país, en el marco de una investigación por difusión de pornografía infantil en Internet. El caso es llevado adelante por la Fiscal Daniela Dupuy, a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nro. 12 de Buenos Aires.
El trabajo lo inició la Dirección de Inteligencia de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública (SENASP) de Brasil, con el apoyo del Homeland Security de los Estados Unidos. 
Estos dos organismos informaron a Argentina que encontraron direcciones ip sospechosas de procedencia argentina que compartieron 890.000 archivos con contenido de abuso sexual infantil a través de softwares P2P (Infracción al Art. 128 del Código Penal).
A partir de la investigación del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal, se detectaron los 41 domicilios que compartían pornografía infantil en todo el territorio nacional, y que estaban conectados a los usuarios brasileños.
Por eso se solicitaron los allanamientos simultáneos que fueron realizados por 250 efectivos de la Gendarmería Nacional y en todos los casos se procedió al secuestro de dispositivos informáticos donde previamente se verificó que tenían instalados alguno de los programas P2P utilizados por la red de distribución.
Tristemente, Catamarca aparece en ese mapa del terror: se incluyen 11 inmuebles de la ciudad de Buenos Aires, 16 de la Provincia de Buenos Aires, 4 en Santa Fe, 3 en Chaco, 1 en Entre Ríos, 1 en Santiago del Estero, 1 en La Pampa, 1 en Río Negro, 1 en Mendoza, 1 en La Rioja y 1 en Catamarca.
En paralelo a los operativos realizados en el país por personal de Gendarmería Nacional, se llevaron a cabo en distintas ciudad de Brasil alrededor de 70 allanamientos. El trabajo de ambos países implicó la participación de más de mil agentes de las respectivas fuerzas nacionales.

El médico
Entre todos los casos, el que más impresionó fue el del pediatra, que además trabaja en un centro de referencia para todos los argentinos, porque allí llegan niños desde todo el país.
Un médico pediatra de 55 años fue detenido el martes mientras atendía en su consultorio del Hospital Juan P. Garrahan, de Parque Patricios, acusado de producir y distribuir pornografía infantil. 
Uno de los domicilios señalados por los investigadores es donde reside el médico detenido, Ricardo Russo, según informaron las autoridades, jefe de Inmunología y Reumatología del Garrahan. En los allanamientos se secuestró una gran cantidad de dispositivos de almacenamiento de datos, que están siendo investigados por especialistas en ciberdelitos.
El análisis forense de los dispositivos del médico, realizado por expertos de Gendarmería Nacional y complementado por funcionarios de la Fiscalía Especializada, permitió corroborar que en dos de las computadoras del pediatra había archivos de imagen y video cuyos protagonistas eran menores de entre 6 meses y 14 años filmados en actividades sexuales explícitas. Inclusive se determinó que algunas de las imágenes halladas habían sido tomadas en el propio hospital donde se produjo la detención.
Russo trabaja en el Garrahan desde 1993, donde ingresó como residente hasta llegar al cargo que hoy ocupa desde hace diez años. Trabajó en el hospital de pediatría de La Plata hasta 1990, cuando se trasladó a Estados Unidos y Canadá, donde se desempeñó en el hospital de la Universidad de Texas; en la de Dallas; y en la de Toronto, Canadá. Es editor asociado de la revista Journal of Rheumatology y tiene más de 150 trabajos publicados que fueron leídos por más de 18 mil personas. Es codirector del registro de enfermedades autoinflamatorias de América latina, y ha participado activamente en asociaciones internacionales, como las directrices Share, el proyecto UCAN-DU, el consorcio Incharge y los proyectos Sheppard y JAMLess.
Una eminencia médica, que desconcierta por completo a una comunidad que no asimila esa combinación de datos.
Es un llamado de atención, una alarma que debe mantenerse encendida, para saber que deben extremarse los cuidados y precauciones con los niños.
Y también surge espontáneamente la plegaria, el reclamo, la exigencia... de que esta magnífica tarea investigativa encuentre correlato en la Justicia. Porque se trata del delito más cruel, y debe ser castigado como tal.

El Esquiú.com