Polémica por el proyecto que busca prohibir símbolos religiosos en los edificios públicos
Urbanc dijo que hay “diferentes hechos que nos duelen como Iglesia perseguida”
El obispo catamarqueño agradeció a los diferentes actores sociales por el apoyo manifestado.En las últimas semanas diferentes posturas se fueron dando a conocer con respecto al proyecto de ley de la diputada provincial y referente del Partido Intransigente (PI), Adriana Díaz, quien propuso que se prohíba “la instalación y/o exhibición, permanente o transitoria, de símbolos religiosos en todos los edificios públicos de los tres poderes del Estado”.
Esto fue criticado no solo desde la propia iglesia católica, sino que inclusive referentes de otros cultos religiosos se mostraron contrarios a esta iniciativa autoría de la legisladora provincial.
Una de las posturas que aún no se había escuchado era la del obispo de Catamarca, Luis Urbanc, especialmente relevante dada la función que desarrolla como máximo responsable del catolicismo en nuestra provincia. Si bien no fue mediante una entrevista, el obispo difundió en la jornada de ayer un comunicado.
En el mismo, Urbanc inicia expresando: “Queridos hermanos en Cristo y Nuestra Señora del Valle”, para luego manifestar que “quiero agradecer la solidaridad mostrada por diferentes líderes religiosos de otras confesiones, representantes de la esfera social y política de nuestra provincia e innumerables feligreses”, ya que le hicieron llegar “su apoyo y acompañamiento frente a diferentes hechos que nos duelen como Iglesia perseguida en los últimos meses”.
Luego, el prelado hace un recuento de los “hechos que nos duelen como iglesia perseguida”, indicando que “el primero de ellos refiere a la profanación de lugares de culto al Dios que adoramos y al Señor que reconocen la Constitución Nacional y nuestra Constitución Provincial”.
“El segundo habla de la falta de respeto hacia ustedes, queridos hijos, cuando se interrumpieron celebraciones litúrgicas o se ensuciaron iglesias de manera deliberada, violentando nuestra libertad religiosa y el debido derecho de culto”, dijo.
En otro párrafo, Urbanc expresa que “llama la atención la intransigente medida que pretende que la referencia a Dios y a Nuestra Madre del Valle sea sacada del ámbito público y de la vida de la sociedad”.
Finalmente, puntualizó que “como pueblo catamarqueño que vive una profunda religiosidad popular y un entrañable amor a María, la Reina del Valle, desde hace ya casi 400 años, los invito a orar junto con sus familias para que nadie pretenda expulsar a la Madre Morenita y a su Hijo Jesús de nuestros corazones y de cada rincón donde Ellos se erigieron en custodios de nuestra cultura”.
El proyecto de Díaz
A modo de reseña, recordemos que entre sus fundamentos para prohibir la presencia de símbolos religiosos en los espacios estatales, Adriana Díaz señala que “no hay oficina pública, escuela pública, ministerio, dependencias legislativas (Diputados, Senadores o Concejo Deliberante) ni dependencia, en cualquiera de sus formas y objetos del Poder Judicial, en que no encontremos al menos un símbolo religioso de un culto”.
Asimismo, señala que “nuestro Estado es laico y como tal no puede ni debe hacer discriminaciones por cuestiones de religión o credo a ninguna persona. Eso es libertad de culto. Sin embargo, la presencia de símbolos religiosos en absolutamente todas las dependencias del Estado nos demuestran la existencia de un Estado Confesional en la práctica –lo que evidencia un comportamiento anticonstitucional-”. Ante esto, en la fundamentación Díaz apunta a “garantizar el principio de laicidad del Estado y el efectivo cumplimiento de la libertad de culto”.