33 de mano

Esa gran obra llamada Hogar Escuela

miércoles, 12 de junio de 2019 00:00
miércoles, 12 de junio de 2019 00:00

En un reportaje concedido a este periodista, aparecido el pasado do domingo en el espacio Cara a cara, el prestigioso cardiocirujano catamarqueño Roque Augusto Córdoba, ante la consulta sobre qué haría en favor de los argentinos si tuviera la posibilidad de hacerlo, respondió sin dudar: “Me ocuparía por mejorar la educación. Volvería a los viejos hogares-escuelas, una creación del gobierno peronista. El hogar-escuela cumplía una función educativa y social increíbles”. En el libro “Efemérides catamarqueñas”, del colega Carlos Gallo, se establece que el 15 de junio de 1950 “abrió sus aulas el Hogar Escuela Fray Mamerto Esquiú, que albergó desde entonces a miles de niños y jóvenes catamarqueños, cumpliendo una importante labor social y educativa”. Por su parte, la escritora Graciela María Mentasti, en su libro “Historias y secretos del Barrio Norte”, le dedica un generoso espacio al establecimiento ubicado por calle Salta al Norte, esquina Almafuerte. Cuenta la profesora Mentasti que “el día de la inauguración del Hogar Escuela, 7 de junio de 1950, quedó grabado en la historia del Barrio Norte y sus vecinos: ese día llegó al barrio la señora Eva Perón”. Un testimonio de Hugo Pocho Agüero, recuerda: “Cuando avisaron que vendría Evita a inaugurarlo, trajeron muchísimos obreros que trabajaban día y noche en turnos de 8 horas para poder terminar a tiempo”, en tanto que Sara Gómez de Vargas dice en el libro: “Mi madre, de 86 años, me contó cómo fue el día de la inauguración. Se había embanderado la calle Salta desde San Martín hasta el propio Hogar. La calle, que era de tierra, había sido enripiada para mejorarla. Los empleados públicos y los alumnos estaban parados a cada lado de las veredas con banderitas en las manos. Eva Perón venía en un auto descapotado. Mi madre la vio con un traje sastre y con el cabello recogido, con un rodete”. Dice además la publicación: “La llegada de Eva Perón fue recibida con gran entusiasmo por los vecinos y el pueblo de Catamarca. Se calcula que unas 40 mil personas (un cuarto de la población de ese entonces) esperaron su llegada”.

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  La historia relata que el Hogar Escuela “de la Salta al Norte”, fue inaugurado un 7 de junio de 1950 y un día 15 del mismo mes y año abrió sus aulas. De esto han pasado 69 años. En el libro de Graciela Mentasti, se da a conocer una nómina de los alumnos que comenzaron a ingresar al Hogar desde 1951 y años siguientes: “Lui Sosa, Rafael Castillo, Dora Rodríguez, Oscar de la Vega, Nicolás Gaete, Teresita y Juana Salas, Pedro y Hugo Quevedo, Martha Vergara, René Guillamondegui, Hugo Segura, Hugo González, Hugo Melo, Hugo del Calz Moya, Pila Obregón, Manuel y Gumersindo Coronel y Kelo Molas, entre otros”. Han pasado 60 años en la vida de la niñez y sus primeros pasos por el Hogar Escuela de este periodista, que hizo la segunda parte de la primaria en Escuela Manuel Belgrano, cuando la familia se trasladó a vivir por avenida Colón, a metros de la Manzana Turismo. En oportunidad de hacerle un reportaje  a la profesora Graciela Mentasti, comentó que alguien que aparece en la nómina de ex alumnos del Hogar se había enojado –y mucho- por la publicación de su nombre. “Nos imaginamos quién es”, le dijimos y la escritora bajó la cabeza y guardó silencio, sin darnos a conocer la identidad de la persona enojada. En cambio, de parte del autor de este escrito, se guardan los mejores recuerdos y se conservan amigos y conocidos de hace tantos años. Todo con un profundo sentimiento de gratitud: por la educación y el cariño recibidos de grandes docentes –en nombre de la Señorita Coca, el enorme y emocionado reconocimiento a todas las maestras y profesores-; por aquellos inolvidables partidos de fútbol; por aquél primer sobretodo, primera bufanda y primer par de abrigados zapatos con lo que nos protegíamos del frío; por aquellas mañanas de espera del colectivo celeste que nos llevaba y nos volvía a la casa; por haber sido protagonista de cuántas fiestas escolares en el salón de actos; por haber sido parte de la historia del Hogar Escuela.. No compartimos el enojo de esa persona incluida en la lista de ex alumnos. Renegar de los orígenes esconde un gran resentimiento. Tiene mucha razón el Dr. Roque Augusto Córdoba: ¡Cuánta falta hacen los hogares-escuelas! Hay demasiada niñez en la calle con hambre y frío.

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Comentarios

12/6/2019 | 00:30
#149006
Puedo decir con orgullo que fuí alumno del Hogar Escuela, del cual muchas instituciones escolares tendrían que aprender o imitar; por ejemplo sus maestras hoy, a pesar de tantos años, me reconocen por el nombre completo y recuerdan cada una de mis características conductuales. Por lo que hicieron por mí, les agradezco a ellas y al personal, y por los valores que defiendo y defenderé a ultranza me permito decir: lo aprendí de ti Hogar Escuela y lo llevo como bandera.