Al cierre de esta edición, tres provincias ya tenían resueltos los resultados de sus elecciones, siendo favorables para el peronismo, mientras que una cuarta se encontraba en el proceso de escrutinio. Dentro del primer grupo destacó el resultado en Santa Fe, gobernada desde el 2007 por el socialismo y ahora en manos del justicialismo.

El peronismo, en unidad, logró recuperar la gobernación de Santa Fe de la mano del senador nacional Omar Perotti (Frente Juntos), quien sacaba una ventaja que se mostraba irreversible (40% contra 36%) al candidato del FPCS, Antonio Bonfatti. Por su parte, el radical José Corral, candidato de Cambiemos, quedaba tercero lejos con casi el 19 por ciento de los votos.
La victoria del PJ, una amalgama que se nutre también de sectores del kirchnerismo y del massismo, se alinea con el fortalecimiento del peronismo en el poderoso bloque de la Región Centro que integran Córdoba y Entre Ríos.

Cuando la tendencia parecía irreversible Bonfatti ensayó un reconocimiento de la derrota escoltado por su vice, Verónica Tejeda: “Si se confirma la tendencia, felicitamos al ganador y nos ponemos a disposición de lo que necesiten para seguir haciendo grande a Santa Fe”, dijo sin ocultar su desazón frente a los resultados. “A corazón y a pecho, la vida continúa”, cerró el también exgobernador.

En la interna del 28 de abril pasado, Bonfatti fue el candidato más votado individualmente, pero el peronismo fue la fuerza más votada. Allí se impuso Perotti sobre María Eugenia Bielsa. Corral, que como en el caso del socialista, no tuvo rival en la interna, terminó tercero.

Sobre la difusión del escrutinio, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, aseguró tras sufragar que “sobre la medianoche, o un poquito después”, se esperan tener “cifras precisas” para conocer quién será su sucesor en la Casa Gris. A pesar de las demoras que provocó en la conformación de las mesas el extendido apagón que afectó a casi la totalidad del territorio nacional, el mandatario aseguró que los problemas se fueron subsanando.

El triunfo de Perotti, además, quebró la lógica de victorias de los oficialismos provinciales que se venían registrando en las doce elecciones que se realizaron este año dentro del calendario desdoblado.

El retorno del peronismo al poder provincial (el último gobernador fue el fallecido Jorge Obeid) será leído en el plano nacional como una victoria alineada con la fórmula de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner. La derrota del socialismo santafesino se traduce también en un fuerte golpe para la fórmula que integran Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey.