33 de mano

A la hora de votar: bote en libertad

miércoles, 17 de julio de 2019 00:28
miércoles, 17 de julio de 2019 00:28

El aula de la escuela –también llamada “cuarto oscuro”- estará totalmente iluminada. Pero Usted, en su calidad de ciudadano, deberá estar más iluminado que nunca a la hora de elegir. Debe entrar a esa sala dispuesto a hacer valer una de las virtudes que goza la humanidad: la libertad. Y acompañarla con el coraje cívico que imponen las circunstancias. Votar por lo más saludable para nuestra Patria y botar, echar afuera, todo aquello que le hizo daño al país. Ayer y hoy. Para ello es indispensable que se aleje de la fila de los fanáticos, pues se sabe que ciertos fanatismos suelen ser contagiosos; tampoco se confunda y termine en la cola de los que odian o están enfermos de resentimiento, pues corre peligro de infectarse. De eso se trata: de hacer un correcto uso de la libertad y actuar bajo el único mandato válido que es escuchar y obedecer lo que dicta su propia conciencia. En su Peregrinación de Luz del Día, ese gran pensador que fue Juan Bautista Alberdi escribió: “La libertad del individuo es esencial. Entenderla como un principio ético y como la responsabilidad de participar en el gobierno de un país, es para los hombres la única garantía de acceso a una auténtica democracia”. Claro como el agua clara: usar la libertad con responsabilidad es el gran desafío. En la sala de la escuela no estarán los punteros dispuestos a acercarle un bolsón o algunos pesos para obtener su voto. A esos hay que botarlos. Tampoco en el aula bien iluminada estarán los candidatos gritando sus recetas mágicas que nunca se hacen realidad. Ese domingo de elecciones y en el cuarto iluminado se encontrará con muchas boletas sobre la mesa. Estarán los nombres de candidatos decentes y capaces, y estarán los otros, los que se hicieron ricos con la política mediante actos de corrupción. Bueno, a unos hay que votarlos y a los otros botarlos. No tenga en cuenta si está frente las poderosas estructuras partidarias o ante las propuestas de los llamados partidos chicos. Haga que también su voto sea honesto y digno. Hay gente idónea y con valores éticos más allá del kirchnerismo y del macrisno. De esto no tenga ninguna duda. 
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  También Alberdi escribió: “La primera condición de la libertad es la paz. La paz es prosaica; no produce héroes, ni gloria, ni laureles, pero produce lo que vale más que todo esto: la capacidad de un país para gobernar su propio destino”. De su voto en libertad depende que nuestro país no vuelva a tropezar con la misma piedra. Otro porrazo no está en condiciones de soportar el pueblo argentino, que necesita ponerse de pie y dejar de caminar de rodillas. Seguramente por estos días estará soportando el petardeo de la propaganda política por radio, televisión y diarios, más la agresiva venta de sus candidatos por parte de los fanáticos a través de las redes sociales. “¡Salí de ahí, Maravilla!” es un buen consejo, recordando a un relator al aludir a un notable boxeador que la estaba pasando mal una noche. El domingo de las elecciones vaya sin miedo, sin bronca y sin ánimo de revancha. Estos son los ingredientes que introdujeron los candidatos más fuertes en la campaña electoral, apelando al juego sucio en el cual ellos se siente cómodos y a sus anchas. Por supuesto que cada sector cuenta con los abanderados periodísticos (Majul por un lado y Mauro Viale por otro, dos claros ejemplos) que sostienen bien en alto las consignas –léase mentiras- que intentan meter en la cabeza de la gente con la única finalidad de obtener su voto. Deje en calle lo malo y entre a la escuela solamente acompañado por la libertad y la conciencia .Estamos en tiempos en que cada ciudadano vale eso: un voto. Nos duele admitirlo, pero esa es la triste realidad. Dejamos para el final esta brillante frase de Alberdi: “El que renuncia a ejercer su libertad no renuncia a un placer; renuncia a su honor, a su hogar, a todo lo más caro que el hombre posee en la tierra”. En otras palabras: hacer buen uso de la libertad es honrar la vida. Ni más ni menos. Si acepta este desafío, el suyo será un voto ganador.
 

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