En los búnkeres de las principales fuerzas sacaban cuentas a través de simuladores electorales con sistema D’Hont de cómo podría configurarse el próximo Congreso en caso de que en las generales de octubre se repita el resultado de las primarias.
En el del Frente de Todos se frotaban las manos: ni siquiera debería mejorar su performance de las PASO para que el peronismo quede muy bien posicionado en ambas cámaras. Con sólo igualar lo logrado ayer, tanto en Diputados como en el Senado podría acercarse a tener quórum propio, aunque esto dependerá de lograr aliados y de la propia dinámica política.

Ese eventual crecimiento del peronismo tendría una particularidad: una mayor presencia de legisladores de La Cámpora y kirchneristas de paladar negro. En Diputados esto tiene una explicación: de los bloques que apoyan a la fórmula de los Fernández, el que más arriesga es el massismo, que pone en juego 10 de sus 13 bancas. Su seguro retroceso sería aprovechado por el Frente para la Victoria y sus aliados más cercanos.

En el Senado, de repetirse en octubre los resultados de las PASO, Cristina Kirchner podría engordar su bloque de los 9 senadores actuales a unos 14 o 15. La senadora, por otro lado, en caso de ser electa en octubre vice de Alberto Fernández, sería la presidenta del Senado.

En ese eventual escenario, según versiones, la presidencia provisional del Senado podría quedar en manos del cordobés Carlos Caserio, quien tiene relación directa con Alberto Fernández. Es más: tras el alejamiento de Miguel Pichetto de la bancada del PJ, Caserio se quedó con el comando del bloque peronista tras una señal expresa de Fernández.

Otra incógnita, de mayor volumen y que también aplica para la cámara de Diputados, es si Cambiemos continuará como interbloque o si cada uno de sus socios -PRO, UCR y Coalición Cívica- tomarán sus propios caminos en caso de que Mauricio Macri no logre su reelección. Es una posibilidad que ni sus propios integrantes descartan.

En Diputados, en el bloque alineado con los gobernadores del PJ dicen que ya está hablado que cada sector tendrá su autonomía, aunque, como en el Senado, actuarían como interbloque en caso de que Fernández triunfe. La presidencia de ese interbloque bien podría quedar en manos Agustín Rossi, según se dice en Diputados. Al igual que en el Senado, habrá que ver si finalmente la Casa Rosada admite que se interactúe como interbloques y no como bloque homogéneo y con terminal directamente en el Gobierno.

Según el acuerdo político que se conoció, la presidencia de la cámara quedaría en manos de Sergio Massa (si es que no va a algún cargo en el Poder Ejecutivo en un eventual gobierno de Alberto F.).

En octubre se eligen 130 diputados y 24 senadores. Los simuladores electorales, mostraban en la madrugada de este lunes que, de repetirse en octubre el resultado de las PASO, por la Provincia el Frente de Todos elegiría 20 diputados, Juntos por el Cambio 12, el lavagnismo dos y la Izquierda uno.