El legislador provincial Rubén Manzi abandonó ayer su característica moderación, y salió con los tapones de punta contra la gobernadora Lucía Corpacci, tachándola de “hipócrita” por no reconocer los beneficios que, a su entender, generó para Catamarca la gestión de Mauricio Macri desde Casa Rosada. El médico, que compite precisamente con Corpacci por una banca en el Congreso de la Nación, fue incluso más lejos al declarar que la mandataria “tiene miles de millones del dinero de los catamarqueños puestos a plazo fijo”, y que logró mantener las cuentas de la provincia en orden gracias a las políticas de Cambiemos.

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Es legítimo que Manzi exprese su opinión, aunque como mínimo habrá advertido que su postura no es compartida por el electorado, ni provincial ni nacional, que se manifestó en las urnas con un abrumador rechazo a las mismas políticas de Macri que el referente de Lilita Carrió en la provincia encuentra geniales. Es cuestionable el planteo de señalar públicamente que la jefa de Estado “tiene” dinero de los catamarqueños en plazo fijo, como si se tratara de una propiedad personal, cuando recurrir a depósitos bancarios es la única herramienta disponible, y en este momento imprescindible, para resguardar fondos provinciales frente a la galopante inflación (que Macri prometió eliminar de manera muy fácil y se incrementó en más del 200 por ciento desde que asumió).

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Pero lo más llamativo es que Manzi opte por remontar los votos obtenidos en las PASO (que no le alcanzarían ni para llegar a la banca por la minoría), con un discurso tan enfrentado con la voz de las urnas. Hasta el propio Macri se vio obligado en las últimas semanas a retroceder con su libreto para admitir groseros errores, pero Manzi dobla la apuesta y señala una Nación benefactora que bendijo a Catamarca, ante autoridades y ciudadanos que -como en 23 de 24 provincias- lo rechazaron de puros hipócritas. Sin autocrítica alguna, montado a un comunicado del CC ARI nacional, Rubén Manzi no ofreció señales de haber escuchado el mensaje que los catamarqueños y argentinos dejaron el último 11 de agosto.