Los días de Raúl Jalil, como es de suponer, son intensos. Aparte de la gestión municipal, no descuida la campaña como candidato a gobernador y, paralelamente, lleva adelante estrategias silenciosas para lo que sería su futuro gobierno provincial. En ese marco, sabe que el desarrollo minero será vital para aliviar las finanzas que, aun sanas, juegan en el límite de las posibilidades. Días pasados, a propósito de su planificación, habría llevado adelante acciones a favor de consolidar los proyectos de oro, cobre y litio que están en marcha. Sobre uno de ellos, Agua Rica, se supo esta semana que las empresas que participan del megaemprendimiento –son las mismas que ejecutaron el Bajo la Alumbrera- estarían presentando, hacia fin de año, el estudio de factibilidad que, obviamente, tiene que ver con el impacto ambiental. Sobre la espinosa cuestión, las multinacionales saben que, como ocurrió con Alumbrera, deben existir las máximas garantías.

La complicada agenda de trabajo que lleva adelante el candidato presidencial mejor posicionado que dejaron las primarias, Alberto Fernández, le impediría volver a Catamarca hasta las elecciones del mes venidero. Aparte de visitas a provincias clave como Córdoba y Mendoza –en tierras cuyanas se vota a gobernador dentro de 17 días-, viajes al exterior y apoyo a la fórmula bonaerense Kicillof-Magario, debe sostener reuniones múltiples con dirigentes empresariales, sindicales y de instituciones como la industria, el agro o la Iglesia. Independiente de ese cúmulo de obligaciones, en el comando “fernandista” que conduce Santiago Cafiero se entiende que en las provincias donde se considera asegurado el triunfo no será necesario la presencia de los candidatos nacionales. En esa categoría se encuentra Catamarca. Dan por hecho la victoria de Jalil sobre Roberto Gómez. ¿Será verdaderamente así?

En la oposición, aun sabiendo que remontar el cuesta arriba de los números será tarea titánica, la máxima conducción no tira la toalla. En esa convicción, la militancia trabaja en armonizar el sistema de fiscalización que, para muchos, fue en agosto un verdadero desastre. No solamente esperan descontar votos para asegurar la mayor cantidad de bancas municipales, provinciales y/o nacionales, sino también existen sueños de concretar el batacazo del triunfo. En cuanto a visitas, aconsejadas por el consultor brasileño que los ayuda, en lo que queda de septiembre podrían pisar la cuna de la Virgen del Valle los diputados nacionales Mario Negri y Elisa Carrió. Para octubre, la idea es que aterrice el candidato a vicepresidente, el senador Miguel Pichetto.

Como antes del cierre de listas del 22 de junio, como durante la campaña para las primarias y, como ocurre siempre desde hace 16 años, los movimientos del dirigente gastronómico José Luis Barrionuevo son inciertos. En su calidad de precandidato a diputado nacional por Catamarca, en nombre de Consenso Federal, no pisó la provincia ni siquiera el día de las primarias. A los días prometió recorrer todo el territorio desde el 12 de agosto. Después que lo haría desde la reanudación de la campaña, que se produjo el sábado pasado, pero hasta la fecha no figura “ni hasta los 20”. Tampoco, como ariete principal de la fórmula Lavagna-Urtubey, sale demasiado en la prensa nacional y sabemos, de muy buena fuente, que cerró con el macrismo una ayuda para asegurar el triunfo de Horacio Rodríguez Larreta como Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Esta consistiría en aportar su propia tropa –gremialistas, dirigentes deportivos, etc- para fiscalizar las mesas donde, sorpresivamente, el PRO viene de perder ante la dupla Fernández-Fernández. Se trata de barrios de las comunas del sur capitalino, esto es, Barracas, Pompeya, Parque de los Patricios, Lugano, La Boca y otros más.

Aunque la versión haya sido desmentida por Hugo “El Grillo” Ávila, el candidato a gobernador del barrionuevismo, desde Buenos Aires confirmaron a El Esquiú.com que el apoyo al macrismo, aunque sea desde las sombras, es decisión convenida, sellada y lacrada entre Luis y el calvo Larreta. Comprendemos ampliamente la posición de Ávila que, en sus recorridas por Capital y el interior de la provincia, lanza “rayos y centellas” contra el presidente Macri y el corpacismo que pudo apoyarlo en algunas instancias, al mismo tiempo que el jefe indiscutido del espacio y aspirante a una banca nacional por Catamarca contradice su discurso defendiendo los intereses “amarillos”. Más allá de nuestras fuentes, además, pocos pueden dudar de la seriedad de las informaciones –compartan o no con ellas- que brinda el diario La Nación, un medio de estrecha relación con Luis Barrionuevo.

Las declaraciones de Flavio Fama sobre los puestos de droga que existirían en el ámbito de la Capital, por lo que sabemos, le podrían traer un dolor de cabeza complementario a los que ya tiene en su condición de candidato a intendente. La fiscalía federal lo habría citado para que aporte datos fehacientes sobre una materia que preocupa a todos por igual. Deberá hacerlo en medio de los rigores de la campaña y, en lo posible, brindar las pruebas de sus afirmaciones, ampliamente difundidas por la prensa. Días pasados, el juez Contreras, en elíptica respuesta al rector universitario, indicó que se trabaja en forma permanente en el combate a las drogas, pero aclaró que hay que hacerlo en base a un gran rigor informativo y sometimiento a la ley. Palabras más, palabras menos, casi irónicamente, indicó que no se puede andar vociferando estas cosas si no se cuenta con las pruebas del caso. La pelota, de esta manera, quedó en campo de Fama.

El juez electoral provincial, Guillermo Cerda, tuvo una ardua tarea durante la semana y la seguirá teniendo para terminar de ordenar la elección del 27 de octubre. Recordemos que debe determinar las distintas grillas de candidatos que fueron consagrados por las PASO y atender situaciones particulares como las que se plantearon en el departamento Ambato o La Paz. En el primero hubo renuncias de dos precandidatos que compitieron en la primaria y han resuelto, tal vez pensando que no tienen chances, correrse del pleito de octubre. Estamos hablando de Walter D’Agostini, que escoltó en la votación de El Rodeo a Armando Seco Santamarina, y de Juan Carlos Casasnovas, un precandidato que sin representar a ningún partido tradicional sumó cerca de 200 adhesiones en Las Juntas, lo que no es poca cosa.

El tema de fondo, para el juez, es que con las renuncias se creó un especie de vacío legal. La ley de PASO indica que, en estos casos, el reemplazante natural es el primer candidato a concejal, pero hete aquí que El Rodeo y Las Juntas no son municipalidades de primera y, por ende, no tienen Concejo Deliberante. Aparte, un tema indisimulable es que las primarias se establecieron como mecanismo selectivo. Clasifican, en cualquier categoría (de presidente a concejal) a los ganadores y los perdedores quedan eliminados. Y resulta obvio e indispensable participar de la eliminatoria para llegar a la general. Más claro: no pueden surgir candidatos que no hayan competido en las PASO. “Juntos por el Cambio”, de El Rodeo, en una asamblea, nominó esta semana reemplazante de la fórmula D’Agostini-Ramón Alberto Mascareño a la compuesta por Luis Figueroa-Ana María Vega. Por razones más que evidentes fue rechazada por Cerda. En Recreo, en cambio, a las renuncias de candidatos a concejal del GEN las remedió haciendo correr las listas de titulares y suplentes.

Con los resultados, y las renuncias posteriores, las dos intendencias ambateñas están definidas. En El Rodeo, Seco sacó 686 votos contra 455 de D’Agostini, en una votación que tuvo solamente 42 votos en blanco. Ese panorama habría decidido al conocido empresario y automovilista a desertar. En Las Juntas, ocurrió algo parecido. Casasnovas logró 194 votos, contra los 306 del intendente Jorge Herrera. Muchos dirán que la diferencia es apenas de 112 votos, pero Casasnovas sabe que solamente hubo 10 sufragios en blanco y que las otras fuerzas sacaron muy poco (el barrionuevismo 16 y el radicalismo, que salió cuarto, apenas 14). Sin problemas de renuncias, otra intendencia ambateña que no preanuncia sorpresas es La Puerta. El intendente Osvaldo Gómez consiguió 560 votos contra 240 del radical Néstor Silva, al que no ayudan los votos en blanco, que fueron 59. Por último, queda como distrito más peleado Los Varela. Orlando Saavedra, que va por la reelección, reunió 720 votos y el único que le puede disputar posiciones es Diego Fernando, de Consenso Federal, que sumó en su interna 482 votos. El radical Maximiliano Walther quedó muy lejos: 172 votos.

RECUERDOS. Como hacemos habitualmente, en el final de los “Apuntes”, recordamos el pasado cercano.
El 12 de septiembre de 1994, frente al exgobernador Arnoldo Castillo y sus principales colaboradores, asumían los últimos directores del ex Instituto Provincial de Previsión Social (IPPS). Eran ellos los abogados Armando Navarro y Aída Maldonado de Piccione. Los dos serían los encargados de desguazar el organismo, cuyos jubilados, como lo anunciamos en otras oportunidades, el 14 de julio del mismo año fueron transferidos a la Nación. También en los últimos meses de existencia del viejo IPPS se produjo una avalancha de peticiones para jubilarse. De esa forma, como podía jubilarse a quienes tenían 45 años o más, nacieron los de la categoría “pantalones cortos”, la que incluía a pasivos que tomaron una gran ventaja con relación a otros trabajadores. Ello fue posible porque, en muchos casos, se inventaron certificaciones truchas para llegar a un número de 10.000 que pasaron a depender de la Nación. El gobierno, antes de las elecciones de 1995, los iba a reemplazar por 10.000 nombramientos que le permitirían retener el poder.

El Esquiú.com