Apuntes del Secretario

jueves, 19 de septiembre de 2019 00:43
jueves, 19 de septiembre de 2019 00:43

El alegato del arzobispo de Salta a favor de los pobres, a quienes valoró como “dignos”, no solamente conmovió a Mauricio Macri el pasado domingo. Impactó de lleno en el centro del poder y las esquirlas del sorpresivo disparo llegaron al Vaticano, donde habita quien durante toda su vida apostó por la causa de los desprotegidos y llegó al papado precedido por convicciones que, en el mundo eclesiástico, nadie desconocía, a pesar de algunas falsedades que se deslizaron en los durísimos tiempos de la dictadura. Las palabras de Mario Cargnello al presidente (“hablaste de pobreza cero. Llévate de Salta el rostro de la pobreza”), de esta manera, se convirtieron en la nota periodística de la semana por todo lo que significan en medio de una campaña política aún no definida y las tensas relaciones del gobierno nacional con la cúpula de la Iglesia Argentina, de la que Cargnello no es un agregado más. Lamentablemente, como ocurre con otros temas de debate acalorado, algunos comunicadores que juegan sus propios intereses no se detuvieron en analizar el patético trasfondo de lo expresado por el arzobispo sino que, en defensa indisimulada de Macri, buscaron desacreditar al emisor con bajezas y mentiras que se caen por su propio peso.

El mismo lunes, durante el programa “Animales Sueltos”, el periodista Pablo Rossi, que también trabaja para Radio Mitre y, por ende, para el Grupo Clarín, se animó a ofrecer una descripción deformada de quién era Mario Cargnello y lo relacionó con Catamarca. Más concretamente con el Caso Morales y la familia Saadi. En su afán de ubicar a los televidentes en el contexto histórico no solamente desinformó, sino que hizo afirmaciones que solo existen en su imaginación. Dijo, por ejemplo, que cuando se produjo la muerte de María Soledad –septiembre de 1990-, el hoy arzobispo era director del diario del Obispado de Catamarca, La Unión, desde donde mantenía una sólida relación con la familia Saadi, más concretamente con Vicente y Ramón Saadi. Así comenzaron las falacias. Nunca, ni por un segundo, Cargnello tuvo una relación formal con el viejo y ya desaparecido diario del Obispado (hoy, en manos del Casino de Catamarca). Apenas ofició de asesor del exobispo Miani. Segunda falacia: al contrario de “amigo de los Saadi”, fue su acérrimo enemigo. A tal punto es cierto esto que alentó las marchas del silencio, lo cual habla bien de él, y acompañó a la familia Morales a ver al expresidente Menem para definir la tensa situación local.

Rossi, cabe destacarlo, estuvo en Catamarca entre 1994 y 1995, llegando a ser jefe de redacción del diario El Ancasti. Pese a su juventud, por ahínco y pasión por el periodismo, realizó en los últimos 25 años una trayectoria de muchos méritos que, vaya a saber por qué, no debería tirar por la borda. Lo que habló de Cargnello no es desconocimiento informativo. Es falsear la verdad y eso, en periodismo, es pecado capital. Llegó al extremo de decir que al arzobispo, por su actuación en la política y cercanía con el endemoniado saadismo, “fue retirado por la Iglesia Argentina para evitar mayores escándalos”. Debería saber Rossi (y también Leuco, de TN) que Cargnello, independiente de ser oriundo de Catamarca, pertenece a una tradicional y reconocida familia, cincelada en fuertes principios cristianos y los dogmas de la fe. Por ello, todos recuerdan que cuando fue ungido obispo se realizó el acto más imponente que recuerde la Iglesia local. Fue el 23 de junio de 1994, con el Polideportivo Capital repleto de fieles, y la presencia de una veintena de obispos argentinos, entre ellos el entonces cardenal primado de la Argentina, Raúl Primatesta, y el Nuncio Apostólico de la época, Ubaldo Calabressi. ¿Cómo es esto, Pablo Rossi, que lo separaron con los métodos que utiliza la Iglesia para esconder los chanchullos y la basura? Debería rectificarse, por lo menos, de la descripción falsa que hizo de Cargnello, cuando no levantar el teléfono y pedirle perdón.

Un caso que fue adelantado por la columna “A telón abierto” de este diario en febrero del año pasado, estalló en denuncias de los últimos días, por supuestas estafas cometidas por Cristian Barrionuevo, un exfuncionario de la gestión de Gustavo “El Gallo” Jalile, exjefe de la Juventud Radical en Valle Viejo y actual candidato a intendente en tierra chacarera por Consenso Federal. Casi una veintena de supuestos damnificados, en su mayoría comerciantes, le apuntan a Barrionuevo acusándolo de pedir prestado considerables sumas de dinero para realizar inversiones a cambio de la promesa de obtener amplios beneficios, más la correspondiente devolución del dinero, mediante la tramitación de expedientes, “cuando asuma como Secretario de Cultura de la provincia”. Es lo que cuentan las víctimas de la mentira. Lo que en un principio fue un fuerte rumor que instaló el propio denunciado, esto es “Barrionuevo Secretario de Cultura”, y que se propaló desde un par de emisoras radiales viejovallenses, tuvo desde el vamos ribetes novelescos y amenaza con terminar en un verdadero escándalo en un escenario donde todavía no está dicha la última palabra. Es que el ahora candidato a jefe comunal llegó a ofrecer cargos a varias personas cuando asumiera del área cultural, y no anduvo con chiquitas: ofrecía desde direcciones hasta jefaturas. Con un agregado: “les aviso con tiempo para que se vayan preparando”. ¡Patético!

Por aquello de que nada es casual, todo tiene su razón de ser, reiteramos en parte lo que anticipamos desde El Esquiú.com a comienzos de 2018. Decíamos entonces “como por arte de magia, en los pasillos de las radios de Valle Viejo, alguien se encargó de hacer correr la versión de que Cristian Barrionuevo era el elegido para reemplazar a Jimena Moreno al frente de la Secretaría de Cultura, en un ‘gesto’ inusual en el marco de la política lugareña, donde el peronismo premiaba a un dirigente radical”. Es más: el tema ganó las redes sociales y aparecieron numerosos folcloristas felicitando y deseándole a Barrionuevo éxitos en su futura gestión. Muchos de estos artistas pronosticaban, a viva voz, que sería el joven Cristian Barrionuevo el responsable del armado del Poncho 2018, en base a la experiencia adquirida con el festival folclórico de Valle Viejo cuando era secretario de Cultura y Educación de Jalile, donde se hacía lo que él quería. La novela iba creciendo en atractivos por cada día que pasaba. Por los pasillos del Predio Ferial la pregunta era recurrente: ¿Cuándo asume Cristian? Lo cierto es que Barrionuevo no asumió nunca y ahora carga sobre sus espaldas graves denuncias, que llegaron a conocimiento de la gobernadora Lucía Corpacci por parte de los que se consideran estafados. Todo indica que aparecerá más documentación y acusaciones que dejarán sin argumentos una gran mentira, nacida en un sueño de ambiciones que nunca se hizo realidad. Insistimos: esto recién comienza.

Sin dudas, aunque sea solamente una promesa de campaña, la iniciativa de convertir a la Secretaría de Seguridad en un ministerio por parte del candidato a gobernador de “Juntos por el Cambio”, resulta positiva y atrayente. Más aún porque se apunta a entablar una dura batalla contra uno de los flagelos más temibles de los tiempos modernos: la droga. Sin embargo, Roberto Gómez parte de un diagnóstico equivocado y un tanto agresivo, que no es precisamente el mejor método para ganar prosélitos. Dice el aspirante a la gobernación que “el tráfico de drogas tiene hoy zona liberada en la provincia”. No es así y, mucho menos, si comparamos la situación con los grandes centros urbanos. Tampoco es ajustado que Lucía Corpacci tenga patotas y resulta desmesurado afirmar que sea ella la encargada de salir a combatir el tráfico. Para ello están las fuerzas de seguridad, especialmente las federales, encargadas directas de conjurar todo lo que tenga que ver con estupefacientes. De hecho, es la Justicia Federal la que actúa en la materia.

No tiene que ver con una cuestión política, pero si con el funcionamiento de la Municipalidad de la Capital. Desde hace tiempo, largos años, los vecinos de calle Chacabuco al Este, entre avenida Alem y Avellaneda y Tula, esperan que el organismo les solucione el problema que les provoca un añoso árbol que cruza toda la calle, toca las instalaciones eléctricas y ha destrozado parte de las veredas, con el peligro que ello significa para los transeúntes de la zona. También se teme por la caída de sus gajos, lo cual sería mucho más grave. Esta situación, cabe destacarlo, ya se hizo pública en medios de comunicación y redes sociales, pero las respuestas de eficiencia municipal están faltando. Ojalá que, lo más pronto posible, podamos informar que el problema ha sido superado.

RECUERDOS. Como lo hacemos cada martes, jueves y domingo, incluimos las rememoraciones en los últimos bloques de los “Apuntes” políticos.
Con clima de campaña política, el 19 de septiembre de 1994, en instalaciones del Club Sportivo Villa Cubas, asumían las autoridades de la Unión Cívica Radical que habían resultado electas en la interna del 21 de agosto. El nuevo presidente del comité Capital pasaba a ser Arnoldo Castillo que, en aquel momento, ejercía la gobernación de Catamarca. Reemplazaba en el cargo al exsenador nacional, Pedro Guillermo Villarroel. Aquella noche, para los memoriosos, fue el lanzamiento de campaña de don Arnoldo para las elecciones de 1995, en cuyo resultado influyeron grandemente la enorme cantidad de jubilaciones que se otorgaron e inmediatamente fueron transferidas a la Nación. Al mismo tiempo, en el orden nacional, ratificaba su postulación presidencial por la UCR el gobernador de Río Negro, Horacio Massaccesi, y declinaba la suya el cordobés Eduardo César Angeloz.

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Comentarios

19/9/2019 | 17:36
#149006
Mas alla de la defensa que hacen de cargnello (que tampoco es un santo porque se presto a muchas falacias en Catamarca) en lo que mas deberian enfocarse es en la verguenza de circo mediatico que se monto en Catamarca para voltear un gobierno democratico, en toda la gente que ensuciaron sin ninguna clase de prueba o evidencia y en como los pichones de los complices de Videla en nuestra provincia siguen utilizando las mismas tacticas por pura impotencia y desesperacion. Eso deberia ser central! como gente que claramente no tiene estatura moral para hablar de nada ni de nadie puede manchar a los demas solo para conservar (o acceder) a su cuotita de poder y beneficios. Y pablo rossi es un servil impresentable mas que opera para macri!. Gorilita y mala persona de muy poco vuelo intelectual ,que mas que periodista es un vil operador.