Antes de las PASO comenzaron a correr acusaciones sobre el rol de la provincia en la lucha contra el narcotráfico. Ayer, la cámara baja no fue excepción y se insistió con el tema. 

El tópico surgió por el diputado Hugo Ávila, quien se solidarizó con periodistas de radio nacional. También trajo a colación el desplazamiento del director de Drogas Peligrosas Daniel Ponce y apuntó que el oficialismo denuncia campaña sucia “porque se habla de la droga, no es un tema para ponerlo debajo de la alfombra”. Además, mencionó el caso del joven Santino publicado en una editorial. 

Macarena Herrera no compartió esta última expresión, instando a que se debe ser cuidadoso “porque este tipo de editorial lleva a criticar a los niños; cuando desde la prensa se influye en la conciencia colectiva se puede llegar al corolario de bajar la edad de imputabilidad”. 

A su turno, el oficialista Augusto Barros ironizó que “el aura de un brasilero ya alcanza a sectores de la segunda oposición” en clara alusión a Ávila. Rescató la edad de Santino para repudiarle que también “está irrespetando a profesionales que estuvieron a la par de ese niño”. “No lo traiga al recinto de forma peyorativa. Vaya a buscar el expediente. Está hablando mal de un niño”, lo criticó. 

La respuesta de Ávila tuvo varias aristas. Supuso que “el oficialismo se aferra a un relato y cree que está todo bien en Catamarca”. Así, remarcó que “la batalla de este Gobierno contra la droga la está perdiendo 10 a 0 y no tiene nada que ver lo que diga Fama o yo y que vengan con chicanas de que estamos en el marco de una campaña electoral, acá estamos hablando de la realidad”, dijo.

Además, cuestionó si el cambio de tres jefes en la dirección de Drogas Peligrosas en 7 meses  significa que se “está ganando la batalla”.  

Barros le salió al cruce pidiéndole seriedad ya que solo había mencionado una cifra. A la vez, trajo a colación datos oficiales sobre procedimientos de drogas en la provincia. “Plantea un discurso sin un solo argumento que lo sostenga” y “era un aplaudidor serial del oficialismo”, fueron algunas de las frases que le arrojó Barros. 

Luego, el opositor Carlos Molina deslizó que si “hubiéramos querido hacer política con el tema de la droga” habrían apuntado directamente al desplazamiento de Ponce: “Si uno quisiera generar un escándalo, éste hubiese sido para generar uno de los grandes”.

Cecilia Guerrero fue la encargada de cerrar el debate pidiendo respeto a toda la comunidad puesto que no se debía abordar una temática tan seria “con ligereza ni con las mezquindades propias de las etapas electorales”. 

“Es preocupante que se pretenda imponer como eje de campaña cuestiones que lastiman a la comunidad”, expresó para acotar que el hecho de “analizar la situación de un niño con problemas de adicciones diciendo que el Estado no hizo nada es una falacia”.

“Las adicciones y el narcotráfico son un problema que no se pudo resolver en los países más desarrollados del mundo y eso no significa que no se haya hecho nada en la provincia ni que se hayan invertido recursos”, remarcó.

 Casi al finalizar, puso el foco en el caso de Ponce para indicar que “es la Justicia federal en sus distintas instancias la que determinará si algunos de los efectivos cometieron algún delito, no somos nosotros”.