A poco más de un mes del gobierno de Alberto Fernández y tras el anuncio de algunas medidas concretas, se puede ir evidenciando que la nueva gestión, como ya lo hizo en el pasado, ofrece un doble discurso bien marcado: el del relato y el de la realidad de sus acciones. 

Hay algunos ejemplos claros. Uno de ellos tiene que ver con un reclamo que he recogido de los catamarqueños y catamarqueñas que viven en el interior de nuestra provincia: ¿Qué pasa con los precios cuidados?
Esta medida ha sido anunciada como un paliativo para aquellos ciudadanos que, en el día a día, deben medir centavo a centavo lo que destinan para sus gastos. Pero dado que se trata de un acuerdo con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) que nuclea a grandes cadenas de supermercados (Carrefour, Chango Más, Coto, Disco, Jumbo, etc.), el alcance que tiene es limitado. Aun cuando se está discutiendo extender el acuerdo a los supermercadistas “chinos”, lo cierto es que hay un gran número de ciudadanos que no podrán acceder a este beneficio. Una realidad que impactará en el interior tanto de nuestra Catamarca como de muchas otras provincias, donde no llegan estas grandes cadenas, donde los ciudadanos tienen menores ingresos y pagan muchas veces más caros los productos que en los grandes centros de comercialización. 
En definitiva, esta medida genera una brecha entre los ciudadanos de las ciudades más desarrolladas y los pueblos del interior profundo. 

No es este el único ejemplo de una medida centralista. El gobierno de Fernández ya mostró esta faceta con la modificación del esquema tributario. En concreto, durante el gobierno de Mauricio Macri, la recaudación de tributos no coparticipables (es decir que no se distribuyen por Ley a las provincias, sino que ingresan a las arcas de la nación), era del 3,6% del PBI. Haciendo una proyección del actual esquema, la recaudación de impuestos no coparticipables ascenderá al 7% del PBI. Un esquema muy contrario al “federalismo” que proclaman discursivamente, mientras aplican un “unitarismo fiscal feroz”, (billetera mata convicciones).

Otra perlita de gente “con discurso federal y actitud centralista”: cuando se pensó en reflotar el subsidio al transporte, se pensó en la Ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano bonaerense. Sólo la protesta, rápida y enérgica de varios gobernadores y de muchos empresarios, hicieron rever esta medida.

El esquema de impuestos y el subsidio al transporte son ejemplos contundentes e irrefutables de que entramos en una etapa mucho menos federal. Pero el relanzamiento de “Los Precios Cuidados”, es un claro ejemplo de que cuando se piensa en el bolsillo de los argentinos, se piensa sólo en el “bolsillo” de los argentinos que viven en las grandes concentraciones urbanas. Lamento decirlo: el beneficio no les toca a quienes viven en ciudades chicas o pueblos pequeños. La sensibilidad social sólo llega donde hay votos.

Al igual que pasó durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, están intentando montar un relato de instauración de un tiempo de solidaridad. Sin embargo, los hechos concretos, las medidas del Gobierno Nacional no hacen más que fragmentar los argentinos en argentinos de primera, segunda y tercera.

Dr. Rubén H. Manzi
Diputado Nacional