Sabido es que el mandatario Raúl Jalil busca dar un cierre a lo que la gestión anterior precedente (de Lucía Corpacci) no pudo y heredó políticamente: reformar la Constitución de la provincia.  Antes de las elecciones que lo depositaron en el sillón de Avellaneda y Tula, el Gobernador manifestaba el anhelo de modificar la Carta Magna local. Incluso, en su discurso al tomar el cargo lo repitió. 

En este marco se inscribe un detalle de lo que incluirá la propuesta de reforma al contrato social de los catamarqueños. Según dijo Jalil en una entrevista a Clarín, persiste su idea de conformar una Legislatura unicameral (eliminando las cámaras de Diputados y Senadores). El detalle radica en el número y en los mandatos: quiere bajar a 36 la totalidad de legisladores en Catamarca y abolir las elecciones indefinidas.

En la charla con el citado medio, el mandatario afirmó que tanto Corpacci como su persona “pensamos que ocho años (de mandato) son suficientes para hacer lo mejor de uno”. Jalil recordó la postura de la oposición cuando se trató el proyecto para declarar la necesidad de modificar la Carta Magna apuntando directamente a los diputados de la UCR. 

“Más allá de que los radicales no acompañaron la reforma, nosotros después de abril vamos a avanzar”, afirmó el jefe de Estado local para sostener que debe “haber alternancia y tiene que venir una nueva generación; es nuestro pensamiento”.

Así las cosas, Jalil sostuvo que se busca “el fin de la reelección indefinida para el Ejecutivo y los legisladores”. En este orden de ideas insistió que “dos mandatos son suficientes”. Luego precisó que “queremos un poder legislativo unicameral, con menos legisladores”.

Sucede que en la actualidad, entre senadores (16, uno por departamento) y diputados (41) la cantidad de legisladores alcanza los 57 y Jalil buscará restarle 21. “Queremos bajar a un total de 36 legisladores en una sola Cámara”, dijo el mandatario al periódico porteño. 

La cuestión minera

Por otra parte, se le consultó a Jalil sobre la cuestión minera teniendo en cuenta la gran movilización que se dio en Mendoza en rechazo a la modificación de una ley. “Los emprendimientos mineros tienen que tener consenso social, pero eso no significa que el 100 por ciento de las personas estén de acuerdo”, expresó el jefe de Estado catamarqueño. A la vez, señaló que “el consenso tiene que ver con el impacto ambiental, el buen uso de las regalías mineras y los proveedores; la gente tiene que ver el impacto en la vida cotidiana”.

Para el Gobernador, la marcha atrás que hubo con la aplicación de la normativa minera en Mendoza no es una señal de alarma para las inversiones en el sector. “Hay lugares en el mundo donde se permite la minería o la agroindustria. No hay incompatibles. Hay que analizar los proyectos. Hay que tener una mirada de adónde está el proyecto y cuál es el impacto ambiental. No tiene que ser por la prohibición misma”, dijo Jalil.