Por decreto, el presidente Alberto Fernández limitó las competencias de los espías de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), y otro para desclasificar los archivos sobre la AMIA. con esta decisión, le prohibió a los agentes ser auxiliares de la Justicia.

“Ningún organismo de inteligencia podrá realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, ni cumplir funciones policiales o de investigación criminal”, dice la modificación del artículo 4 de la ley de Inteligencia, número 25.520.

Además, en el documento se especifica que la AFI “no podrá obtener información, producir inteligencia, o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, policiales o de investigación criminal”.