En la Unidad Judicial N° 8 se radicó ayer una denuncia contra autores desconocidos a partir de amenazas recibidas por una trabajadora de la administración de Bromatología de la Municipalidad de la Capital.

La mujer cumplía con su tarea de inspección en diversos comercios y fue víctima de amenazas luego de clausurar dos locales popularmente identificados como “supermercados chinos”, aparentemente ambos del mismo propietario.

La sanción a los locales comerciales se realizó por graves infracciones a las normas de salubridad, momento en el cual la persona presentada como responsable del comercio se tornó violenta.

Posteriormente, la inspectora recibió un llamado en su teléfono móvil, desde un número no identificado (aparecía como “privado”), y al atender una voz masculina la llamó por su nombre para agredirla y amedrentarla. “Así que vos sos la hija de mil puta que está clausurando a todos mis clientes chinos; no sabés con quién te metiste, cuídate”, le advirtió la persona.