Opinión

Para que no nos gane el olvido

jueves, 2 de abril de 2020 01:00
jueves, 2 de abril de 2020 01:00

Ayer se cumplió un mes del brutal crimen de la joven Brenda Micaela Gordillo (24). Fue un domingo 1 de marzo cuando Naim Vera decidió poner rejas a sus 19 años y terminar con la vida de quien fuera su pareja de la manera más macabra. Entrar ahora en detalles de cómo la mató no tiene sentido. No hay tiempo para alimentar el morbo de nadie. Ya habrá abogados, fiscales y jueces que se encargarán de ello para, después, decidir en consecuencia. Hay un silencio obligado en el reclamo público de justicia por la indeseada presencia del virus asesino que tiene a gran parte de la humanidad en estado de oración y temor. Pero lo hecho, hecho está, y hay una cruda realidad: hace 32 días asesinaron a Brenda Micaela y en una familia de la casa 4 del barrio 50 Viviendas, en Polcos, rezan y lloran su ausencia en medio de mucho dolor, bronca e impotencia. Y no habrá paz hasta que no se haga justicia por este femicidio. El mensaje de María Isabel Espeche, mamá de Brenda, y demás familiares es categórico y hay que prestarle la debida atención: “No queremos que nos abandonen”, piden a modo de socorro. Abandonar a esa gente en medio de una exigencia de justicia por lo que les pasó sería cometer una verdadera injusticia. Cuando estuvimos en la casa del departamento Valle Viejo con la madre y otros parientes de la víctima fatal de esta locura que cuesta creer, uno de sus hermanos, Iván, nos dijo que habían decidido marchar todos los lunes para pedir justicia. Después, ahí nomás, apareció el enemigo de todos en forma de coronavirus y el reclamo debió postergarse por razones obvias. Pero estamos convencidos de que, pasada la tempestad, serán cientos y cientos los que solidariamente se sumarán para gritar por justicia y llegue de manera sonora a la señora de ojos vendados y a quienes tienen la responsabilidad de hacer justicia.


El Dr. Pedro Vélez, abogado de la familia de Brenda, ante una consulta efectuada en la víspera, nos dijo: “Ahora estamos con este parate obligado por el aislamiento social, pero estamos en conocimiento de que ya llegaron las pericias, aun cuando no se notificó a las partes. Las pericias psiquiátricas-psicológicas son fundamentales y una vez notificadas las partes, considero que el fiscal estará en condiciones de pedir la prisión preventiva. Él (por Naím Vera) está detenido e imputado como autor de homicidio agravado por el vínculo y por femicidio; el vínculo por la relación preexistente y por la violencia de género”. A una pregunta, el abogado respondió: “Solamente tengo conocimiento en relación con las pericias realizadas, de nuestra parte, a través del perito que pusimos nosotros, referente a lo psicológico. En principio, tengo entendido que (Vera) es una persona plenamente imputable; incluso -de acuerdo a la pericia- una persona peligrosa. Es lo único que puedo decir ahora, por respeto a la causa, porque todavía las pericias no están incorporadas plenamente a la causa”. Además, Vélez expresó: “Le digo que la causa no está paralizada, más bien está en un contexto general que es atípico, hasta atípico en lo que suelen ser las ferias judiciales. Pero hay que respetar las normas en favor de la salud pública y del interés general”. Finalmente, señaló: “Él (por Vera) está detenido en el Servicio Penitenciario de Miraflores, tengo entendido en un pabellón en el cual está aislado del resto de la población carcelaria por cuestiones de seguridad”.


Así como sostenemos que el silencio puede gritar verdades, también estamos convencidos de que no nos puede ganar el olvido. La familia de Brenda Micaela necesita justicia. Sin burocracia. Sin telarañas. Sin chicanas tramposas. Marcel Schwab, en el Libro de Oro de la Sabiduría, escribió: “Sé justo en el momento preciso. Toda justicia que tarda, es injusticia”. Algún día, y ojalá que sea pronto, pasará la peste del coronavirus. Mientras tanto, la familia de Brenda Micaela, herida de muerte, espera que se haga justicia. Tal vez entonces recupere un poco de la paz arrancada a pedazos. Tan duro e injusto como el virus que nos acorrala.


Kelo Molas
 

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Comentarios

3/4/2020 | 16:38
#149006
Muy bueno el comentario de Kelo Molas. Atinado, serio, preciso. Si no se ponen penas justas para los distintos tipos de homicidios, cada vez será más fácil eludir a la Justicia. Hoy aquí, mañana allí o en otro género pero los asesinatos están siendo muy frecuentes y por motivos que seguro son fácilmente evitables excepto que tengan una pena mínima o la posibilidad de una argucia legal que los haga salir libres. Ya pasó. Se recuerda bien para quienes conocieron el caso de la madre de 7 hijos que trabajaba en un kiosco de La Quintana, la asfixiaron con un corcho y un Diario La Unión entera y el Juez Penal de esa época lo dejó libre por emoción violenta. Hoy, iría preso y condenado por 35 años. Ayer...libre. No dejen de ver la injusticia de morir en la juventud ignominiosamente, contra la posibilidad de salir libre a los pocos años por buena conducta. La barbarie NO TIENE JUSTIFICATIVO.