Otro de los frentes de batalla que se abrieron en la jornada de ayer es el que tiene como protagonistas a la Municipalidad de la Capital y el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM), dado que la entidad gremial convocó a un paro, pero desde la comuna destacaron la escasa convocatoria.

Tras ser convocado el paro, desde la comuna que conduce el intendente Gustavo Saadi se envió un comunicado de prensa en el cual destacan que el paro convocado por el SOEM “tuvo una mínima adhesión en la Municipalidad de la Capital, donde la mayoría de los organismos funcionaron normalmente, y el nivel general de acatamiento a la medida de fuerza osciló entre un 15 y un 20 por ciento”, agregando que “el sindicato, que originalmente había definido la modalidad de protesta como un paro ‘con asistencia a los lugares de trabajo’, ante el fracaso de la medida, cambió sobre la marcha y decidió a media mañana distribuir pequeños grupos de personas en esquinas de acceso al casco céntrico, cortando calles e impidiendo la circulación de vehículos con apoyo de organizaciones políticas, cuyos seguidores suplieron la falta de empleados municipales en la improvisada movilización”.

En cuanto a la recolección de residuos, desde la comuna mencionaron que se “garantizó desde la madrugada el servicio de recolección de residuos, declarado como actividad esencial el año pasado, y la tarea se desarrolló con un esquema especial de trabajo en toda el área urbana”.

Luego expresan que la comuna “emitió un comunicado interno de agradecimiento a los trabajadores, quienes actuaron con responsabilidad, madurez y la sensibilidad social que no tuvo quien ejerce su representación”.
Por su parte, Gustavo Aguirre, secretario de Gobierno de la comuna, sostuvo que la modalidad de protesta definida por el SOEM genera “una incertidumbre y desprotección a los trabajadores”, agregando que “el paro planteado, de acuerdo a la notificación que tenemos, tiene que ver con un pedido de aumento que es llamativo, porque llaman al paro y piden el aumento del sueldo”, cuando, según explicó, lo natural hubiera sido pedir el aumento, generar un diálogo y “una vez fracasadas todas las vías, recién recurrir al paro como última opción”.

Mientras, sobre los precarizados dados de baja y cuya reincorporación pide el gremio, Aguirre dijo en Cae el Telón que la comuna mantiene la postura de “no avalar ningún tipo de violencia”, además de que “el gremio -por el SOEM- no tiene ninguna representación para defender o firmar actas, o hacer acuerdos en nombre de los beneficiarios de programas de inclusión”.
Asimismo, el funcionario municipal expresó que están dispuestos al diálogo, además: “Seguramente, en lo que resta del año, nosotros tenemos que volver a dar un aumento, eso lo tenemos muy claro y estamos, básicamente, esperando donde se estabiliza la línea de la recaudación para poder hacer una oferta que más se acerque a las expectativas de los trabajadores”.

Pedido de 10 mil pesos
Por su parte, Walter Arévalo, secretario general del SOEM, se refirió a la medida de fuerza que llevan a cabo por el aumento salarial y la reincorporación de los precarizados.

Primeramente, se refirió al acatamiento del paro, señalando que “es importante, más cuando hay trabajadores que no están prestando servicio por esta cuestión del aislamiento social”.

Sobre la recomposición salarial,  el gremialista expresó que hicieron “un planteo de 10 mil pesos en blanco”.
En otro párrafo, Arévalo cuestionó a Gustavo Aguirre y Alberto Natella, funcionarios del municipio capitalino, señalando que no se pudo llegar a un acuerdo por “la irresponsabilidad con la que se manejan en el sentido de que hablan del orgullo. (...) Creo que a Aguirre no lo votaron los vecinos de la Capital para que él engrandezca su orgullo, creo que está colaborando y se tiene que guardar el orgullo en el bolsillito chico del vaquero”.