La marcha del Fussi tuvo ecos en la cámara baja durante la última sesión. Si bien fue deslizado como una sugerencia, el debate  se amplió hasta diluirse. Es que incluso se tocaron temas como el otrora Plan Belgrano y hasta el acuerdo del actual Gobierno nacional con fondos de inversión por la reestructuración de la deuda. 

El tema de la manifestación de los sindicatos en contra de la reforma del Estado y un pedido de aumento salarial lo coló el opositor José “Chichi” Sosa. Emulando cierta inocencia, el legislador les contó a sus pares que cuando fue al baño en la planta baja de la Legislatura escuchó la manifestación y que por esto quiso avisarles a sus pares “que el miércoles que viene vuelven”. Con ello el diputado radical sugirió que se los vuelva a convocar a la Comisión de Asuntos Constitucionales porque “sino queda la sensación de que están a metros peticionando y nosotros miramos para otro lado”.

La oficialista Adriana Díaz aceptó el convite, tomó el guante y le recordó a Sosa que si bien no integra la Comisión, participó en los sucesivos encuentros. Allí “quedó de manifiesto que no tenemos voluntad de avanzar sobre los derechos ya adquiridos de los trabajadores”.

Luego Hugo Ávila consideró oportuno el planteo de Sosa ya que generó “la posibilidad de que en el recinto se ponga en el centro del debate la cuestión de los salarios”. “El Gobierno no es coherente con su relato, no establece un orden de prioridades porque se eligen obras faraónicas”, apuntó el diputado.

No quedaron allí sus observaciones. Tomando a los municipios como eje discursivo aseguró que “en Catamarca se naturalizó la criminalización de la protesta laboral, se reprimió a los cesanteados de Valle Viejo, de Recreo y hasta Capital”.
El oficialista Isauro Molina pidió que a las problemáticas se las aborde seriamente con datos sólidos y “no aprovechar la circunstancias de una vejiga colmada para espiar los debates de los sindicalistas que formulan sus planteos legítimamente”.
También llevó a colación las críticas de Lucía Corpacci sobre el Plan Belgrano para remarcar que “no se hizo ninguna obra y se desfinanciaron a las provincias”. Incluso metió el acuerdo del Gobierno nacional con la reestructuración de la deuda. Así las cosas, destacó la importancia del confluir en un diálogo en cada conflicto que se plantee.

Nuevamente tomó la palabra Sosa para, con mesura, comentar que “se armó un debate inusitado, no lo esperaba pero no se enojen con el cartero, solo quise trasladar lo que estaba pasando para que busquemos el diálogo”.

Sobre este último eje, del consenso a través del diálogo, coincidió Francisco Monti. No obstante, rescató el conflicto en Capital. “Hace varios años se activó una bomba de tiempo que está explotando ahora, se habló de Valle Viejo, Recreo con un silencio bastante extraño respecto al nivel de irresponsabilidad de Raúl Jalil a cargo de la intendencia”. 

También rescató que “se denostó al gobierno de Macri por la salida de capitales pero les recuerdo que la Provincia tiene un plazo fijo en u$s 66 millones y eso es fuga de capitales porque esa cartera está dolarizada”. 

A su turno, Víctor Luna observó que el debate se inició “con un tema puntual” pero también se habló de cualquier cosa. Insistió que vuelvan a invitar a ATE para que se expresen en la comisión. También recordó que Augusto Barros lo trató como plomero del Titanic para acotar: “Guarda, Roma era eterna, se incendió, no quedaron ni las cenizas”. 

Marita Colombo retomó el tema de la deuda externa. Apuntó a que el kirchnerismo fueron “pagadores seriales”. Con raciocinio instó a sus pares: “Si encaramos una reforma del Estado o una responsabilidad fiscal municipal sin hacernos cargo de todos los problemas vamos a estar dejando de lado un abordaje realista”.

El oficialista Barros reseñó que el debate se inició por una cuestión traída a colación y coincidió con Luna que se introdujeron varios temas. No obstante, recalcó que se invitó a los gremios “a quienes alcanzan la reforma y tuvimos la respuesta favorable de varios”. Subrayó que en el proyecto “claramente está contemplado el sostenimiento a los derechos de los trabajadores, de que no se vulnerará los derechos adquiridos” pero la oposición solamente se opone por oponerse.