Esta mañana y de manera unánime, la Cámara de Diputados otorgó media sanción al proyecto de ley de autoría  de la diputada Adriana Díaz, que busca evitar la realización de  concursos de belleza y elecciones de reinas, en todo el territorio provincial. El proyecto fue realizado con el asesoramiento de Perla Prigoshin, quien está cargo de Consavig (Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género) órgano que  ha expresado reiteradamente respecto de la manifestación de violencia simbólica contra las mujeres que implican los eventos denominados ‘concursos de belleza’ o ‘elecciones de reinas’ en el marco de festividades tradicionales en distintas ciudades del país o en el ámbito escolar.
El proyecto desalienta el apoyo del Estado para este tipo de eventos. Como contrapartida, propone que se aliente y apoye la organización de otras actividades “para el reconocimiento a personas, de distintas edades, que en forma individual o colectiva, se destaquen en actividades tendientes a mejorar la calidad de vida de las personas en la provincia en determinado período de tiempo y promuevan la difusión de una cultura ciudadana, participativa, solidaria, saludable y comprometida. Los candidatos serán propuestos por centros de estudiantes, establecimientos educativos, organizaciones de la sociedad civil, clubes deportivos, centros culturales y entidades de bien público”.
En sus fundamentos, Díaz destacó: “En los últimos años, nos venimos replanteando como sociedad los fundamentos que motivan ciertas “tradiciones sociales” que se han impuesto a lo largo de nuestra historia y que aparecen como legitimadas ante nuestros ojos pero, ¿realmente son legítimas? Estos concursos presentan dos cuestiones a tratar, en donde ambas funcionan de forma conjunta y articulada, produciendo y reproduciendo la violencia contra las mujeres a partir de una violencia simbólica que desde la "tradición" justifica la banalización de lo femenino, del cuerpo de las mujeres y su sexualidad: la discriminación y la cosificación de las mujeres que lleva, además a la hipersexualización de la infancia como consecuencia inmediata”.
Asimismo, resaltó “Prohibir estos concursos, además es una forma de acompañar el proceso que comenzó para erradicar la violencia contra la mujer en todos los órdenes y de educar a aquellos que aún no lo comprenden. Y digo que ya comenzó, porque el año pasado, fueron nuestros adolescentes catamarqueños quienes nos marcaron el rumbo al decidir que para el día estudiante non elegirían una reina porque “todas” lo eran”.