Impulsado por la organización no gubernamental “Red Infancia Robada”
Destacan el debate organizado a 30 del femicidio de María Soledad Morales
Es en el marco de la “Jornada de sensibilización y fortalecimiento institucionales frente a la prevención de violencia de género, abuso sexual de niños/as y adolescentes”.
Con motivo de cumplirse el próximo 8 de septiembre 30 años de la desaparición y posterior femicidio de María Soledad Morales, la ONG “Red Infancia Robada” organizó un Panel Debate en el marco de la “Jornada de sensibilización y Fortalecimiento institucionales frente a la prevención de violencia de género, abuso sexual de niños/as y adolescentes”. A propósito de este evento, el diputado nacional por Catamarca Rubén Manzi elaboró un proyecto para que el evento se declare de interés de la Cámara de Diputados de la Nación.
El panel se desarrollará mediante la plataforma de video conferencias Zoom el próximo jueves 10 a partir de las 18. La “Red Infancia Robada”, que fue creada en 2008 por la religiosa carmelita Martha Amelia Pelloni, rostro visible de la lucha por el esclarecimiento del caso junto a Ada Rizzardo y Elías Morales -los padres de la víctima-, propone hacer memoria de este hecho, para generar conciencia y procurar que no se repita nunca más.
En los fundamentos del proyecto para declarar de interés esa jornada, Manzi hace una breve reseña de los acontecimientos desencadenados el 8 de septiembre de 1990 y que generaron una profunda conmoción social. A tal punto que derivó en una crisis política en Catamarca que llevó a la intervención federal de la provincia que gobernaba Ramón Saadi, decisión tomada por el entonces presidente Carlos Menem.
Señala además que tales circunstancias se debieron a que en el atroz crimen no sólo estuvieron involucrados los “hijos del poder”, sino que además se puso en marcha de un sistema de encubrimiento que evidenció un sentido de impunidad por parte de quienes ejercían el poder político en ese momento. Esto quedó en evidencia con las declaraciones del entonces diputado nacional Ángel Luque y padre del principal sospechoso –en ese momento- y luego condenado, Guillermo Luque: Declaró que, si su hijo hubiera sido el asesino, el cadáver no habría aparecido. El escándalo llevó a la expulsión del diputado del Congreso y a que en abril de 1991 el presidente Menem interviniera primero el poder Judicial de la provincia, y luego los poderes Legislativo y Ejecutivo, destituyendo a Saadi.
Finalmente, y luego de dos polémicos juicios, Guillermo Luque y Luis Tula –un hombre que tenía una relación sentimental con la víctima- fueron condenados por la violación y el asesinato de la adolescente a 21 y 9 años de prisión respectivamente. El tribunal ordenó la investigación de otros sospechosos de haber participado en el crimen y la red de encubrimiento que se montó en torno al caso. Pero las investigaciones fueron infructuosas y las causas se cerraron.