En la cámara baja
Principio de fractura en el bloque opositor de Juntos por el Cambio
Cuatro legisladores electos del radicalismo evalúan seriamente conformar su propio bloque aunque manteniendo el interbloque.En los últimos días comenzaron a plantearse diferencias dentro del primer bloque de oposición camino hacia el 9 de diciembre, fecha en la que se eligen autoridades y asumen los diputados electos. Hasta el momento, son cuatro legisladores del radicalismo que piensan seriamente avanzar en grupo abriéndose de lo que quedó del castillismo. Eso sí, continuarán conformando el interbloque de Juntos por el Cambio.
Según comentaron fuentes cercanas a las negociaciones, diputados de la línea Celeste activaron una ronda de diálogo para evitar una fractura dentro del bloque de la UCR y avanzar en un entendimiento por la renovación. Es que, señalaron, la legisladora Juana Fernández, las electas diputadas Silvana Carrizo y Cristina Gómez y el reelecto Carlos Marsilli, analizan en profundidad crear su propio bloque. A ellos se asociarían, dentro del interbloque, los dos legisladores del PRO con la vista puesta en diferenciarse como fuerza opositora.
Por el otro lado, están los cuatro diputados castilllistas junto a quienes ingresaron dentro de la misma lista en la elección de hace dos años. En otras palabras, el cuarteto Celeste sumaría otros cuatro representantes -en la cámara baja- de líneas internas del radicalismo. De esta forma, por un lado quedarían cuatro radicales y por el otro, nueve.
Ahora bien, el punto que dio inicio al principio de quiebre en el bloque del radicalismo fue el resultado de las elecciones PASO, cuando ganó la interna el espacio “opositor” al armado Celeste. La situación fue definida claramente por una fuente del espacio que ganó las Primarias: “Estuvieron las herramienta de las PASO que determinaron nuevos liderazgos en el radicalismo, lo que se debe traducir y respetarse dentro del bloque”.
En definitiva y, si bien hasta el momento recién se abrieron las negociaciones, los cuatro que se abrirían apuntan que la distribución de espacios dentro del bloque y la conducción del mismo no sea solo una mera representación numérica, sino que también se tenga en cuenta el cambio en la realidad política producto del resultado en las PASO.