“No sabíamos que en pandemia se modificó la CO y que para ser candidato hay que ser experimentado”
Las declaraciones realizadas por el diputado y presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) en la cámara baja, Víctor Luna, abriendo la posibilidad de que el actual senador nacional Oscar Castillo vaya por una nueva reelección, no fueron bien recibidas dentro del histórico partido. Más aún cuando Luna destacaba que “los cargos no son para improvisados, es para gente con experiencia”.
Los primeros trascendidos dan cuenta que los correligionarios se mostraron contrarios a las expresiones de Luna. Entienden que la historia y la experiencia de un legislador no se mide por los años que “ha calentado su banca”, sino y al menos, por la nómina de proyectos de Ley que hayan contribuido a mejorar la calidad de vida de los catamarqueños.
Sobre este punto, se habría expresado puertas adentro del radicalismo: “No sabíamos que en pandemia se modificó la Carta Orgánica (CO) y que, ahora, para ser candidato hay que ser experimentado y no improvisado”.
También manifestaron que se tendría que revisar qué hizo el “experimentado” Castillo en los 20 años que lleva de legislador nacional y sobre todo en qué contribuyó para mejorar la vida de los catamarqueños porque no ha generado trabajo, justicia social o salud pública.
En otro tramo, las voces dentro de la UCR recordaron aquellos “arreglos” que Castillo habría realizado a su favor, entregando a cambio al partido centenario. Inclusive se comenta de las “frecuentes reuniones” del senador con Aldo Sarquis, exministro de Economía durante el gobierno de Arnoldo Castillo y actual mano derecha del gobernador, Raúl Jalil.
En otro orden de ideas, en los pasillos del radicalismo se conversa y rememoran acuerdos tildados como “espurios”, entre gallos y medianoche de Castillo, sin importar el color político, con un solo objetivo: de sumar a intereses propios tal cual fueran mercaderes de la política.
Asimismo, apuntan que la experiencia a la que alude Luna sobre la figura de Castillo, no solo les permite ser un senador vitalicio, sino que también pareciera que le da la capacidad para cerrar acuerdos en nombre de la UCR, pero que solo lo benefician a él y al grupo reducido de seguidores que “viven saltando de una Cámara a otra”.
Finalmente, a los cuestionamientos propios de querer ser eterno senador nacional, el radicalismo internamente dejó entrever “el olvido y uso de la dirigencia del interior”, exigiéndole que deje de “estar encerrado en su poltrona” y que vea cara a cara al militante, que al igual que los catamarqueños, viven momentos de angustias en estas épocas de pandemia.